/ martes 14 de diciembre de 2021

Morena y su gobierno de la opacidad

Desde hace tres años que inició este gobierno de la mal llamada Cuarta Transformación, se habló de una incansable lucha contra la corrupción y el presidente de este país emprendió una persecución y acusaciones en contra de instituciones, fideicomisos, obras ya encaminadas y contra a quienes él llamó sus “adversarios”; todo esto sin pruebas.

Y mientras él lanza insultos, ofensas y un sinnúmero de agravios, al hablar de su lucha contra la corrupción y, a su vez, provocando más polarización, no hay día donde queda exhibido cómo su gabinete, amigos cercanos e integrantes de su familia dan una muestra de la mayor corrupción que se está viviendo en este gobierno.

Y por si esto no fuera poco, ocupa su poder para imponer un “decretazo”, donde puntualiza que ya no habrá transparencia, no veremos cómo realizan las licitaciones, habrá todavía más adjudicaciones directas y todo bajo el pretexto de una falsa “seguridad nacional”; sin duda, la pasión del Presidente es la opacidad.

El mes pasado que salió publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el hoy conocido como “decretazo”, la oposición integrada por 53 senadores del PAN, PRI, PRD y la bancada plural, le solicitamos a presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara Alta, Olga Sánchez Cordero, admitir la solicitud para promover una controversia constitucional contra dicho "decretazo". Pero la respuesta de la exsecretaria de Gobernación fue negativa y tal parece que la ministra en retiro dejó de un lado la Constitución y hoy como parte de esta 4T, obedeció lo instruido por el inquilino de Palacio Nacional y sólo se limitó en decir que: “la presentación de una controversia es improcedente, pues, en mi opinión, es inexistente el principio de agravio respecto del Senado. Lo anterior no implica que el acuerdo no pueda ser sujeto de revisión judicial”. Lo inconcebible, estimado lector, fue que una mujer con toda la experiencia en leyes y que como senadora de la República juró guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen, hoy se presta a no respetar las facultades del Congreso de la Unión y permitir que se asignen servicios y adjudicaciones sin licitación, todo de forma directa.

Y me dirijo con la mejor intención, no piensen que quiero agredir a una mujer, a una dama respetable, a una profesionista reconocida; solo quiero decirle a la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, aquella que tiene los conocimientos y la autoridad, que evite que los mexicanos sigan siendo las víctimas del autoritarismo de la 4T.

Aprovecho este espacio y nuevamente le hago un llamado enérgico, pero respetuoso, a la otrora ministra, que se sume a la causa para evitar que se violen los derechos de amparo y transparencia de la información gubernamental, y que como conocedora de nuestra Carta Magna, no permita que sigan transgrediendo la ley. Y hago otro llamado a los integrantes de la 4T y a sus aliados a que no olviden que representan a una población que cree y confía en ustedes, no sólo están a las órdenes de su líder partidistas. Los senadores y diputados somos la voz de la ciudadanía, estamos a la disposición de nuestros representados, no a los caprichos, ocurrencias o instrucciones del Presidente. Por otra parte, también quiero reconocer el trabajo que ha venido realizando el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), que continúa trabajando con la “controversia constitucional” para evitar que este gobierno de la opacidad reserve por “seguridad nacional” toda la información de obras y proyectos de la administración morenista.

Los apoyaremos porque nuestro compromiso es trabajar a favor de todos los mexicanos e impedir que las ocurrencias del gobernante en turno sigan pisoteando la Constitución, para seguir con sus obras y proyectos mal planeados, que no sólo afectan la economía, sino también el medio ambiente. Nadie por encima de la ley, ni Morena ni su “decretazo”.

(*) Senador por Veracruz. PAN

Desde hace tres años que inició este gobierno de la mal llamada Cuarta Transformación, se habló de una incansable lucha contra la corrupción y el presidente de este país emprendió una persecución y acusaciones en contra de instituciones, fideicomisos, obras ya encaminadas y contra a quienes él llamó sus “adversarios”; todo esto sin pruebas.

Y mientras él lanza insultos, ofensas y un sinnúmero de agravios, al hablar de su lucha contra la corrupción y, a su vez, provocando más polarización, no hay día donde queda exhibido cómo su gabinete, amigos cercanos e integrantes de su familia dan una muestra de la mayor corrupción que se está viviendo en este gobierno.

Y por si esto no fuera poco, ocupa su poder para imponer un “decretazo”, donde puntualiza que ya no habrá transparencia, no veremos cómo realizan las licitaciones, habrá todavía más adjudicaciones directas y todo bajo el pretexto de una falsa “seguridad nacional”; sin duda, la pasión del Presidente es la opacidad.

El mes pasado que salió publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el hoy conocido como “decretazo”, la oposición integrada por 53 senadores del PAN, PRI, PRD y la bancada plural, le solicitamos a presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara Alta, Olga Sánchez Cordero, admitir la solicitud para promover una controversia constitucional contra dicho "decretazo". Pero la respuesta de la exsecretaria de Gobernación fue negativa y tal parece que la ministra en retiro dejó de un lado la Constitución y hoy como parte de esta 4T, obedeció lo instruido por el inquilino de Palacio Nacional y sólo se limitó en decir que: “la presentación de una controversia es improcedente, pues, en mi opinión, es inexistente el principio de agravio respecto del Senado. Lo anterior no implica que el acuerdo no pueda ser sujeto de revisión judicial”. Lo inconcebible, estimado lector, fue que una mujer con toda la experiencia en leyes y que como senadora de la República juró guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen, hoy se presta a no respetar las facultades del Congreso de la Unión y permitir que se asignen servicios y adjudicaciones sin licitación, todo de forma directa.

Y me dirijo con la mejor intención, no piensen que quiero agredir a una mujer, a una dama respetable, a una profesionista reconocida; solo quiero decirle a la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, aquella que tiene los conocimientos y la autoridad, que evite que los mexicanos sigan siendo las víctimas del autoritarismo de la 4T.

Aprovecho este espacio y nuevamente le hago un llamado enérgico, pero respetuoso, a la otrora ministra, que se sume a la causa para evitar que se violen los derechos de amparo y transparencia de la información gubernamental, y que como conocedora de nuestra Carta Magna, no permita que sigan transgrediendo la ley. Y hago otro llamado a los integrantes de la 4T y a sus aliados a que no olviden que representan a una población que cree y confía en ustedes, no sólo están a las órdenes de su líder partidistas. Los senadores y diputados somos la voz de la ciudadanía, estamos a la disposición de nuestros representados, no a los caprichos, ocurrencias o instrucciones del Presidente. Por otra parte, también quiero reconocer el trabajo que ha venido realizando el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), que continúa trabajando con la “controversia constitucional” para evitar que este gobierno de la opacidad reserve por “seguridad nacional” toda la información de obras y proyectos de la administración morenista.

Los apoyaremos porque nuestro compromiso es trabajar a favor de todos los mexicanos e impedir que las ocurrencias del gobernante en turno sigan pisoteando la Constitución, para seguir con sus obras y proyectos mal planeados, que no sólo afectan la economía, sino también el medio ambiente. Nadie por encima de la ley, ni Morena ni su “decretazo”.

(*) Senador por Veracruz. PAN