/ lunes 2 de noviembre de 2020

Mujeres de la 4T

Hay en la 4T de Veracruz trío de mujeres políticas con frases icónicas, simbólicas y memorables.

La Fiscal General con su filosofía política de "Aquí mando yo". La exmagistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, TSJ, Sofía Martínez, destituida la semana anterior, con su frase: "Este es mi Tribunal".

Y la diputada federal, Dorheny García, con su filosofía política y social: "Estaré donde me requiera la patria", soldados de la patria, siervos de la nación que los morenistas se creen y están seguros.

El trío, en el poder estatal. Como Indira Rosales San Román fuera en la yunicidad como secretaria de Desarrollo Social y Senadora de la República. Anilú Ingram, diputada local y federal, directora de Radio, en el duartazgo. Y Carolina Gudiño Corro, directora del Instituto de la Mujer, diputada local y federal y presidenta municipal de Veracruz en el fidelismo.

Por desventura, el tiempo de Sofía Martínez en el TSJ, duró poco y la bajaron del caballo. Pero al mismo tiempo, estableció un parteaguas. Se volvió incómoda para la 4T, la purificación moral, la honestidad valiente y la austeridad republicana, y ni modo, a la mitad del río la tumbaron del caballo brioso y bronco.

El trío de frases célebres manifiesta el ejercicio personal del poder. La filosofía política y social de un sexenio. Tiempo cuando, y por lo regular, encaramados en la cima, los políticos ocupan la silla embrujada del palacio y pierden el piso.

De entrada, reproducirían la sentencia bíblica de Wharol de que los seres humanos tienen quince minutos de fama en sus vidas.

Guillermo Prieto, con su frase de "Va mi espada en prenda y voy por ella" defendiendo a Benito Juárez, quedó reducido a la nada, en el limbo con la fraseología de la diputada Dorheny García de que "estaré donde la patria me requiera".

La patria es una sola persona. El góber machetero. El góber, por ejemplo, la puso en la curul federal. Y desde ahora sueña con el cargo público siguiente.

Y es la presidencia municipal de Xalapa, donde enfrentará en la contienda interna a la directora del Instituto de Pensiones, ex diputada local, Daniela Griego, y quien como tiene un gato en su oficina que vela su sueño, entonces, más de siete vidas tendrá como ósmosis, buen karma, mejor vibra.

"Aquí mando yo" es la frase universal de todos los tiempos. El sueño alcanzado de una abogada, pero también, de una reina de belleza en su pueblo para atender el desafío más grande en Veracruz como es la procuración de justicia.

Cierto, en todas y cada una de las dependencias oficiales, cada jefe máximo gobierna, dispone, decide, impone, manda.

Antes, en los sexenios priistas, las fotos del presidente de la república, el gobernador y el presidente municipal colgaban en cada una de las oficinas del gobierno.

Por encima, incluso, de la Virgencita de Guadalupe y Juan Diego, el indito milagroso.

Ahora, se entiende, la escenografía en las oficinas fue modificada. Incluso, al grado extremo. Horas antes de su caída, la presidenta del TSJ lo gritoneaba de la siguiente manera: "Es mi Tribunal".

Y con todo, cayó. Se creyó más que el jefe. Pensó que como un tipo de pájaros podía tirar a las escopetas. La soberbia y la arrogancia la empinaron. Ella cavó su propia sepultura.

Hay en la 4T de Veracruz trío de mujeres políticas con frases icónicas, simbólicas y memorables.

La Fiscal General con su filosofía política de "Aquí mando yo". La exmagistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, TSJ, Sofía Martínez, destituida la semana anterior, con su frase: "Este es mi Tribunal".

Y la diputada federal, Dorheny García, con su filosofía política y social: "Estaré donde me requiera la patria", soldados de la patria, siervos de la nación que los morenistas se creen y están seguros.

El trío, en el poder estatal. Como Indira Rosales San Román fuera en la yunicidad como secretaria de Desarrollo Social y Senadora de la República. Anilú Ingram, diputada local y federal, directora de Radio, en el duartazgo. Y Carolina Gudiño Corro, directora del Instituto de la Mujer, diputada local y federal y presidenta municipal de Veracruz en el fidelismo.

Por desventura, el tiempo de Sofía Martínez en el TSJ, duró poco y la bajaron del caballo. Pero al mismo tiempo, estableció un parteaguas. Se volvió incómoda para la 4T, la purificación moral, la honestidad valiente y la austeridad republicana, y ni modo, a la mitad del río la tumbaron del caballo brioso y bronco.

El trío de frases célebres manifiesta el ejercicio personal del poder. La filosofía política y social de un sexenio. Tiempo cuando, y por lo regular, encaramados en la cima, los políticos ocupan la silla embrujada del palacio y pierden el piso.

De entrada, reproducirían la sentencia bíblica de Wharol de que los seres humanos tienen quince minutos de fama en sus vidas.

Guillermo Prieto, con su frase de "Va mi espada en prenda y voy por ella" defendiendo a Benito Juárez, quedó reducido a la nada, en el limbo con la fraseología de la diputada Dorheny García de que "estaré donde la patria me requiera".

La patria es una sola persona. El góber machetero. El góber, por ejemplo, la puso en la curul federal. Y desde ahora sueña con el cargo público siguiente.

Y es la presidencia municipal de Xalapa, donde enfrentará en la contienda interna a la directora del Instituto de Pensiones, ex diputada local, Daniela Griego, y quien como tiene un gato en su oficina que vela su sueño, entonces, más de siete vidas tendrá como ósmosis, buen karma, mejor vibra.

"Aquí mando yo" es la frase universal de todos los tiempos. El sueño alcanzado de una abogada, pero también, de una reina de belleza en su pueblo para atender el desafío más grande en Veracruz como es la procuración de justicia.

Cierto, en todas y cada una de las dependencias oficiales, cada jefe máximo gobierna, dispone, decide, impone, manda.

Antes, en los sexenios priistas, las fotos del presidente de la república, el gobernador y el presidente municipal colgaban en cada una de las oficinas del gobierno.

Por encima, incluso, de la Virgencita de Guadalupe y Juan Diego, el indito milagroso.

Ahora, se entiende, la escenografía en las oficinas fue modificada. Incluso, al grado extremo. Horas antes de su caída, la presidenta del TSJ lo gritoneaba de la siguiente manera: "Es mi Tribunal".

Y con todo, cayó. Se creyó más que el jefe. Pensó que como un tipo de pájaros podía tirar a las escopetas. La soberbia y la arrogancia la empinaron. Ella cavó su propia sepultura.

ÚLTIMASCOLUMNAS
viernes 18 de diciembre de 2020

Buenos y malos

Luis Velázquez Rivera

miércoles 16 de diciembre de 2020

Siguen dedazos

Luis Velázquez Rivera

domingo 13 de diciembre de 2020

Policías emboscados

Luis Velázquez Rivera

sábado 12 de diciembre de 2020

Populismo educativo

Luis Velázquez Rivera

martes 08 de diciembre de 2020

Ordeñar la vaca

Luis Velázquez Rivera

domingo 06 de diciembre de 2020

La lista negra

Luis Velázquez Rivera

viernes 04 de diciembre de 2020

Pareja igualitaria

Luis Velázquez Rivera

domingo 29 de noviembre de 2020

Tache en la UV

Luis Velázquez Rivera

Cargar Más