/ miércoles 13 de febrero de 2019

¿Ni amenazas ni injerencia del gobierno en el Congreso?

"No debe haber amenazas, vamos a revisar", fue la respuesta del gobernador cuando ayer lo cuestionaron los reporteros sobre las quejas de diputados que se han dicho amenazados porque se resisten a apoyar los juicios políticos contra el fiscal general del estado.

Y efectivamente, no debería haberlas, es más, ni siquiera serían necesarias si el grupo que gobierna tuviera un operador político que fuera capaz de lograr el consenso que se requiere en estos casos.

Para que la Legislatura local pueda remover al fiscal Jorge Winckler o quitarlo del cargo mediante un juicio político necesita de lamayoría calificada, es decir, 34 votos de los 50 diputados que integran elCongreso local.

El grupo mayoritario, que coordina Juan Javier Gómez Cazarín, ni siquiera cuenta con todos los integrantes de la bancada de Morena y menos ha podido convencer a los aliados, los que llegaron a sus curules gracias a que ganaron en la elección pasada porque los ayudó el efecto Peje.

Es más, como ya se vio, esos aliados se unieron a los opositores (PAN) que fueron los 19 que mediante un video acusaron al secretario de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros, de tratar de convencerlos mediante coaccionarlos y amenazas.

Ante esas acusaciones, la respuesta de Cuitláhuac García es que Éric no se va: "Por supuesto que no, está haciendo una excelente labor". De esta manera lo respaldó y lo sostiene contra viento y marea.

Mientras tanto, y aunque no debe haber amenazas, el diputadoMagdaleno Rosales ya recibió respuesta a las acusaciones que lanzó contra su coordinador de bancada Gómez Cazarín, de quien dijo en un video que difundió en sus redes sociales que es un pelele del secretario de Gobierno.

Y coincidió con los 10 al señalar que han recibido amenazas y otras presiones para que voten a favor del juicio político contra Winckler.

La respuesta que recibió el diputado del distrito de Medellín fue la publicación de una imagen en la que supuestamente aparece desnudo. Las reacciones de los cibernautas fueron diversas y entre otras están las que apuntan que fue en venganza de que acusó aCisneros Burgos de tener metidas las manos en el Congreso local.

Pero no sólo diputados que antes eran aliados se quejaron de amenazas y de las mismas injerencias del Poder Ejecutivo en elLegislativo, pues esta acusación también la hicieron panistas, que están aprovechando muy bien la crisis política y legislativa que tiene suspendida una sesión extraordinaria que inició el jueves pasado para el único efecto de quitar al fiscal Winckler y designar a los seis magistrados del Poder Judicial que propuso el gobernador.

Ayer, el también presidente de la Jucopo Gómez Cazarín salió a aclarar que no hay amenazas en contra de sus correligionarios y rechazó que la bancada de Morena se haya fracturado por el caso del fiscal general.

Según dijo, el hecho de que no haya consenso en su bancada no significa que haya rompimiento.

“Es totalmente falso lo que manifiesta el diputado, nosotros no recibimos órdenes de Gobierno delEstado, siempre he dicho que vamos a trabajar de forma coordinada y no subordinada; hemos mantenido respeto”, dijo Juan Javier.

Mientras, el tiempo transcurre y mañana se cumplirá una semana del receso en el que entró la sesión extraordinaria, lo que podría abrir otro frente que tendrían que atender tanto el coordinador de Morena como el operador del grupo gobernante.

Resulta que algenerarse una omisión legislativa porque no citan a los diputados para reanudarla sesión, un juez podría obligar al Congreso del Estado a ejercer esa acción.

El fiscal podría tramitar un amparo argumentado omisión de los legisladores locales ante la resolución de los dictámenes y por no haber sido notificado de que no se reanudó la sesión extraordinaria el viernes pasado.

Pero bueno, lo importante es que no hay amenazas ni hay injerencias. ¿Será?

Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.comy rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter@renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.

"No debe haber amenazas, vamos a revisar", fue la respuesta del gobernador cuando ayer lo cuestionaron los reporteros sobre las quejas de diputados que se han dicho amenazados porque se resisten a apoyar los juicios políticos contra el fiscal general del estado.

Y efectivamente, no debería haberlas, es más, ni siquiera serían necesarias si el grupo que gobierna tuviera un operador político que fuera capaz de lograr el consenso que se requiere en estos casos.

Para que la Legislatura local pueda remover al fiscal Jorge Winckler o quitarlo del cargo mediante un juicio político necesita de lamayoría calificada, es decir, 34 votos de los 50 diputados que integran elCongreso local.

El grupo mayoritario, que coordina Juan Javier Gómez Cazarín, ni siquiera cuenta con todos los integrantes de la bancada de Morena y menos ha podido convencer a los aliados, los que llegaron a sus curules gracias a que ganaron en la elección pasada porque los ayudó el efecto Peje.

Es más, como ya se vio, esos aliados se unieron a los opositores (PAN) que fueron los 19 que mediante un video acusaron al secretario de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros, de tratar de convencerlos mediante coaccionarlos y amenazas.

Ante esas acusaciones, la respuesta de Cuitláhuac García es que Éric no se va: "Por supuesto que no, está haciendo una excelente labor". De esta manera lo respaldó y lo sostiene contra viento y marea.

Mientras tanto, y aunque no debe haber amenazas, el diputadoMagdaleno Rosales ya recibió respuesta a las acusaciones que lanzó contra su coordinador de bancada Gómez Cazarín, de quien dijo en un video que difundió en sus redes sociales que es un pelele del secretario de Gobierno.

Y coincidió con los 10 al señalar que han recibido amenazas y otras presiones para que voten a favor del juicio político contra Winckler.

La respuesta que recibió el diputado del distrito de Medellín fue la publicación de una imagen en la que supuestamente aparece desnudo. Las reacciones de los cibernautas fueron diversas y entre otras están las que apuntan que fue en venganza de que acusó aCisneros Burgos de tener metidas las manos en el Congreso local.

Pero no sólo diputados que antes eran aliados se quejaron de amenazas y de las mismas injerencias del Poder Ejecutivo en elLegislativo, pues esta acusación también la hicieron panistas, que están aprovechando muy bien la crisis política y legislativa que tiene suspendida una sesión extraordinaria que inició el jueves pasado para el único efecto de quitar al fiscal Winckler y designar a los seis magistrados del Poder Judicial que propuso el gobernador.

Ayer, el también presidente de la Jucopo Gómez Cazarín salió a aclarar que no hay amenazas en contra de sus correligionarios y rechazó que la bancada de Morena se haya fracturado por el caso del fiscal general.

Según dijo, el hecho de que no haya consenso en su bancada no significa que haya rompimiento.

“Es totalmente falso lo que manifiesta el diputado, nosotros no recibimos órdenes de Gobierno delEstado, siempre he dicho que vamos a trabajar de forma coordinada y no subordinada; hemos mantenido respeto”, dijo Juan Javier.

Mientras, el tiempo transcurre y mañana se cumplirá una semana del receso en el que entró la sesión extraordinaria, lo que podría abrir otro frente que tendrían que atender tanto el coordinador de Morena como el operador del grupo gobernante.

Resulta que algenerarse una omisión legislativa porque no citan a los diputados para reanudarla sesión, un juez podría obligar al Congreso del Estado a ejercer esa acción.

El fiscal podría tramitar un amparo argumentado omisión de los legisladores locales ante la resolución de los dictámenes y por no haber sido notificado de que no se reanudó la sesión extraordinaria el viernes pasado.

Pero bueno, lo importante es que no hay amenazas ni hay injerencias. ¿Será?

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