/ viernes 14 de febrero de 2020

Nadie escapa de la justicia divina…

A Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex y antes que todo, amigo entrañable del expresidente Enrique Peña Nieto, le ha cambiado la suerte y por un pequeño error o indiscreción de alguna de sus gentes cercanas, se filtró y llegó hasta la Policía Nacional de España la presencia en esas latitudes del exdirector de Pemex, prófugo de las autoridades mexicanas, que buscaban detenerlo por la comisión de diversos ilícitos.

Lozoya, con estudios de Economía cursados en el ITAM y la UNAM, llegó a la Dirección de Pemex el 4 de diciembre de 2012 y el día 8 de febrero de 2016 entregó el cargo por instrucciones presidenciales, a otro amigo José Antonio González Anaya.

Hoy a los 45 años edad Emilio Lozoya tendrá que responder por el daño patrimonial que durante su gestión como director de Pemex dejó a dicha empresa paraestatal, además de otras imputaciones que la FGR ha hecho en su contra por lavado de dinero, soborno y malversación de fondos.

La Policía Nacional española se encargó de detener a Lozoya, en Málaga, después de siete meses de haber notificado México a la Interpol, la solicitud para la aprehensión con fines de extradición del exdirector de Pemex, y fue la policía criminal la que hizo posible la detención del presunto inculpado.

En mayo de 2019 abandonó México Lozoya Austin, después de haber sido acusado por la FGR por diversos delitos. La defensa del imputado asegura que éste es inocente y que quienes tienen mucho que declarar en este asunto son el expresidente Peña Nieto y Luis Videgaray, exsecretario de Hacienda y excanciller.

Por la empresa Odebrecht tendrán que responder sus representantes en México, puesto que fueron ellos mismos los que acusaron a Emilio Lozoya de haber recibido sobornos para el otorgamiento de contratos de Pemex durante su gestión.

Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), ya cuenta con un expediente donde consta la compra de una casa por parte de Lozoya en 38 millones de pesos, así como de otros bienes inmuebles que por esas fechas fueron adquiridos por la madre y hermana de don Emilio Lozoya Austin.

La Constitución Política de México señala que la aplicación de la justicia debe ser pronta, expedita y gratuita, para resolver los conflictos, y en el presente caso, del resultado del juicio contra Lozoya Austin dependerá la confianza de los mexicanos en los tribunales y en las más altas autoridades que hoy nos gobiernan.

A Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex y antes que todo, amigo entrañable del expresidente Enrique Peña Nieto, le ha cambiado la suerte y por un pequeño error o indiscreción de alguna de sus gentes cercanas, se filtró y llegó hasta la Policía Nacional de España la presencia en esas latitudes del exdirector de Pemex, prófugo de las autoridades mexicanas, que buscaban detenerlo por la comisión de diversos ilícitos.

Lozoya, con estudios de Economía cursados en el ITAM y la UNAM, llegó a la Dirección de Pemex el 4 de diciembre de 2012 y el día 8 de febrero de 2016 entregó el cargo por instrucciones presidenciales, a otro amigo José Antonio González Anaya.

Hoy a los 45 años edad Emilio Lozoya tendrá que responder por el daño patrimonial que durante su gestión como director de Pemex dejó a dicha empresa paraestatal, además de otras imputaciones que la FGR ha hecho en su contra por lavado de dinero, soborno y malversación de fondos.

La Policía Nacional española se encargó de detener a Lozoya, en Málaga, después de siete meses de haber notificado México a la Interpol, la solicitud para la aprehensión con fines de extradición del exdirector de Pemex, y fue la policía criminal la que hizo posible la detención del presunto inculpado.

En mayo de 2019 abandonó México Lozoya Austin, después de haber sido acusado por la FGR por diversos delitos. La defensa del imputado asegura que éste es inocente y que quienes tienen mucho que declarar en este asunto son el expresidente Peña Nieto y Luis Videgaray, exsecretario de Hacienda y excanciller.

Por la empresa Odebrecht tendrán que responder sus representantes en México, puesto que fueron ellos mismos los que acusaron a Emilio Lozoya de haber recibido sobornos para el otorgamiento de contratos de Pemex durante su gestión.

Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), ya cuenta con un expediente donde consta la compra de una casa por parte de Lozoya en 38 millones de pesos, así como de otros bienes inmuebles que por esas fechas fueron adquiridos por la madre y hermana de don Emilio Lozoya Austin.

La Constitución Política de México señala que la aplicación de la justicia debe ser pronta, expedita y gratuita, para resolver los conflictos, y en el presente caso, del resultado del juicio contra Lozoya Austin dependerá la confianza de los mexicanos en los tribunales y en las más altas autoridades que hoy nos gobiernan.