/ domingo 21 de abril de 2019

Luto y coraje en Veracruz

Lo sucedido el viernes en Minatitlán fue el baño de sangre más despiadado de que se tenga memoria en la historoa de la entidad veracruzana, con saldo de 13 personas muertas, acribilladas por un grupo de sicarios. El móvil aparente es una venganza contra el dueño de un bar de ese municipio, presente en la fiesta familiar donde irrumpieron los maleantes para victimarlo y arrasar con inocentes; sin embargo, no debería pasar desapercibido el hecho de que la masacre se presentó a sólo unas horas de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, ayer domingo al estado, y pudiera tratarse de un acto de desafío a su lucha contra los “huichicoleros”, a quienes las fuerzas federales han asestado fuertes golpes en varios puntos de Veracruz. Sea lo que fuere, la entidad se encuentra bajo fuego y se desangra día a día, sin que las autoridades encuentren una fórmula eficaz para enfrentar al crimen organizado, al que no conmueve asesinar a niños o ancianos inocentes, como pasó en este caso. Sí, la búsqueda es implacable de los responsables del asesinato colectivo, incluso han identificado al jefe de un cartel que pudo haber ordenado la ejecución, pero eso no resuelve el problema de fondo, que cada vez es más grave; apenas abaten o detienen a los cabecillas, del grupo delincuencial que sea, surgen nuevos mandos del crimen. Hoy lunes, el presidente de la República encabezará la reunión de Seguridad en Veracruz para revisar la situación del país, en particular del estado, y deben esperarse anuncios de medidas para tratar de devolver la paz y la tranquilidad a los veracruzanos, muy probablemente con el envío de más elementos militares, navales y federales para labores de vigilancia en puntos críticos de inseguridad, cosa que medianamente funciona, pues sólo disuade parcial y momentáneamente los delitos, no los resuelve. ¿Qué debe hacerse? Idear nuevas estrategias, contratar a expertos en la materia y combatir la corrupción, sobre todo en los cuerpos policiacos. Es una labor ardua y prolongada, sin que puedan esperarse resultados inmediatos, pero que irá poniendo bases de lo que anhelan todos los ciudadanos: seguridad en sus personas y en sus bienes, como tiene la obligación de garantizarlo todo buen gobierno.

TRÁGICO SALDO EN SEMANA SANTA

+++De acuerdo con el reporte oficial de la Secretaría de Protección Civil del Estado, en el periodo vacacional de Semana Santa (del 13 al 20 de abril), hubo un saldo trágico de 14 personas ahogadas en playas y ríos veracruzanos. El personal de esa institución logró rescatar a 85 personas que se encontraban en riesgo de perder la vida y proporcionó atención médica a otras 199, lo que también habla de acciones positivas de las autoridades, quienes calcularon una afluencia de más de 554 mil vacacionistas que acudieron a disfrutar de la belleza de nuestros litorales. Las muertes por inmersión ocurrieron en Actopan, Alamo, San Andrés Tuxtla, Ursulo Galván, Alvarado, Tecolutla, Playa Vicente, Coatzacoalcos, Manlio Fabio Altamirano, Atzalan y Tecolutla. No se dio un último reporte ayer, por lo que el número de víctimas pudiera ser mayor. Sí se realizó un esfuerzo para atender a los vacacionistas; sin embargo, el saldo trágico sugiere que faltó mayor coordinación entre las autoridades del estado, de las Secretarías de Protección Civil y Seguridad Pública, con las federales y municipales, a fin cumplir con una labor eficaz y evitar tantas muertes. Llama la atención que en Veracruz y Boca del Río no ocurrieron hechos lamentables, producto de una mejor organización para recibir a miles de turistas en las playas más concurridas del estado, aunque el sábado sí se presentó una riña colectiva en las playas de Martí, en Veracruz, que dejó un saldo de varios heridos y detenidos. Lo ocurrido es una llamada de atención para los titulares de las dependencias encargadas atender la seguridad de los vacacionistas. Por lo pronto, no pasaron la prueba.

Escriba a opedro2006@gmail.com

Lo sucedido el viernes en Minatitlán fue el baño de sangre más despiadado de que se tenga memoria en la historoa de la entidad veracruzana, con saldo de 13 personas muertas, acribilladas por un grupo de sicarios. El móvil aparente es una venganza contra el dueño de un bar de ese municipio, presente en la fiesta familiar donde irrumpieron los maleantes para victimarlo y arrasar con inocentes; sin embargo, no debería pasar desapercibido el hecho de que la masacre se presentó a sólo unas horas de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, ayer domingo al estado, y pudiera tratarse de un acto de desafío a su lucha contra los “huichicoleros”, a quienes las fuerzas federales han asestado fuertes golpes en varios puntos de Veracruz. Sea lo que fuere, la entidad se encuentra bajo fuego y se desangra día a día, sin que las autoridades encuentren una fórmula eficaz para enfrentar al crimen organizado, al que no conmueve asesinar a niños o ancianos inocentes, como pasó en este caso. Sí, la búsqueda es implacable de los responsables del asesinato colectivo, incluso han identificado al jefe de un cartel que pudo haber ordenado la ejecución, pero eso no resuelve el problema de fondo, que cada vez es más grave; apenas abaten o detienen a los cabecillas, del grupo delincuencial que sea, surgen nuevos mandos del crimen. Hoy lunes, el presidente de la República encabezará la reunión de Seguridad en Veracruz para revisar la situación del país, en particular del estado, y deben esperarse anuncios de medidas para tratar de devolver la paz y la tranquilidad a los veracruzanos, muy probablemente con el envío de más elementos militares, navales y federales para labores de vigilancia en puntos críticos de inseguridad, cosa que medianamente funciona, pues sólo disuade parcial y momentáneamente los delitos, no los resuelve. ¿Qué debe hacerse? Idear nuevas estrategias, contratar a expertos en la materia y combatir la corrupción, sobre todo en los cuerpos policiacos. Es una labor ardua y prolongada, sin que puedan esperarse resultados inmediatos, pero que irá poniendo bases de lo que anhelan todos los ciudadanos: seguridad en sus personas y en sus bienes, como tiene la obligación de garantizarlo todo buen gobierno.

TRÁGICO SALDO EN SEMANA SANTA

+++De acuerdo con el reporte oficial de la Secretaría de Protección Civil del Estado, en el periodo vacacional de Semana Santa (del 13 al 20 de abril), hubo un saldo trágico de 14 personas ahogadas en playas y ríos veracruzanos. El personal de esa institución logró rescatar a 85 personas que se encontraban en riesgo de perder la vida y proporcionó atención médica a otras 199, lo que también habla de acciones positivas de las autoridades, quienes calcularon una afluencia de más de 554 mil vacacionistas que acudieron a disfrutar de la belleza de nuestros litorales. Las muertes por inmersión ocurrieron en Actopan, Alamo, San Andrés Tuxtla, Ursulo Galván, Alvarado, Tecolutla, Playa Vicente, Coatzacoalcos, Manlio Fabio Altamirano, Atzalan y Tecolutla. No se dio un último reporte ayer, por lo que el número de víctimas pudiera ser mayor. Sí se realizó un esfuerzo para atender a los vacacionistas; sin embargo, el saldo trágico sugiere que faltó mayor coordinación entre las autoridades del estado, de las Secretarías de Protección Civil y Seguridad Pública, con las federales y municipales, a fin cumplir con una labor eficaz y evitar tantas muertes. Llama la atención que en Veracruz y Boca del Río no ocurrieron hechos lamentables, producto de una mejor organización para recibir a miles de turistas en las playas más concurridas del estado, aunque el sábado sí se presentó una riña colectiva en las playas de Martí, en Veracruz, que dejó un saldo de varios heridos y detenidos. Lo ocurrido es una llamada de atención para los titulares de las dependencias encargadas atender la seguridad de los vacacionistas. Por lo pronto, no pasaron la prueba.

Escriba a opedro2006@gmail.com