/ domingo 18 de julio de 2021

Nahle va sola; quieren a Diez ¿y las mujeres?

Morena arranca muy arriba la carrera por la gubernatura en 2024, con una carta marcada y a la vista de todos. Quien no lo quiera ver pues es asunto suyo, pero la secretaria de Energía, Rocío Nahle, encabeza la baraja morenista a larga distancia de los otros aspirantes.

Sin embargo, siempre tiene que haber otras cartas, por cualquier cosa que suceda -ya ven el resbalón de Sheinbaum- y es ahí donde entran el secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, y el delegado Manuel Huerta.

Hace tiempo se decía que la secretaria de Energía estaba desarraigada de Veracruz, que solo tenía relativa presencia en el sur del estado y que por lo tanto, si la hacían candidata, perdería. Hoy, tras los resultados arrolladores de junio pasado, la perspectiva cambió. Está incluida en la baraja de la sucesión presidencial por el propio López Obrador, dirán algunos, pues con mayor razón podría llegar a Veracruz. Hay más en Morena que quieren, pero están lejos; sus posibilidades de ser nominados son realmente mínimas. Y el Movimiento de Regeneración Nacional también cuenta con una carta especial, el alcalde electo de Xalapa, Ricardo Ahued, pero el propio senador con licencia se encarga de expresar que no tiene interés en ese aspecto y que no hará algo con miras a la postulación.

En el Partido Acción Nacional (PAN), Julen Rementería pareciera que maneja mejor sus relaciones fuera del estado que en Veracruz. Teje bien con gobernadores azules, que lo respaldan en su proyecto, y por supuesto en el Senado, en donde coordina a sus pares panistas. Su relación con el dirigente panista Marko Cortés no es la mejor, pero éste pudiera ser cambiado en poco tiempo.

En el PAN está el otro grupo, el que ya le ganó una vez la candidatura a gobernador a Julen y tuvo que conformarse con la titularidad en la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas y luego ser lanzado, sin apoyo, como candidato a senador. Así que mientras localmente el exalcalde de Veracruz y también exdiputado tiene alianza con el presidente del Comité Directivo Estatal, Joaquín Guzmán Avilés, los Yunes ya tienen su frente con la participación de Tito Delfín y Enrique Cambranis.

En el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Jorge Carvallo y el dirigente estatal Marlon Ramírez quieren que el candidato a la gubernatura sea Juan Manuel Diez Francos, quien por lo pronto otra vez será alcalde de Orizaba.

Diez fue de los pocos priistas que pudieron ganar en junio y no debe perderse de vista que, tanto empresarial como políticamente, es un hombre de éxito.

Postulado para presidente municipal de Orizaba en 2007, le cortó la racha ganadora al PAN en Pluviosilla y a partir de ahí, dado los resultados entregados a los orizabeños, no solo fue además diputado federal sino ha vuelto a ser edil y ha podido imponer sucesores, como a Hugo Chahín e Igor Fidel Rojí.

En el PRI también es tomado en cuenta José Yunes, quien es conocido a nivel estatal. Igualmente forma parte de los pocos priistas que ganaron en junio y solo es cuestión que él quiera para que tome impulso una posible candidatura en 2024.

Vale recordar que Diez entró a la política de manera totalmente circunstancial y de último minuto. El abanderado del PRI a la alcaldía de Orizaba, en 2007, era el camionero Víctor Castelán Crivelli, pero una decisión del Tribunal Federal Electoral lo tiró y a una semana de la elección entró el empresario al relevo.

Así es que no deben perderse de vista las circunstancias y lo que éstas, en 2024, pueden provocar en Morena, en el PAN y en el PRI.

En ese sentido creo que hay a quienes se les olvida o hacen que se les olvida la importancia actual de las mujeres en todos los ámbitos de la vida nacional.

Veracruz está listo para tener a una gobernadora y puede ser, por el lado de Morena, Rocío Nahle, y por el lado del PAN o del PRI –o en alianza estos- alguna veracruzana identificada con los anhelos de los jarochos.

Morena arranca muy arriba la carrera por la gubernatura en 2024, con una carta marcada y a la vista de todos. Quien no lo quiera ver pues es asunto suyo, pero la secretaria de Energía, Rocío Nahle, encabeza la baraja morenista a larga distancia de los otros aspirantes.

Sin embargo, siempre tiene que haber otras cartas, por cualquier cosa que suceda -ya ven el resbalón de Sheinbaum- y es ahí donde entran el secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, y el delegado Manuel Huerta.

Hace tiempo se decía que la secretaria de Energía estaba desarraigada de Veracruz, que solo tenía relativa presencia en el sur del estado y que por lo tanto, si la hacían candidata, perdería. Hoy, tras los resultados arrolladores de junio pasado, la perspectiva cambió. Está incluida en la baraja de la sucesión presidencial por el propio López Obrador, dirán algunos, pues con mayor razón podría llegar a Veracruz. Hay más en Morena que quieren, pero están lejos; sus posibilidades de ser nominados son realmente mínimas. Y el Movimiento de Regeneración Nacional también cuenta con una carta especial, el alcalde electo de Xalapa, Ricardo Ahued, pero el propio senador con licencia se encarga de expresar que no tiene interés en ese aspecto y que no hará algo con miras a la postulación.

En el Partido Acción Nacional (PAN), Julen Rementería pareciera que maneja mejor sus relaciones fuera del estado que en Veracruz. Teje bien con gobernadores azules, que lo respaldan en su proyecto, y por supuesto en el Senado, en donde coordina a sus pares panistas. Su relación con el dirigente panista Marko Cortés no es la mejor, pero éste pudiera ser cambiado en poco tiempo.

En el PAN está el otro grupo, el que ya le ganó una vez la candidatura a gobernador a Julen y tuvo que conformarse con la titularidad en la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas y luego ser lanzado, sin apoyo, como candidato a senador. Así que mientras localmente el exalcalde de Veracruz y también exdiputado tiene alianza con el presidente del Comité Directivo Estatal, Joaquín Guzmán Avilés, los Yunes ya tienen su frente con la participación de Tito Delfín y Enrique Cambranis.

En el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Jorge Carvallo y el dirigente estatal Marlon Ramírez quieren que el candidato a la gubernatura sea Juan Manuel Diez Francos, quien por lo pronto otra vez será alcalde de Orizaba.

Diez fue de los pocos priistas que pudieron ganar en junio y no debe perderse de vista que, tanto empresarial como políticamente, es un hombre de éxito.

Postulado para presidente municipal de Orizaba en 2007, le cortó la racha ganadora al PAN en Pluviosilla y a partir de ahí, dado los resultados entregados a los orizabeños, no solo fue además diputado federal sino ha vuelto a ser edil y ha podido imponer sucesores, como a Hugo Chahín e Igor Fidel Rojí.

En el PRI también es tomado en cuenta José Yunes, quien es conocido a nivel estatal. Igualmente forma parte de los pocos priistas que ganaron en junio y solo es cuestión que él quiera para que tome impulso una posible candidatura en 2024.

Vale recordar que Diez entró a la política de manera totalmente circunstancial y de último minuto. El abanderado del PRI a la alcaldía de Orizaba, en 2007, era el camionero Víctor Castelán Crivelli, pero una decisión del Tribunal Federal Electoral lo tiró y a una semana de la elección entró el empresario al relevo.

Así es que no deben perderse de vista las circunstancias y lo que éstas, en 2024, pueden provocar en Morena, en el PAN y en el PRI.

En ese sentido creo que hay a quienes se les olvida o hacen que se les olvida la importancia actual de las mujeres en todos los ámbitos de la vida nacional.

Veracruz está listo para tener a una gobernadora y puede ser, por el lado de Morena, Rocío Nahle, y por el lado del PAN o del PRI –o en alianza estos- alguna veracruzana identificada con los anhelos de los jarochos.