/ lunes 25 de mayo de 2020

Los pésimos alcaldes… y aún así pueden ganar

Dado el pésimo trabajo realizado por alcaldes de la cuatroté en los principales municipios de Veracruz, puede suponerse que el próximo año perderán las elecciones y dejarán de gobernar al menos en las demarcaciones de gran importancia.

Pero la política no es así de simple. Por lo pronto los de Morena dan muestras de que harán todo lo que esté a su alcance para ganar la mayoría de las alcaldías y diputaciones en 2021.

Si uno analiza lo que ha venido pasando con los presidentes municipales de Coatzacoalcos, Minatitlán y Poza Rica, por mencionar a algunos, la conclusión sería que irremediablemente en esos lugares les espera la derrota.

A Víctor Carranza Rosaldo, Nicolás Reyes Álvarez y Francisco Javier Velázquez Vallejo, ediles en Coatza, Mina y Poza Rica, les llueven las críticas y los problemas son constantes en donde gobiernan.

Para empezar, ninguno ha mostrado liderazgo en un asunto que azota a sus gobernados: la inseguridad. No es que sus paisanos quieran que encabecen los operativos policiacos, pero sí que por lo menos hagan escuchar la desesperación del pueblo ante tantos secuestros, asaltos y asesinatos.

El de Minatitlán, Nicolás Reyes, ha sido incapaz de hacer ver a la federación que la Guardia Nacional ha servido para muy poco y que son necesarias otras acciones para combatir a la delincuencia que, en muchos aspectos, es la que manda en esa comunidad petrolera.

En Mina la gente se queja de obras inconclusas, de subejercicio en el presupuesto y de falta de apoyo para los más necesitados. Lo dicen los vecinos y una buena parte de los ediles.

Minatitlán sigue como antes, no hay cambio ni transformación. Es una comunidad con las mismas carencias y con un alcalde como los que ya han tenido.

Sus vecinos de Coatzacoalcos están igual o peor. Víctor Carranza si algo tiene son pleitos, como el que protagoniza contra la síndica Yazmín Martínez Irigoyen, quien ha dado a conocer una larga lista de irregularidades y a cambio de eso se ganó la petición del alcalde para que la desaforaran y otro tipo de acciones nefastas.

La imagen de estos presidentes municipales, como el de Poza Rica, es muy mala. Pareciera que están empeñados en hacer perder a su partido. Morena lo sabe y desde hace un tiempo actúa en consecuencia.

El último paso en ese sentido fue la reforma electoral. Prepara el camino para, de las seguras derrotas y pese a la mala actuación de alcaldes y otros funcionarios, sacar triunfos.

Ya vimos que eso pudo lograrlo Fidel Herrera. Lo mismo hizo Javier Duarte (salvo al final de su gobierno) y también lo consiguió Miguel Ángel Yunes antes de la elección de su sucesión. ¿Lo conseguirá Morena?

Urge dar un golpe contundente y mostrar que, en la región de Papantla y Costa Esmeralda, mandan las instituciones.

Lo del atentado ayer a la hija de la periodista María Elena Ferral, asesinada a finales de marzo, es un pésimo mensaje para la sociedad veracruzana.

Dado el pésimo trabajo realizado por alcaldes de la cuatroté en los principales municipios de Veracruz, puede suponerse que el próximo año perderán las elecciones y dejarán de gobernar al menos en las demarcaciones de gran importancia.

Pero la política no es así de simple. Por lo pronto los de Morena dan muestras de que harán todo lo que esté a su alcance para ganar la mayoría de las alcaldías y diputaciones en 2021.

Si uno analiza lo que ha venido pasando con los presidentes municipales de Coatzacoalcos, Minatitlán y Poza Rica, por mencionar a algunos, la conclusión sería que irremediablemente en esos lugares les espera la derrota.

A Víctor Carranza Rosaldo, Nicolás Reyes Álvarez y Francisco Javier Velázquez Vallejo, ediles en Coatza, Mina y Poza Rica, les llueven las críticas y los problemas son constantes en donde gobiernan.

Para empezar, ninguno ha mostrado liderazgo en un asunto que azota a sus gobernados: la inseguridad. No es que sus paisanos quieran que encabecen los operativos policiacos, pero sí que por lo menos hagan escuchar la desesperación del pueblo ante tantos secuestros, asaltos y asesinatos.

El de Minatitlán, Nicolás Reyes, ha sido incapaz de hacer ver a la federación que la Guardia Nacional ha servido para muy poco y que son necesarias otras acciones para combatir a la delincuencia que, en muchos aspectos, es la que manda en esa comunidad petrolera.

En Mina la gente se queja de obras inconclusas, de subejercicio en el presupuesto y de falta de apoyo para los más necesitados. Lo dicen los vecinos y una buena parte de los ediles.

Minatitlán sigue como antes, no hay cambio ni transformación. Es una comunidad con las mismas carencias y con un alcalde como los que ya han tenido.

Sus vecinos de Coatzacoalcos están igual o peor. Víctor Carranza si algo tiene son pleitos, como el que protagoniza contra la síndica Yazmín Martínez Irigoyen, quien ha dado a conocer una larga lista de irregularidades y a cambio de eso se ganó la petición del alcalde para que la desaforaran y otro tipo de acciones nefastas.

La imagen de estos presidentes municipales, como el de Poza Rica, es muy mala. Pareciera que están empeñados en hacer perder a su partido. Morena lo sabe y desde hace un tiempo actúa en consecuencia.

El último paso en ese sentido fue la reforma electoral. Prepara el camino para, de las seguras derrotas y pese a la mala actuación de alcaldes y otros funcionarios, sacar triunfos.

Ya vimos que eso pudo lograrlo Fidel Herrera. Lo mismo hizo Javier Duarte (salvo al final de su gobierno) y también lo consiguió Miguel Ángel Yunes antes de la elección de su sucesión. ¿Lo conseguirá Morena?

Urge dar un golpe contundente y mostrar que, en la región de Papantla y Costa Esmeralda, mandan las instituciones.

Lo del atentado ayer a la hija de la periodista María Elena Ferral, asesinada a finales de marzo, es un pésimo mensaje para la sociedad veracruzana.