/ viernes 11 de junio de 2021

Monrealazo a la vista: 2024

De los tres presidenciables más visibles de Morena, el senador Ricardo Monreal es, sin lugar a dudas, el mejor librado en este proceso electoral.

Ganó la gubernatura de Zacatecas con su hermano David y, entre las principales alcaldías del país, se adjudicó la de Xalapa con su compañero de escaño Ricardo Ahued y la de Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, pues según sus propios correligionarios habría operado a favor de la candidata opositora Sandra Cuevas, luego de que la diputada federal Dolores Padierna y su esposo René Bejarano, aliados con la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, bloquearon a Alejandro Rojas Díaz-Durán, el suplente del zacatecano en el Senado.

Con el canciller Marcelo Ebrard casi desahuciado políticamente tras la tragedia de la Línea 12 del Metro, y con Sheinbaum arrollada por la oposición que partió el corazón del morenismo nacional –el principal bastión de la izquierda en el país, desde que en 1997 Cuauhtémoc Cárdenas ganó por primera vez la Jefatura de Gobierno–, Monreal parece cabalgar en caballo de hacienda hacia la sucesión presidencial de 2024.

La única duda es si a la hora de la definición de la candidatura contará con el voto decisivo del presidente López Obrador, pues en 2018 el tabasqueño, a través en un “encuestazo”, desplazó a Monreal de la candidatura al Gobierno de la CDMX para imponer a Sheinbaum.

En esa ocasión el zacatecano, que precisamente gobernaba la alcaldía Cuauhtémoc, se disciplinó y aceptó ser candidato al Senado, donde actualmente preside la Junta de Coordinación Política, una relevante posición que le ha permitido cabildear y sacar acuerdos con los líderes de todos los grupos legislativos de la oposición.

Sin embargo, quienes conocen su trayectoria, aseguran que en la próxima sucesión presidencial difícilmente Monreal volvería a disciplinarse, por lo que no descartan que si en Morena le negaran esta candidatura el zacatecano repitiera el “monrealazo” de 1998, cuando ante el veto del CEN del PRI para ser postulado al gobierno de su entidad decidió renunciar al partido tricolor y aceptar la nominación del PRD, arrasando en esa elección.

Su caso obligó a posteriormente a la cúpula priista a elegir con mayor cautela a sus candidatos a otras gubernaturas. En Veracruz, por ejemplo, cuando en la sucesión estatal de 2004 intentaron frenar al entonces senador Fidel Herrera Beltrán para suceder al gobernador Miguel Alemán, un acercamiento con Monreal bastó para destrabar la candidatura priista a favor del cuenqueño.

En 2024 es posible que Monreal y Fidel vuelvan a coincidir en sus ambiciones políticas. Y es que aunque Herrera aún enfrenta un serio problema de salud, el exgobernador sigue moviendo sus peones y alfiles en Veracruz. El alcalde electo de Xalapa, Ricardo Ahued, es uno de ellos. El otro, su hijo Javier Herrera Borunda, quien controla en la entidad la franquicia del PVEM, partido que en la Cámara de Diputados será un aliado necesario para el presidente López Obrador en el segundo tramo de su sexenio.

De los tres presidenciables más visibles de Morena, el senador Ricardo Monreal es, sin lugar a dudas, el mejor librado en este proceso electoral.

Ganó la gubernatura de Zacatecas con su hermano David y, entre las principales alcaldías del país, se adjudicó la de Xalapa con su compañero de escaño Ricardo Ahued y la de Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, pues según sus propios correligionarios habría operado a favor de la candidata opositora Sandra Cuevas, luego de que la diputada federal Dolores Padierna y su esposo René Bejarano, aliados con la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, bloquearon a Alejandro Rojas Díaz-Durán, el suplente del zacatecano en el Senado.

Con el canciller Marcelo Ebrard casi desahuciado políticamente tras la tragedia de la Línea 12 del Metro, y con Sheinbaum arrollada por la oposición que partió el corazón del morenismo nacional –el principal bastión de la izquierda en el país, desde que en 1997 Cuauhtémoc Cárdenas ganó por primera vez la Jefatura de Gobierno–, Monreal parece cabalgar en caballo de hacienda hacia la sucesión presidencial de 2024.

La única duda es si a la hora de la definición de la candidatura contará con el voto decisivo del presidente López Obrador, pues en 2018 el tabasqueño, a través en un “encuestazo”, desplazó a Monreal de la candidatura al Gobierno de la CDMX para imponer a Sheinbaum.

En esa ocasión el zacatecano, que precisamente gobernaba la alcaldía Cuauhtémoc, se disciplinó y aceptó ser candidato al Senado, donde actualmente preside la Junta de Coordinación Política, una relevante posición que le ha permitido cabildear y sacar acuerdos con los líderes de todos los grupos legislativos de la oposición.

Sin embargo, quienes conocen su trayectoria, aseguran que en la próxima sucesión presidencial difícilmente Monreal volvería a disciplinarse, por lo que no descartan que si en Morena le negaran esta candidatura el zacatecano repitiera el “monrealazo” de 1998, cuando ante el veto del CEN del PRI para ser postulado al gobierno de su entidad decidió renunciar al partido tricolor y aceptar la nominación del PRD, arrasando en esa elección.

Su caso obligó a posteriormente a la cúpula priista a elegir con mayor cautela a sus candidatos a otras gubernaturas. En Veracruz, por ejemplo, cuando en la sucesión estatal de 2004 intentaron frenar al entonces senador Fidel Herrera Beltrán para suceder al gobernador Miguel Alemán, un acercamiento con Monreal bastó para destrabar la candidatura priista a favor del cuenqueño.

En 2024 es posible que Monreal y Fidel vuelvan a coincidir en sus ambiciones políticas. Y es que aunque Herrera aún enfrenta un serio problema de salud, el exgobernador sigue moviendo sus peones y alfiles en Veracruz. El alcalde electo de Xalapa, Ricardo Ahued, es uno de ellos. El otro, su hijo Javier Herrera Borunda, quien controla en la entidad la franquicia del PVEM, partido que en la Cámara de Diputados será un aliado necesario para el presidente López Obrador en el segundo tramo de su sexenio.

ÚLTIMASCOLUMNAS