/ domingo 24 de octubre de 2021

Morena y la UNAM

Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador arremetiera en contra de las universidades públicas, al recriminar que hasta la UNAM se volvió “individualista” y “defensora de los proyectos neoliberales”, perdiendo “su esencia de formación de cuadros, de profesionales para servir al pueblo”, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, que aspira a sucederlo en 2024, se sumó de inmediato al mismo reclamo al afirmar que “como universitaria también tengo mis propias críticas a la Universidad”.

En cambio, el senador Ricardo Monreal, aunque dijo que “no me voy a confrontar nunca con el Presidente, es una opinión que respeto mucho”, sí remarcó que él fue formado en esta universidad, de la que también es catedrático, por lo que afirmó que “siempre me pondré del lado de la UNAM, siempre”.

Inclusive su suplente, Alejandro Rojas Díaz Durán, publicó este sábado en Twitter que “si queremos una UNAM más libre y autónoma, deberíamos duplicarle el presupuesto”.

“Que los legisladores de Morena lo corrijan en favor de la comunidad universitaria y del pueblo de México. Eso sí sería una decisión de izquierda y progresista. ¿Lo harán?”, lanzó la interrogante el suplente del zacatecano, quien al igual que Monreal ha venido exigiendo “piso parejo” y que se elija mediante elección interna y no por encuesta al candidato obradorista a la Presidencia de la República en 2024.

Otro de los presidenciables que se vio obligado a fijar su posición fue el doctor Juan Ramón de la Fuente, exrector de la UNAM (1999-2007) y actual embajador de México ante la ONU –incluido por López Obrador en su lista de precandidatos de Morena para sucederlo–, quien declaró que “no tenemos que estar de acuerdo en todo ni sobrerreaccionar a la crítica”.

“El espíritu crítico forma parte de la naturaleza de la Universidad. De hecho, revisar periódicamente, con ojo crítico y autocrítico, lo que hacemos o dejamos de hacer los universitarios, es una práctica frecuente que no debe abandonarse. La crítica se cultiva en todas las universidades públicas y en los espacios académicos de casi todo el mundo”, afirmó el exsecretario de Salud en la administración priista del expresidente Ernesto Zedillo.

Pero en la UNAM hay destacados cuadros académicos muy identificados con el régimen de la 4T que encabeza el presidente López Obrador. Uno de ellos es precisamente John Ackerman, quien dirige el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad.

Ackerman, quien es esposo de la exsecretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, fue muy criticado el año pasado por haber recibido para este programa cerca de 6 millones de pesos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en el que es responsable técnico del proyecto Democracia, Culturas Políticas y Redes Sociodigitales en una era de Transformación Social. El académico norteamericano naturalizado mexicano aclaró que él “no recibió los recursos, sino la institución a la que se encuentra adscrito, en este caso la Coordinación de Humanidades en la UNAM”.

Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador arremetiera en contra de las universidades públicas, al recriminar que hasta la UNAM se volvió “individualista” y “defensora de los proyectos neoliberales”, perdiendo “su esencia de formación de cuadros, de profesionales para servir al pueblo”, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, que aspira a sucederlo en 2024, se sumó de inmediato al mismo reclamo al afirmar que “como universitaria también tengo mis propias críticas a la Universidad”.

En cambio, el senador Ricardo Monreal, aunque dijo que “no me voy a confrontar nunca con el Presidente, es una opinión que respeto mucho”, sí remarcó que él fue formado en esta universidad, de la que también es catedrático, por lo que afirmó que “siempre me pondré del lado de la UNAM, siempre”.

Inclusive su suplente, Alejandro Rojas Díaz Durán, publicó este sábado en Twitter que “si queremos una UNAM más libre y autónoma, deberíamos duplicarle el presupuesto”.

“Que los legisladores de Morena lo corrijan en favor de la comunidad universitaria y del pueblo de México. Eso sí sería una decisión de izquierda y progresista. ¿Lo harán?”, lanzó la interrogante el suplente del zacatecano, quien al igual que Monreal ha venido exigiendo “piso parejo” y que se elija mediante elección interna y no por encuesta al candidato obradorista a la Presidencia de la República en 2024.

Otro de los presidenciables que se vio obligado a fijar su posición fue el doctor Juan Ramón de la Fuente, exrector de la UNAM (1999-2007) y actual embajador de México ante la ONU –incluido por López Obrador en su lista de precandidatos de Morena para sucederlo–, quien declaró que “no tenemos que estar de acuerdo en todo ni sobrerreaccionar a la crítica”.

“El espíritu crítico forma parte de la naturaleza de la Universidad. De hecho, revisar periódicamente, con ojo crítico y autocrítico, lo que hacemos o dejamos de hacer los universitarios, es una práctica frecuente que no debe abandonarse. La crítica se cultiva en todas las universidades públicas y en los espacios académicos de casi todo el mundo”, afirmó el exsecretario de Salud en la administración priista del expresidente Ernesto Zedillo.

Pero en la UNAM hay destacados cuadros académicos muy identificados con el régimen de la 4T que encabeza el presidente López Obrador. Uno de ellos es precisamente John Ackerman, quien dirige el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad.

Ackerman, quien es esposo de la exsecretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, fue muy criticado el año pasado por haber recibido para este programa cerca de 6 millones de pesos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en el que es responsable técnico del proyecto Democracia, Culturas Políticas y Redes Sociodigitales en una era de Transformación Social. El académico norteamericano naturalizado mexicano aclaró que él “no recibió los recursos, sino la institución a la que se encuentra adscrito, en este caso la Coordinación de Humanidades en la UNAM”.

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