Un día como hoy, 24 de julio pero de 1978, se celebró en Acapulco el concurso Miss universo, el cetro lo obtuvo la joven sudafricana de ojos azules y 18 años, Margaret Gardiner. Recordar el evento no es trascendente, evocarlo es revivir un momento inolvidable para quien esto escribe, pues fue el tópico de mi primera colaboración en la página editorial de Diario de Xalapa, el Vocero de la Provincia, han transcurrido 40 años.
Por invitación de don Froylán Flores Cancela, querido e insigne periodista misanteco, me animé a intentarlo y así cada martes he colaborado con entusiasmo en nuestro Diario y aquel evento fue tema de mi primera colaboración.
Desde hace 40 años, los martes he cumplido con entusiasmo la meta semanal de escribir con el placer de ser leído y recibir comentarios sobre contenido y retórica, lo que se me ha concedido gracias a mi columna “Para meditar”, ya parte de mi vida. Mi tópico selecto ha sido la evocación nostálgica de la ciudad de Xalapa donde nací, crecí, me fui, volví y de cuya historia moderna soy vívido testigo.
Alguien me ha leído, tal vez más de los que modestamente he considerado, he recibido comentarios y adhesiones a mis evocaciones del Xalapa de mi infancia, también he abordado avances médicos de diagnóstico y terapéutica y a veces la crítica ciudadana de algún sesgo político, a los que jamás nos acostumbraremos. Sensible y emotivo es sentarme a dejar fluir la letra con tinta negra, plasmando la nostalgia en el papel y dejándome envolver por los recuerdos. Los textos publicados en estas páginas suman 1870, delineados por mi puño en transcurso de 1920 semanas.
De 1978 a 2018 el mundo ha cambiado, cuando escribí mi primer artículo para Diario de Xalapaescuchábamos a toda hora melodías que hoy forman parte de nuestra nostalgia, bagaje de amores idos y felicidad ganada. Hoy cuando escucho “Mi querido viejo” con Piero, “Ella ya me olvidó” con Leonardo Favio o “La almohada” de José José, vienen muchos recuerdos y sitio especial es el día que en el Diario apareció mi primera colaboración, y ha perdurado por 40 años.
Óscar Wilde decía: “Sólo hay dos reglas para escribir; tener algo que decir y decirlo”, entonces todos los seres humanos debemos ser capaces de escribir y transmitir a los demás nuestros sentimientos, sensaciones y compartir esperanzas que nos reaniman.
Agradezco al célebre Diario de Xalapa, con venerables 75 años de vida, y a mi querido amigo don Víctor Murguía, actual director, la oportunidad que me han dado de plasmar en sus páginas evocaciones del Xalapa de mi infancia, de la gente que ha pasado por sus tortuosas y empedradas callejuelas, disfrutado sus bellos jardines y el velo de niebla vespertina ocultando celosamente su hermoso cielo azul. Ruego al creador me regale unos años más de vida para seguir dibujando con mi texto los recuerdos atesorados en mi equipaje del Xalapa provinciana, quieta, afable como fue nuestra ciudad y que cada día se nos escapa como gota de azogue en la uña del pulgar. Así sea.
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