/ lunes 2 de mayo de 2022

Millonaria inversión para el tren Coatzacoalcos-Palenque 

Fue una muy buena noticia para Veracruz –y particularmente para el sur de la entidad– la que dio a conocer el presidente López Obrador en el marco de su visita a la refinería de Dos Bocas, Tabasco. El mandatario anunció una inversión de 30 mil millones de pesos para proyectos de infraestructura en el sureste del país.

Dijo que esos recursos serán aplicados en la rehabilitación del tren que va de Coatzacoalcos, sur de Veracruz, a Palenque, Chiapas.

Adicionalmente, el ejecutivo federal destacó que se proyecta un ramal que comunicará a la nueva refinería de Dos Bocas con la estación Chontalpa, en Huimanguillo, Tabasco.

No sólo eso, en el proyecto de detonación del desarrollo económico de la olvidada región sureste del país, López Obrador informó que se iniciará la construcción de 10 parques industriales en el corredor del Istmo de Tehuantepec, que beneficiará directamente a la zona sur de la entidad veracruzana.

Este último es junto con Dos Bocas y el aeropuerto Felipe Ángeles, el más ambicioso proyecto sexenal, dado que busca dar mayor competitividad al sureste, al comunicar a Salina Cruz, Oaxaca, con el Puerto de Coatzacoalcos, que es la ruta más corta, unos 300 kilómetros, entre el Océano Pacífico y el Golfo de México.

Es un proyecto que fue presentado en diciembre de 2018, cuando López Obrador acababa de llegar a la Presidencia.

De acuerdo con el proyecto, las acciones programadas benefician de forma directa a toda la región del Istmo; es decir, Oaxaca y Veracruz, aunque el impacto será regional, incluyendo a Tabasco y Chiapas, e incluso nacional.

En esa zona se asientan pueblos chontales, huaves, mixes, zapotecas, zoques, nahuas y popolucas. El objetivo es reducir la brecha de desigualdad y la ancestral pobreza en esas regiones indígenas.

En el marco de ese proyecto, se trabaja en obras para mejorar los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz; para modernizar la infraestructura ferroviaria y fortalecer la red carretera regional y los caminos rurales de la zona.

De igual manera, se contempla la construcción de un gasoducto para satisfacer las necesidades de combustible de las empresas que se asienten en esa región; así como el tendido de una red de fibra óptica para una mayor conectividad digital.

Este proyecto, que será de alto impacto en la zona, es tan importante como la refinería o aeropuerto; y su anuncio representó una bocanada de aire fresco para la economía regional. En ese contexto, el anuncio presidencial sobre la inversión que se aplicará a la red ferroviaria de Coatzacoalcos a Palenque no puede verse como una acción por sí sola, sino como una parte de un proyecto mucho más ambicioso, que busca atraer más empresas y, por tanto, generar empleos en una región históricamente abandonada, olvidada por los anteriores gobiernos federales: el sureste del país, que concentra a entidades con altos índices de pobreza y rezago social, Oaxaca, Chiapas y Veracruz. @luisromero85

Fue una muy buena noticia para Veracruz –y particularmente para el sur de la entidad– la que dio a conocer el presidente López Obrador en el marco de su visita a la refinería de Dos Bocas, Tabasco. El mandatario anunció una inversión de 30 mil millones de pesos para proyectos de infraestructura en el sureste del país.

Dijo que esos recursos serán aplicados en la rehabilitación del tren que va de Coatzacoalcos, sur de Veracruz, a Palenque, Chiapas.

Adicionalmente, el ejecutivo federal destacó que se proyecta un ramal que comunicará a la nueva refinería de Dos Bocas con la estación Chontalpa, en Huimanguillo, Tabasco.

No sólo eso, en el proyecto de detonación del desarrollo económico de la olvidada región sureste del país, López Obrador informó que se iniciará la construcción de 10 parques industriales en el corredor del Istmo de Tehuantepec, que beneficiará directamente a la zona sur de la entidad veracruzana.

Este último es junto con Dos Bocas y el aeropuerto Felipe Ángeles, el más ambicioso proyecto sexenal, dado que busca dar mayor competitividad al sureste, al comunicar a Salina Cruz, Oaxaca, con el Puerto de Coatzacoalcos, que es la ruta más corta, unos 300 kilómetros, entre el Océano Pacífico y el Golfo de México.

Es un proyecto que fue presentado en diciembre de 2018, cuando López Obrador acababa de llegar a la Presidencia.

De acuerdo con el proyecto, las acciones programadas benefician de forma directa a toda la región del Istmo; es decir, Oaxaca y Veracruz, aunque el impacto será regional, incluyendo a Tabasco y Chiapas, e incluso nacional.

En esa zona se asientan pueblos chontales, huaves, mixes, zapotecas, zoques, nahuas y popolucas. El objetivo es reducir la brecha de desigualdad y la ancestral pobreza en esas regiones indígenas.

En el marco de ese proyecto, se trabaja en obras para mejorar los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz; para modernizar la infraestructura ferroviaria y fortalecer la red carretera regional y los caminos rurales de la zona.

De igual manera, se contempla la construcción de un gasoducto para satisfacer las necesidades de combustible de las empresas que se asienten en esa región; así como el tendido de una red de fibra óptica para una mayor conectividad digital.

Este proyecto, que será de alto impacto en la zona, es tan importante como la refinería o aeropuerto; y su anuncio representó una bocanada de aire fresco para la economía regional. En ese contexto, el anuncio presidencial sobre la inversión que se aplicará a la red ferroviaria de Coatzacoalcos a Palenque no puede verse como una acción por sí sola, sino como una parte de un proyecto mucho más ambicioso, que busca atraer más empresas y, por tanto, generar empleos en una región históricamente abandonada, olvidada por los anteriores gobiernos federales: el sureste del país, que concentra a entidades con altos índices de pobreza y rezago social, Oaxaca, Chiapas y Veracruz. @luisromero85