/ lunes 4 de julio de 2022

Morena y sus monumentos

En lo que va de este sexenio, en muchas ocasiones el presidente ha presumido que su gobierno se caracteriza por la transparencia que tiene, que toda la información sobre su administración es pública.

Pero en lo que va de su gestión, tanto su mandato, como sus obras insignias son polémicas por las irregularidades en las que se conducen.

Pero tal y como reza el refrán que, “del dicho al hecho hay mucho trecho. Y es que la semana pasada, el ejecutivo federal, inauguró su segunda obra emblema, tal y como fue la primera, el Aeropuerto Felipe Ángeles, así fue, el mismo actuar con la refinería Olmeca, incompleta, entre denuncias, irregularidades y mucha opacidad.

Al cortar el listón de la refinería ubicada en Dos Bocas, Tabasco, el mandatario federal calificó la apertura como “un sueño convertido en realidad”, donde informó que se producirá los 340 mil barriles de gasolinas y con ellos se logrará la autosuficiencia en combustibles hacia finales de 2023. Es decir, la refinería que “inauguraron”, está incompleta y todavía le faltan 3 años para poder terminarla, además que, la Auditoría Superior de la Federación, ha detectado diversas irregularidades que van desde el inicio de obras sin Manifestación de Impacto Ambiental, deficiencia, opacidad y pagos injustificados a empresas fantasmas.

Por sus obras los conoceréis, dice el proverbio bíblico, así como pasó con el AIFA, que fue inaugurado con todo y falla de energía eléctrica, fallas en los sanitarios, con locales comerciales incompletos, falta de transporte eficaz y accesible para el aeropuerto, y sin certificaciones, ni vuelos internacionales, fue el mismo patrón a seguir con la refinería “Olmeca”.

También conocida como “Dos Bocas”, esta refinería no tiene fecha clara para producir gasolinas y a tres años de su construcción, el propio Presidente reconoció que el gasto de su magna obra, la cual nos va “asegurar” la “autosuficiencia energética”, tuvo un aumento de hasta 12 mil millones de dólares, es decir, un 50 por ciento más de los 8 mil millones que se planearon originalmente.

Y todavía, pese al gasto exagerado de dicha obra, todo el clan de la 4T, fue a celebrar la “apertura”, donde estuvieron los gobernadores de Tabasco, Oaxaca, Chiapas, Campeche, la jefa de Gobierno de la CDMX, y casi todos los integrantes del gabinete federal, prestándose al “estreno” de una empresa que si bien, empezará a medio producir cuando el presidente ya esté descansando en su rancho de Palenque, Chiapas. Si bien, la simulación de la Refinería Olmeca, no tiene fecha para comenzar su producción, pero fue el monumento perfecto para el arranque de campaña de la hoy Secretaria de Energía, quien se augura muy pronto dejará el cargo para hacer campaña en Veracruz, dejando a los mexicanos una obra llena de opacidad, con un enorme sobrecosto y el derroche de presupuesto para una nueva refinería, que tal vez nunca funcionará.

Cuando pasamos de los dichos a los hechos, podemos ver que las obras de la 4T, son puros simbolismos, carecen de transparencia e información disponible para que los ciudadanos sepan con precisión cuánto se ha gastado, cuánto ha costado la construcción y operación tanto de la refinería, como del aeropuerto.

Hoy estamos ante unos monumentos que ha construido Morena, llenos de opacidad y que no generan ni producen nada, solo inauguran obras simbólicamente, y ese es el reflejo de su gobierno, un gobierno simbólico, llenos de espectros y fantasmas.

Este gobierno nos dejará puros elefantes blancos, trenes que únicamente están en la imaginación de unos cuantos, la ilusión de 100 universidades que presumieron construir, espejismos de sucursales de bancos del bienestar, la fantasía de un aeropuerto que no funciona y ahora la utopía de una refinería vacía que no refinará.

(*) Coordinador de los senadores del PAN

En lo que va de este sexenio, en muchas ocasiones el presidente ha presumido que su gobierno se caracteriza por la transparencia que tiene, que toda la información sobre su administración es pública.

Pero en lo que va de su gestión, tanto su mandato, como sus obras insignias son polémicas por las irregularidades en las que se conducen.

Pero tal y como reza el refrán que, “del dicho al hecho hay mucho trecho. Y es que la semana pasada, el ejecutivo federal, inauguró su segunda obra emblema, tal y como fue la primera, el Aeropuerto Felipe Ángeles, así fue, el mismo actuar con la refinería Olmeca, incompleta, entre denuncias, irregularidades y mucha opacidad.

Al cortar el listón de la refinería ubicada en Dos Bocas, Tabasco, el mandatario federal calificó la apertura como “un sueño convertido en realidad”, donde informó que se producirá los 340 mil barriles de gasolinas y con ellos se logrará la autosuficiencia en combustibles hacia finales de 2023. Es decir, la refinería que “inauguraron”, está incompleta y todavía le faltan 3 años para poder terminarla, además que, la Auditoría Superior de la Federación, ha detectado diversas irregularidades que van desde el inicio de obras sin Manifestación de Impacto Ambiental, deficiencia, opacidad y pagos injustificados a empresas fantasmas.

Por sus obras los conoceréis, dice el proverbio bíblico, así como pasó con el AIFA, que fue inaugurado con todo y falla de energía eléctrica, fallas en los sanitarios, con locales comerciales incompletos, falta de transporte eficaz y accesible para el aeropuerto, y sin certificaciones, ni vuelos internacionales, fue el mismo patrón a seguir con la refinería “Olmeca”.

También conocida como “Dos Bocas”, esta refinería no tiene fecha clara para producir gasolinas y a tres años de su construcción, el propio Presidente reconoció que el gasto de su magna obra, la cual nos va “asegurar” la “autosuficiencia energética”, tuvo un aumento de hasta 12 mil millones de dólares, es decir, un 50 por ciento más de los 8 mil millones que se planearon originalmente.

Y todavía, pese al gasto exagerado de dicha obra, todo el clan de la 4T, fue a celebrar la “apertura”, donde estuvieron los gobernadores de Tabasco, Oaxaca, Chiapas, Campeche, la jefa de Gobierno de la CDMX, y casi todos los integrantes del gabinete federal, prestándose al “estreno” de una empresa que si bien, empezará a medio producir cuando el presidente ya esté descansando en su rancho de Palenque, Chiapas. Si bien, la simulación de la Refinería Olmeca, no tiene fecha para comenzar su producción, pero fue el monumento perfecto para el arranque de campaña de la hoy Secretaria de Energía, quien se augura muy pronto dejará el cargo para hacer campaña en Veracruz, dejando a los mexicanos una obra llena de opacidad, con un enorme sobrecosto y el derroche de presupuesto para una nueva refinería, que tal vez nunca funcionará.

Cuando pasamos de los dichos a los hechos, podemos ver que las obras de la 4T, son puros simbolismos, carecen de transparencia e información disponible para que los ciudadanos sepan con precisión cuánto se ha gastado, cuánto ha costado la construcción y operación tanto de la refinería, como del aeropuerto.

Hoy estamos ante unos monumentos que ha construido Morena, llenos de opacidad y que no generan ni producen nada, solo inauguran obras simbólicamente, y ese es el reflejo de su gobierno, un gobierno simbólico, llenos de espectros y fantasmas.

Este gobierno nos dejará puros elefantes blancos, trenes que únicamente están en la imaginación de unos cuantos, la ilusión de 100 universidades que presumieron construir, espejismos de sucursales de bancos del bienestar, la fantasía de un aeropuerto que no funciona y ahora la utopía de una refinería vacía que no refinará.

(*) Coordinador de los senadores del PAN