SERLO Y PARECERLO... La conseja popular dice que en la vida no basta con ser honesto, sino también parecerlo, lo cual se ha puesto de moda en el estado de Veracruz, luego de que el Gobierno del Estado adquirió quién sabe dónde, o con quién y sin licitación alguna, más de 150 vehículos destinados a la Secretaría de Seguridad Pública.
El refrán cobra vigencia no sólo por esa supuesta o presunta irregularidad, sino por el hecho de que el titular del Ejecutivo en la entidad veracruzana se declara honesto con H mayúscula y que todo lo que se diga en su contra proviene de los “fifís” y de los “neoliberales”.
Desafortunadamente para él, los llamados fifís son los dueños de las 132 distribuidoras automotrices que existen en territorio veracruzano, quienes a través de sus representantes y de un comunicado de prensa, lamentan que la actual administración estatal, la de Cuitláhuac García Jiménez, haya adquirido en otra parte del país, y no en Veracruz, las 160 unidades que se destinarán para la seguridad en nuestro estado.
Los de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), en los estados de Veracruz y Tabasco, lamentan en su comunicado, distribuido ayer domingo, que al igual que en pasadas administraciones estatales, la actual no tome en cuenta a las empresas de la entidad federativa que gobierna, para distribuir con sus compras los recursos necesarios para mejorar la economía estatal.
Advierten los empresarios que no reclaman trato preferencial ni único, sino igualdad de oportunidades para competir conforme a las reglas de los mercados. Insisten, igualdad de condiciones que otros.
Lamentablemente para los empresarios de la AMDA, en el caso de la compra de 160 unidades para destinarlas a patrullas, no pudo haber igualdad de condiciones, por la simple y sencilla razón de que no hubo licitación alguna para que los interesados y con posibilidades pudieran participar y así obtener mejores precios.
Ha sido tal el escándalo por esta inusual compra directa, que se anuncia para hoy una rueda de prensa con el mandatario veracruzano Cuitláhuac García Jiménez, quien aclarará ante la opinión pública esta controversial adquisición que pone en tela de duda la transparencia de su administración.
CERO Y VAN... Ya que abordamos el tema de la transparencia en el Gobierno del Estado de Veracruz, es justo y necesario que el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, aclare la observación que se hace en torno a la designación de Víctor Manuel Barradas Beltrán como director del Hospital de la Comunidad de Tonalapan, en el municipio de San Andrés Tuxtla, pues se ha advertido que esta persona, aun cuando se ostenta como médico, su número de cédula profesional, la 10968004, no coincide con su nombre ni con documento alguno emitido en favor de él por la Universidad Veracruzana.
El nombre de Víctor Manuel Barradas Beltrán, quien también es licenciado en Derecho, aparece desde los tiempos de Miguel Ángel Yunes como alcalde del municipio de Boca del Río por segunda ocasión, pues allá por 2014 fue designado como titular de la Procuraduría del Menor en el DIF boqueño, a propuesta directa del propio exmunícipe.
Independientemente de que ostentar títulos universitarios que no se tienen es un delito, también lo es manejar documentación apócrifa y peor aún, no estar preparado para la atención médica de pacientes. ¿Qué hay de ello Josefina?, diría don Rubén Pabello.
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