/ jueves 7 de enero de 2021

México es un Estado democrático, no bananero

Azuzados por el presidente Donald Trump, un grupo numeroso de simpatizantes del derrotado candidato republicano a la reelección presidencial del país más rico y poderoso de la tierra causaron destrozos, heridos y la muerte de una mujer, por disparos de los guardias encargados de la conservación del orden en el Capitolio, cede del Poder Legislativo en Estados Unidos.

Debido a la peligrosidad del incidente, el vicepresidente Mike Pence suspendió la sesión cuyo punto principal sería la ratificación del número de votos que favorecieron a Joe Biden en la elección democrática del pasado 3 de noviembre en Norteamérica. El llamado de Donald Trump, a través de los medios de comunicación y de sus promotores de campaña, fue para impedir mediante una protesta violenta la aprobación del triunfo de Biden.

La gravedad de la violencia desatada en el Capitolio se origina en la necedad del político derrotado, que insiste en haber sido robado en una elección democrática de un país que por tradición es reconocido mundialmente como ejemplo de una República democrática, en donde se respeta a las instituciones y al Estado de derecho, pero sobre todo la voluntad política de los ciudadanos americanos.

El propio expresidente George Bush condenó la toma del Congreso norteamericano por los seguidores del derrotado Donald Trump, sentenciando que sólo en una “República bananera” se disputan así los resultados electorales y no en una “República democrática”, como Bush califica al país que gobernó. Bush instó a los seguidores del mandatario saliente a respetar el resultado de la elección, porque su país debe estar por encima de la política.

En menos de seis meses terminará el proceso electoral de la elección más grande en la historia de México, tanto por el cambio de 500 legisladores federales como por las 15 gubernaturas, cientos de diputados locales y miles de funcionarios municipales.

Gravísimo para nuestro país resultaría que siguiendo el ejemplo de su amigo Donald Trump, Andrés Manuel López Obrador exhorte a conveniencia de Morena, a una insurrección similar a la acontecida ayer en el vecino país del norte, si las elecciones del próximo 6 de junio no le favorecen a la 4T, ya que desde ahora se ve venir la derrota de los amigos, familiares y correligionarios del líder tabasqueño.

Azuzados por el presidente Donald Trump, un grupo numeroso de simpatizantes del derrotado candidato republicano a la reelección presidencial del país más rico y poderoso de la tierra causaron destrozos, heridos y la muerte de una mujer, por disparos de los guardias encargados de la conservación del orden en el Capitolio, cede del Poder Legislativo en Estados Unidos.

Debido a la peligrosidad del incidente, el vicepresidente Mike Pence suspendió la sesión cuyo punto principal sería la ratificación del número de votos que favorecieron a Joe Biden en la elección democrática del pasado 3 de noviembre en Norteamérica. El llamado de Donald Trump, a través de los medios de comunicación y de sus promotores de campaña, fue para impedir mediante una protesta violenta la aprobación del triunfo de Biden.

La gravedad de la violencia desatada en el Capitolio se origina en la necedad del político derrotado, que insiste en haber sido robado en una elección democrática de un país que por tradición es reconocido mundialmente como ejemplo de una República democrática, en donde se respeta a las instituciones y al Estado de derecho, pero sobre todo la voluntad política de los ciudadanos americanos.

El propio expresidente George Bush condenó la toma del Congreso norteamericano por los seguidores del derrotado Donald Trump, sentenciando que sólo en una “República bananera” se disputan así los resultados electorales y no en una “República democrática”, como Bush califica al país que gobernó. Bush instó a los seguidores del mandatario saliente a respetar el resultado de la elección, porque su país debe estar por encima de la política.

En menos de seis meses terminará el proceso electoral de la elección más grande en la historia de México, tanto por el cambio de 500 legisladores federales como por las 15 gubernaturas, cientos de diputados locales y miles de funcionarios municipales.

Gravísimo para nuestro país resultaría que siguiendo el ejemplo de su amigo Donald Trump, Andrés Manuel López Obrador exhorte a conveniencia de Morena, a una insurrección similar a la acontecida ayer en el vecino país del norte, si las elecciones del próximo 6 de junio no le favorecen a la 4T, ya que desde ahora se ve venir la derrota de los amigos, familiares y correligionarios del líder tabasqueño.