/ lunes 11 de junio de 2018

Mal augurio la violencia política para el 1º de julio

Nunca en la historia política de México, como durante este proceso para elegir al presidente de México, habían sido asesinados más de un centenar de aspirantes a puestos de elección popular, desde municipales, diputaciones locales, federales y esperamos que de aquí al 1º de julio próximo no vaya a ocurrir otro crimen en contra de algún aspirante senatorial y, que Dios nos libre, de algún atentado en contra de un candidato presidencial.

Van 135 candidatos ejecutados en distintas entidades, 28 eran precandidatos y los demás aspiraban a ser alcaldes por primera vez, otros repetidores, unos más aspirantes a regidores, diputados, síndicos y etc. Del recuento que se tiene registro en redes sociales y medios de comunicación, han sido más de 400 las agresiones y atentados en las 32 entidades federativas.

No se cuentan en ese listado criminal las amenazas, encubiertas y descubiertas, las agresiones e intimidaciones, pero sin duda el mayor peligro hasta hoy se ubica en los estados de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Jalisco, Sinaloa, Puebla, Coahuila, y en nuestro estado las fuerzas federales, Ejército/Marina/Policía Federal y Seguridad Pública han hecho operativos por los 212 municipios del Estado, evitando un sinnúmero de agresiones que habrían terminado en hechos de sangre, no ejecutados sin duda alguna por la intervención de las fuerzas coordinadas de seguridad que operan en el norte, centro y sur de Veracruz.

De plano como si se tratara de amedrentar a los candidatos convocados a debatir sus ideas ante los medios de comunicación y los potenciales electores, un crimen que ha magnificado la peligrosidad de la participación política, es el ejecutado en la persona de Fernando Purón Johnston, quien fuera asesinado a balazos, en forma traicionera, ventajosa y premeditada, al salir de un debate en el auditorio de la Universidad Autónoma de Coahuila; según se observa en el video que se difundió sobre el crimen, donde se ve salir atrás del candidato un sujeto barbado con una gorra para dificultar su identificación; para la familia del exalcalde de Piedras Negras Coahuila, Fernando Purón Jhonston, de nada sirve ya la aprehensión y castigo del autor del nefasto crimen político.

Sin duda, la detención del asesino del exalcalde de Piedras Negras, Coahuila, contará con la impunidad con que la justicia de hoy, protege y libera a los criminales; apoyada en la CNDH, convertida en protectora y alcahuete de los delincuentes.

Nunca en la historia política de México, como durante este proceso para elegir al presidente de México, habían sido asesinados más de un centenar de aspirantes a puestos de elección popular, desde municipales, diputaciones locales, federales y esperamos que de aquí al 1º de julio próximo no vaya a ocurrir otro crimen en contra de algún aspirante senatorial y, que Dios nos libre, de algún atentado en contra de un candidato presidencial.

Van 135 candidatos ejecutados en distintas entidades, 28 eran precandidatos y los demás aspiraban a ser alcaldes por primera vez, otros repetidores, unos más aspirantes a regidores, diputados, síndicos y etc. Del recuento que se tiene registro en redes sociales y medios de comunicación, han sido más de 400 las agresiones y atentados en las 32 entidades federativas.

No se cuentan en ese listado criminal las amenazas, encubiertas y descubiertas, las agresiones e intimidaciones, pero sin duda el mayor peligro hasta hoy se ubica en los estados de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Jalisco, Sinaloa, Puebla, Coahuila, y en nuestro estado las fuerzas federales, Ejército/Marina/Policía Federal y Seguridad Pública han hecho operativos por los 212 municipios del Estado, evitando un sinnúmero de agresiones que habrían terminado en hechos de sangre, no ejecutados sin duda alguna por la intervención de las fuerzas coordinadas de seguridad que operan en el norte, centro y sur de Veracruz.

De plano como si se tratara de amedrentar a los candidatos convocados a debatir sus ideas ante los medios de comunicación y los potenciales electores, un crimen que ha magnificado la peligrosidad de la participación política, es el ejecutado en la persona de Fernando Purón Johnston, quien fuera asesinado a balazos, en forma traicionera, ventajosa y premeditada, al salir de un debate en el auditorio de la Universidad Autónoma de Coahuila; según se observa en el video que se difundió sobre el crimen, donde se ve salir atrás del candidato un sujeto barbado con una gorra para dificultar su identificación; para la familia del exalcalde de Piedras Negras Coahuila, Fernando Purón Jhonston, de nada sirve ya la aprehensión y castigo del autor del nefasto crimen político.

Sin duda, la detención del asesino del exalcalde de Piedras Negras, Coahuila, contará con la impunidad con que la justicia de hoy, protege y libera a los criminales; apoyada en la CNDH, convertida en protectora y alcahuete de los delincuentes.