/ miércoles 6 de octubre de 2021

Morena y la carrera por la gubernatura

Es una tradición en la vida política nacional, instaurada probablemente desde los tiempos del priismo: la carrera por la Presidencia, por las gubernaturas y hasta por las alcaldías.

Inicia justo en el momento en que el gobernante en funciones baja el brazo después de decir “¡sí, protesto!”. En Veracruz pareciera que es muy temprano para las expresiones de los aspirantes a suceder a Cuitláhuac García; sin embargo, al actual gobierno estatal ya se le fue la mitad del periodo constitucional, que terminará en diciembre de 2024. La carrera por la sucesión en Veracruz está en marcha y todos los protagonistas comienzan a ubicarse: en Morena, por ejemplo, muy difícilmente alguien podría disputarle la candidatura, después del espaldarazo presidencial, a la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, amiga cercana de López Obrador.

No ha levantado la mano de manera formal, pero las expresiones de apoyo, los destapes de sus aliados en el morenismo, no son producto de la casualidad; obedecen a una estrategia articulada para posicionar la imagen rumbo a la contienda por suceder a García Jiménez. El primero en referirse a Nahle García como la carta fuerte de Morena para el 2024 fue el ex diputado federal y ex candidato a la alcaldía del Puerto de Veracruz, Ricardo Exsome Zapata; luego llegaron en cascada los pronunciamientos del diputado Gómez Cazarín, presidente de la Jucopo; de Juan Martínez, alcalde electo de Córdoba; y de muchos otros personajes del partido.

El secretario de Gobierno de Veracruz, Eric Cisneros Burgos, fue cuidadoso, pero el hecho de aparecer con Nahle en un espacio público deja entrever su afinidad al proyecto de la titular de Sener. Y al igual que lo hicieron Miguel Alemán, Erivuel Ávila, José Narro, Joel Ramírez y muchos otros políticos nacionales, Rocío Nahle recurrió a la vieja frase del no me encarto, ni me descarto, haciendo referencia a sus aspiraciones por la gubernatura; sin embargo, también aclaró que está enfocada a impulsar las reformas de López Obrador.

La mujer está perfilada para representar a Morena en la contienda de 2024 en la entidad; sería la primera en ser postulada por un partido político fuerte; antes que ella, buscaron el cargo, July Sheridan y Alba Leonila Méndez, por Panal y PT, pero ninguna de las dos tuvo posibilidades de competir. En general, a Rocío Nahle ya se le percibe como la contendiente a vencer en dicho proceso; sin embargo, ello no le asegura la candidatura de su partido, dado que en los dos años que faltan, cualquier cosa podría ocurrir, lo que abriría la puerta para un bateador emergente; el propio Eric Cisneros sería una posibilidad; al igual que el alcalde electo de Xalapa, Ricardo Ahued; el delegado de la Secretaría del Bienestar, Manuel Huerta; y el titular de la SEV, Zenyazen Escobar, quien se perfilaría como la posible carta del grupo cercano al actual gobernador.

Como sea, ante una desarticulada oposición, Morena se perfilaría para conservar la posición estatal, aunque ello dependerá de cómo le vaya, en términos de imagen, al gobierno federal en el cierre; y qué tan desgastado llegue a 2023 y 2024.

En las carreras de caballos, casi siempre gana el que sale primero y con más bríos del partidero; en la contienda por la gubernatura, Rocío Nahle ya arrancó, en tanto que los otros posibles contendientes siguen dormidos.

Es una tradición en la vida política nacional, instaurada probablemente desde los tiempos del priismo: la carrera por la Presidencia, por las gubernaturas y hasta por las alcaldías.

Inicia justo en el momento en que el gobernante en funciones baja el brazo después de decir “¡sí, protesto!”. En Veracruz pareciera que es muy temprano para las expresiones de los aspirantes a suceder a Cuitláhuac García; sin embargo, al actual gobierno estatal ya se le fue la mitad del periodo constitucional, que terminará en diciembre de 2024. La carrera por la sucesión en Veracruz está en marcha y todos los protagonistas comienzan a ubicarse: en Morena, por ejemplo, muy difícilmente alguien podría disputarle la candidatura, después del espaldarazo presidencial, a la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, amiga cercana de López Obrador.

No ha levantado la mano de manera formal, pero las expresiones de apoyo, los destapes de sus aliados en el morenismo, no son producto de la casualidad; obedecen a una estrategia articulada para posicionar la imagen rumbo a la contienda por suceder a García Jiménez. El primero en referirse a Nahle García como la carta fuerte de Morena para el 2024 fue el ex diputado federal y ex candidato a la alcaldía del Puerto de Veracruz, Ricardo Exsome Zapata; luego llegaron en cascada los pronunciamientos del diputado Gómez Cazarín, presidente de la Jucopo; de Juan Martínez, alcalde electo de Córdoba; y de muchos otros personajes del partido.

El secretario de Gobierno de Veracruz, Eric Cisneros Burgos, fue cuidadoso, pero el hecho de aparecer con Nahle en un espacio público deja entrever su afinidad al proyecto de la titular de Sener. Y al igual que lo hicieron Miguel Alemán, Erivuel Ávila, José Narro, Joel Ramírez y muchos otros políticos nacionales, Rocío Nahle recurrió a la vieja frase del no me encarto, ni me descarto, haciendo referencia a sus aspiraciones por la gubernatura; sin embargo, también aclaró que está enfocada a impulsar las reformas de López Obrador.

La mujer está perfilada para representar a Morena en la contienda de 2024 en la entidad; sería la primera en ser postulada por un partido político fuerte; antes que ella, buscaron el cargo, July Sheridan y Alba Leonila Méndez, por Panal y PT, pero ninguna de las dos tuvo posibilidades de competir. En general, a Rocío Nahle ya se le percibe como la contendiente a vencer en dicho proceso; sin embargo, ello no le asegura la candidatura de su partido, dado que en los dos años que faltan, cualquier cosa podría ocurrir, lo que abriría la puerta para un bateador emergente; el propio Eric Cisneros sería una posibilidad; al igual que el alcalde electo de Xalapa, Ricardo Ahued; el delegado de la Secretaría del Bienestar, Manuel Huerta; y el titular de la SEV, Zenyazen Escobar, quien se perfilaría como la posible carta del grupo cercano al actual gobernador.

Como sea, ante una desarticulada oposición, Morena se perfilaría para conservar la posición estatal, aunque ello dependerá de cómo le vaya, en términos de imagen, al gobierno federal en el cierre; y qué tan desgastado llegue a 2023 y 2024.

En las carreras de caballos, casi siempre gana el que sale primero y con más bríos del partidero; en la contienda por la gubernatura, Rocío Nahle ya arrancó, en tanto que los otros posibles contendientes siguen dormidos.