/ miércoles 14 de noviembre de 2018

Morena: "Renacer o desaparecer"

Comentado en este espacio, la fortaleza de las instituciones es una condición indispensable del desarrollo de los pueblos y de sus sistemas de gobernanza y regímenes de gobierno; sin embargo, en nuestro país el deterioro de alguna de ellas, causadas por las mujeres y hombres que las integran, impactan negativamente también en los derechos fundamentales y en la propia democracia.

Después de un tiempo de turbulencia en el mercado, de bajadas y subidas y de polarización, queda claro que el gobierno de AMLO será todo menos aburrido. Si ya antes ha logrado movilizar los mercados, polarizar opiniones y cambiar las calificaciones para México, lo que viene después del 1 de diciembre seguramente será épico.

Todo indica que su gobierno será como una montaña rusa. Para algunos no saber qué esperar les provocará miedo e incertidumbre, les darán ganas de vomitar con cada bajada y subida y querrán bajarse cada 5 minutos, para otros, en cambio, será pura diversión y esperanza de que la siguiente curva será mejor.

Para 2019, con los estimados con los que se está construyendo el presupuesto, se calculan 1 mil 986 millones de pesos al día de costo de la deuda, 656 millones más que los que se pagaban en 2017.

Y no sería difícil que se quedaran cortos.

La razón principal es que el costo de todos los créditos ha ido para arriba.

Y, lo peor es que no hemos llegado al techo. Hay todos los indicios de que seguirá subiendo.

En parte porque estamos en el proceso de "normalización" de la política monetaria en Estados Unidos, y en parte también porque las prevenciones de calificadoras e inversionistas respecto a los programas del futuro gobierno contribuyen también a elevar las tasas.

El problema es que los mercados internacionales y algunas calificadoras como Fitch, que cambió su perspectiva de inversión de estable a negativa, tienen poco sentido del humor, y no les gusta ese tipo de juegos. Sin embargo por lo que se ha visto hasta el momento, minimiza las inversiones y calificadoras “fifís”, porque su gobierno se basará en la serenidad y la paciencia.

El buen político es aquel que sabe medir su fuerza, utilizarla en el momento adecuado y negociar de manera efectiva con todo aquel que lo considere un interlocutor válido y serio.

Habrá que acostumbrarse a que el presidente electo cumpla sus promesas, así sean ajenas al más mínimo sentido común. Si algún inocente votante pensó cual novia, que el tabasqueño cambiaría después de casados, eso no va a suceder.

Si los empresarios pensaban que sacándose fotos con él, o produciendo un video de bienvenida lo habrían domado, estaban fuera de toda realidad. Lo mismo con padres de familia o maestros que ven que la Reforma Educativa tiene fecha de caducidad. Ternuritas.

López Obrador es el mismo que en campaña, hasta el momento no ha engañado a nadie, él está cumpliendo lo que dijo.

Este país cambió el primero de julio y hay que acostumbrarse, en el país donde la oposición está desdibujada, lamiéndose las heridas, sufriendo batallas internas y tratando de comprender porque la gente no los comprendió.

La multiplicación de los panes y los peces por el milagro de Jesús deberá repetirse ahora en el Paquete Económico 2019.

El principal tema que ocupa y preocupa al presidente electo y, por supuesto, a los senadores y diputados de Morena, quienes por cierto lucen a veces desconcertados, es la aprobación del Presupuesto y Ley de Ingresos, debido a que a pesar de los buenos deseos y optimismo, no hay forma de cubrir los diferentes programas que quieren echar a andar.

Los programas insignia del tabasqueño el de los adultos mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida se fondearán, sin embargo otros programas como las participaciones a los gobiernos estatales serán ajustadas a la baja.

Estos tres programas requieren más de 250 mil millones de pesos.

La inflación para 2019 será el indicador que más movimiento tendrá en razón, precisamente, a las altas en las tasas de interés, devaluación y precios internacionales de los energéticos.

Hay que vivir con las permanentes ocurrencias de los legisladores que un día quieren quitarle su autonomía a los órganos reguladores en materia energética y al otro, echar mano de las reservas internacionales para programas sociales.

Así pues, amable lector, si bien no hay peor temor que el que se tiene a lo desconocido, es momento de abrocharse los cinturones, encomendarse al santo de su preferencia, ponerse flojito y cooperando y confiar en que este viaje de seis años sea lo que el país quiere y necesita.


Comentado en este espacio, la fortaleza de las instituciones es una condición indispensable del desarrollo de los pueblos y de sus sistemas de gobernanza y regímenes de gobierno; sin embargo, en nuestro país el deterioro de alguna de ellas, causadas por las mujeres y hombres que las integran, impactan negativamente también en los derechos fundamentales y en la propia democracia.

Después de un tiempo de turbulencia en el mercado, de bajadas y subidas y de polarización, queda claro que el gobierno de AMLO será todo menos aburrido. Si ya antes ha logrado movilizar los mercados, polarizar opiniones y cambiar las calificaciones para México, lo que viene después del 1 de diciembre seguramente será épico.

Todo indica que su gobierno será como una montaña rusa. Para algunos no saber qué esperar les provocará miedo e incertidumbre, les darán ganas de vomitar con cada bajada y subida y querrán bajarse cada 5 minutos, para otros, en cambio, será pura diversión y esperanza de que la siguiente curva será mejor.

Para 2019, con los estimados con los que se está construyendo el presupuesto, se calculan 1 mil 986 millones de pesos al día de costo de la deuda, 656 millones más que los que se pagaban en 2017.

Y no sería difícil que se quedaran cortos.

La razón principal es que el costo de todos los créditos ha ido para arriba.

Y, lo peor es que no hemos llegado al techo. Hay todos los indicios de que seguirá subiendo.

En parte porque estamos en el proceso de "normalización" de la política monetaria en Estados Unidos, y en parte también porque las prevenciones de calificadoras e inversionistas respecto a los programas del futuro gobierno contribuyen también a elevar las tasas.

El problema es que los mercados internacionales y algunas calificadoras como Fitch, que cambió su perspectiva de inversión de estable a negativa, tienen poco sentido del humor, y no les gusta ese tipo de juegos. Sin embargo por lo que se ha visto hasta el momento, minimiza las inversiones y calificadoras “fifís”, porque su gobierno se basará en la serenidad y la paciencia.

El buen político es aquel que sabe medir su fuerza, utilizarla en el momento adecuado y negociar de manera efectiva con todo aquel que lo considere un interlocutor válido y serio.

Habrá que acostumbrarse a que el presidente electo cumpla sus promesas, así sean ajenas al más mínimo sentido común. Si algún inocente votante pensó cual novia, que el tabasqueño cambiaría después de casados, eso no va a suceder.

Si los empresarios pensaban que sacándose fotos con él, o produciendo un video de bienvenida lo habrían domado, estaban fuera de toda realidad. Lo mismo con padres de familia o maestros que ven que la Reforma Educativa tiene fecha de caducidad. Ternuritas.

López Obrador es el mismo que en campaña, hasta el momento no ha engañado a nadie, él está cumpliendo lo que dijo.

Este país cambió el primero de julio y hay que acostumbrarse, en el país donde la oposición está desdibujada, lamiéndose las heridas, sufriendo batallas internas y tratando de comprender porque la gente no los comprendió.

La multiplicación de los panes y los peces por el milagro de Jesús deberá repetirse ahora en el Paquete Económico 2019.

El principal tema que ocupa y preocupa al presidente electo y, por supuesto, a los senadores y diputados de Morena, quienes por cierto lucen a veces desconcertados, es la aprobación del Presupuesto y Ley de Ingresos, debido a que a pesar de los buenos deseos y optimismo, no hay forma de cubrir los diferentes programas que quieren echar a andar.

Los programas insignia del tabasqueño el de los adultos mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida se fondearán, sin embargo otros programas como las participaciones a los gobiernos estatales serán ajustadas a la baja.

Estos tres programas requieren más de 250 mil millones de pesos.

La inflación para 2019 será el indicador que más movimiento tendrá en razón, precisamente, a las altas en las tasas de interés, devaluación y precios internacionales de los energéticos.

Hay que vivir con las permanentes ocurrencias de los legisladores que un día quieren quitarle su autonomía a los órganos reguladores en materia energética y al otro, echar mano de las reservas internacionales para programas sociales.

Así pues, amable lector, si bien no hay peor temor que el que se tiene a lo desconocido, es momento de abrocharse los cinturones, encomendarse al santo de su preferencia, ponerse flojito y cooperando y confiar en que este viaje de seis años sea lo que el país quiere y necesita.