/ domingo 12 de julio de 2020

Mano dura contra el Covid

La ausencia de la autoridad, equivocaciones en el manejo de la pandemia, como la escasísima aplicación de pruebas, la confusión por contradiccciones de afirmar inicialmente que los cubrebocas no impiden infectarse...

Alentar salir a la calle, abrazarse y besarse, y después de que sí hay que quedarse en casa, añadido a la monumental irresponsabilidad de millones de personas que aún se niegan a protegerse boca, nariz y ojos como medida de prevención de contagios, mientras éstos se multiplican, ha obligado, por fin, a la Secretaría de Salud veracruzana a tomar una medida drástica pero sensata que debió aplicar desde hace por lo menos tres meses: dictar desde este lunes como obligatorio el uso de los protectores faciales en el transporte público que, como se ha dicho en infinidad de ocasiones, son los principales focos de diseminación del Covid-19.

Hace pocos días, aquí mismo se consignó, hubo un aviso de esta determinación con operativos que realizaron agentes de la Dirección General de Transporte Público del Estado ((DGTPE) en unidades urbanas para inspeccionar que conductores y pasajeros cumplieran con la disposición de uso de estas mascarillas, y hasta regalaron algunas. Sin embargo, desde este lunes no habrá tolerancia; choferes y usuarios deben usar cubrebocas, y los conductores están autorizados a negarse a dar servicio a los pasajeros que no acaten la disposición. En el caso de los taxis será igual, además de un límite de dos pasajeros en el asiento trasero.

¿Por qué la autoridad no lo hizo antes? Es muy probable que no haya valorado correctamente la situación en varias de las etapas de los brotes ni contar a la mano con diversos escenarios, conforme a estudios que debieron realizarse, y se dejó escalar los casos de manera peligrosa en algunas zonas de la entidad, especialmente en Veracruz-Boca del Río, Coatzacoalcos, Poza Rica, Córdoba, Xalapa, Tuxpan, Minatitlán, Cosamaloapan y San Andrés Tuxtla.

Las consecuencias ya se saben: hasta el sábado había 13 mil 606 casos, poco más de 10% de ellos activos, además de 3 mil 115 de pacientes “sospechosos” de haber contraído la enfermedad, y la cifra lamentable es la suma de mil 980 muertos por esta causa, en cifras oficiales.

Lo más grave apenas se ve venir, pues este fin de semana los hospitales públicos en el puerto de Veracruz y seguramente en varias otras demarcaciones se encontraban a tope, aunque debe señalarse que los pacientes que acudieron fueron atendidos, al menos con recetas de medicamentos que deben tomar para tratar de vencer este microscópico enemigo de la salud.

Ahora, a cumplir este decreto con la participación de la fuerza pública para que haya un adecuado control y la disposición no se convierta en letra muerta; y el otro pendiente, de los muchos que hay, es ampliar esa regla para los mercados públicos, tanto en locatarios como en consumidores, pues es otro foco rojo en la proliferación del virus.

AGOTADA LA IVERMECTINA EN FARMACIAS

En torno a este mismo tema, los pacientes portadores de Covid-19 que reciben atención médica en hospitales públicos del estado pero no son internados, sea porque no lo necesitan o por falta de espacios disponibles, las recetas que reciben incluyen Dexametasona, Azitromocina, Aspirinas Protec de 100 miligramos e Ivermectina. Todo se puede encontrar en las boticas, menos esta última, que se encuentra agotada debido a la gran demanda que existe por este producto, aunque reportan en las mismas farmacias que cuando lo reciben es un número limitado de este producto. Esta situación representa un riesgo para la población portadora del virus, pues forma parte del tratamiento que hasta ahora ha reportado buenos resultados en un alto número de casos de este tipo.

Esperemos que en realidad sea escasez, y no ocultamiento del medicamento, cosa que solamente la autoridad sanitaria puede verificar.

opedro2006@gmail.com

La ausencia de la autoridad, equivocaciones en el manejo de la pandemia, como la escasísima aplicación de pruebas, la confusión por contradiccciones de afirmar inicialmente que los cubrebocas no impiden infectarse...

Alentar salir a la calle, abrazarse y besarse, y después de que sí hay que quedarse en casa, añadido a la monumental irresponsabilidad de millones de personas que aún se niegan a protegerse boca, nariz y ojos como medida de prevención de contagios, mientras éstos se multiplican, ha obligado, por fin, a la Secretaría de Salud veracruzana a tomar una medida drástica pero sensata que debió aplicar desde hace por lo menos tres meses: dictar desde este lunes como obligatorio el uso de los protectores faciales en el transporte público que, como se ha dicho en infinidad de ocasiones, son los principales focos de diseminación del Covid-19.

Hace pocos días, aquí mismo se consignó, hubo un aviso de esta determinación con operativos que realizaron agentes de la Dirección General de Transporte Público del Estado ((DGTPE) en unidades urbanas para inspeccionar que conductores y pasajeros cumplieran con la disposición de uso de estas mascarillas, y hasta regalaron algunas. Sin embargo, desde este lunes no habrá tolerancia; choferes y usuarios deben usar cubrebocas, y los conductores están autorizados a negarse a dar servicio a los pasajeros que no acaten la disposición. En el caso de los taxis será igual, además de un límite de dos pasajeros en el asiento trasero.

¿Por qué la autoridad no lo hizo antes? Es muy probable que no haya valorado correctamente la situación en varias de las etapas de los brotes ni contar a la mano con diversos escenarios, conforme a estudios que debieron realizarse, y se dejó escalar los casos de manera peligrosa en algunas zonas de la entidad, especialmente en Veracruz-Boca del Río, Coatzacoalcos, Poza Rica, Córdoba, Xalapa, Tuxpan, Minatitlán, Cosamaloapan y San Andrés Tuxtla.

Las consecuencias ya se saben: hasta el sábado había 13 mil 606 casos, poco más de 10% de ellos activos, además de 3 mil 115 de pacientes “sospechosos” de haber contraído la enfermedad, y la cifra lamentable es la suma de mil 980 muertos por esta causa, en cifras oficiales.

Lo más grave apenas se ve venir, pues este fin de semana los hospitales públicos en el puerto de Veracruz y seguramente en varias otras demarcaciones se encontraban a tope, aunque debe señalarse que los pacientes que acudieron fueron atendidos, al menos con recetas de medicamentos que deben tomar para tratar de vencer este microscópico enemigo de la salud.

Ahora, a cumplir este decreto con la participación de la fuerza pública para que haya un adecuado control y la disposición no se convierta en letra muerta; y el otro pendiente, de los muchos que hay, es ampliar esa regla para los mercados públicos, tanto en locatarios como en consumidores, pues es otro foco rojo en la proliferación del virus.

AGOTADA LA IVERMECTINA EN FARMACIAS

En torno a este mismo tema, los pacientes portadores de Covid-19 que reciben atención médica en hospitales públicos del estado pero no son internados, sea porque no lo necesitan o por falta de espacios disponibles, las recetas que reciben incluyen Dexametasona, Azitromocina, Aspirinas Protec de 100 miligramos e Ivermectina. Todo se puede encontrar en las boticas, menos esta última, que se encuentra agotada debido a la gran demanda que existe por este producto, aunque reportan en las mismas farmacias que cuando lo reciben es un número limitado de este producto. Esta situación representa un riesgo para la población portadora del virus, pues forma parte del tratamiento que hasta ahora ha reportado buenos resultados en un alto número de casos de este tipo.

Esperemos que en realidad sea escasez, y no ocultamiento del medicamento, cosa que solamente la autoridad sanitaria puede verificar.

opedro2006@gmail.com