/ jueves 23 de mayo de 2019

Mañaneras y malentendidos impiden una buena comunicación

Dicen los expertos que una buena comunicación se da, cuando el mensaje o línea discursiva que se transmite, llega al auditorio y por más plural que resulte su composición, se recibe el mensaje. Sin embargo, la predisposición del señor Presidente en contra de la prensa crítica que cuestiona decisiones de su autoridad, cada vez que divulga comentarios que hay en el ambiente, como el hecho de “despedir” a médicos y enfermeras del IMSS, por las radicales medidas de austeridad impuestas por la SHCP, en lugar de desmentirlos categóricamente, surge el insulto y la recriminación a los medios que no aplauden todo lo que concierne al gobierno federal.

Que necesidad hay para que el presidente AMLO se refiera al “hampa del periodismo”, aludiendo a los medios que informan del quebranto financiero del IMSS, cuyos funcionarios no han podido desmentir ni siquiera el texto de la renuncia de Germán Martínez Cázares, que denota una gran desesperación por la carencia de recursos para el buen funcionamiento de la dependencia, que tuvo a su cargo

Ahora se sabe que según el titular de la SHCP, la meta es llegar a obtener un ahorro hasta de un 40% del presupuesto del IMSS, para equilibrar junto con otras medidas de austeridad, el déficit que heredó la administración anterior a cargo del licenciado Peña Nieto. Y no por ello el Ejecutivo ha de insistir que se trata de informaciones y publicaciones calumniosas, que “cuando no manchan, tiznan”, como lo acaba de expresar en la conferencia mañanera de ayer.

Para un político no es recomendable pelear todo el tiempo con los medios de comunicación, porque la prensa es la que informa y forma opinión, además de que también construye o destruye imágenes políticas que se declaran enemigas del llamado “Cuarto Poder”. De ahí que sería bueno recomendar con el debido respeto al señor presidente López Obrador, que se abstenga de seguir llamando a sus críticos prensa Fifí, prensa “conservadora”, periodistas “chayoteros”, o cualquier otro título despectivo o denigrante, que como él mismo lo dijo, “Calumnia que no mancha tizna” y al generalizar, ofende a todos los medios impresos, electrónicos o televisivos y hasta a las “benditas redes sociales”.

La política es la ciencia de la paciencia y a quien luchó por llegar a la Presidencia de México, hasta en tres ocasiones para lograr el éxito, parece que ya se le agotó la paciencia para gobernar y lograr la 4ª. Transformación.

Dicen los expertos que una buena comunicación se da, cuando el mensaje o línea discursiva que se transmite, llega al auditorio y por más plural que resulte su composición, se recibe el mensaje. Sin embargo, la predisposición del señor Presidente en contra de la prensa crítica que cuestiona decisiones de su autoridad, cada vez que divulga comentarios que hay en el ambiente, como el hecho de “despedir” a médicos y enfermeras del IMSS, por las radicales medidas de austeridad impuestas por la SHCP, en lugar de desmentirlos categóricamente, surge el insulto y la recriminación a los medios que no aplauden todo lo que concierne al gobierno federal.

Que necesidad hay para que el presidente AMLO se refiera al “hampa del periodismo”, aludiendo a los medios que informan del quebranto financiero del IMSS, cuyos funcionarios no han podido desmentir ni siquiera el texto de la renuncia de Germán Martínez Cázares, que denota una gran desesperación por la carencia de recursos para el buen funcionamiento de la dependencia, que tuvo a su cargo

Ahora se sabe que según el titular de la SHCP, la meta es llegar a obtener un ahorro hasta de un 40% del presupuesto del IMSS, para equilibrar junto con otras medidas de austeridad, el déficit que heredó la administración anterior a cargo del licenciado Peña Nieto. Y no por ello el Ejecutivo ha de insistir que se trata de informaciones y publicaciones calumniosas, que “cuando no manchan, tiznan”, como lo acaba de expresar en la conferencia mañanera de ayer.

Para un político no es recomendable pelear todo el tiempo con los medios de comunicación, porque la prensa es la que informa y forma opinión, además de que también construye o destruye imágenes políticas que se declaran enemigas del llamado “Cuarto Poder”. De ahí que sería bueno recomendar con el debido respeto al señor presidente López Obrador, que se abstenga de seguir llamando a sus críticos prensa Fifí, prensa “conservadora”, periodistas “chayoteros”, o cualquier otro título despectivo o denigrante, que como él mismo lo dijo, “Calumnia que no mancha tizna” y al generalizar, ofende a todos los medios impresos, electrónicos o televisivos y hasta a las “benditas redes sociales”.

La política es la ciencia de la paciencia y a quien luchó por llegar a la Presidencia de México, hasta en tres ocasiones para lograr el éxito, parece que ya se le agotó la paciencia para gobernar y lograr la 4ª. Transformación.