/ viernes 5 de febrero de 2021

Ni la burla perdona Lorenzo

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se elaboró la “guía para la acción pública: elecciones sin discriminación”, entonces escribimos este primer artículo que pinta de cuerpo entero al presidente del INE.

En el contexto de la presentación, el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, se burló de cómo hablaba el indígena Hipólito Arriaga Pote. En conversación teléfonica privada con Edmundo Jacobo, secretario general ejecutivo del INE, fueron gravadas y difundidas por el mismo gobierno –como era costumbre- para presionar o chantajear, llegado el caso, a funcionarios y políticos.

Córdoba ofreció disculpas “a quienes se hayan sentido ofendidos por mis comentarios ilegalmente obtenidos. Al teléfono me referí de manera desafortunada y poco respetuosa (pero sincera, digo yo) hacia uno de los interlocutores de aquella reunión”. El INE emitió un comunicado manifestando su “indignación” porque se intervino ilegalmente la conversación de Córdova.

Pues este personaje, pequeño burgués racista, sigue al frente de la institución encargada de organizar las elecciones, que es la expresión más democrática, no la única. Y que le tocó organizar y avalar las elecciones que dieron el triunfo de Peña Nieto, aún sabiendo todo mundo del despilfarro, el desvío de dinero público a la campaña del candidato del sistema y de la continuidad, que no mereció ninguna sanción o descalificación por parte de esa institución. Hoy sabemos todo el robo, la corrupción alimentada con dinero de la sociedad y vendra más con las nuevas detenciones.

Hoy este personaje, de los viejos funcionarios y servidores públicos que no se acaban de ir y los nuevos que no acaban de llegar, exige al presidente López Obrador que suspenda sus conferencias mañaneras, porque las considera propaganda electoral. Y que además, va contra corriente a lo constitucionalmente establecido (¿?). Así dijo. Debemos celebrar este acto democrático de una nueva relación del poder con la sociedad, rendir cuentas y escuchar críticas y propuestas, así como informar el avance de su propuesta programática.

Lo que sí abona a favor de su política y de su partido es la detención de personajes y funcionarios del foxismo, calderonismo y del peñismo… y todavía los que faltan.

Lorenzo, como dijo alguien, se “mimetizó con los poderes a los que debería vigilar y controlar”, y no ha actuado diferente a sus antecesores, legitimando y solapando al sistema neoliberal al cual sirve. Sobre el destino que le espera a Córdova, “de acabar con el psiquiatra o muy divertidos”, que no excluya la de acabar desempleado, que sería lo mejor, ya que su desempeño ha sido decepcionante. Ya por ahí se andan recogiendo firmas para hacerle un juicio político.

Hoy este personaje, de los viejos funcionarios y servidores públicos que no se acaban de ir y los nuevos que no acaban de llegar, exige a López Obrador que suspenda sus conferencias mañaneras, porque las considera propaganda electoral.

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se elaboró la “guía para la acción pública: elecciones sin discriminación”, entonces escribimos este primer artículo que pinta de cuerpo entero al presidente del INE.

En el contexto de la presentación, el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, se burló de cómo hablaba el indígena Hipólito Arriaga Pote. En conversación teléfonica privada con Edmundo Jacobo, secretario general ejecutivo del INE, fueron gravadas y difundidas por el mismo gobierno –como era costumbre- para presionar o chantajear, llegado el caso, a funcionarios y políticos.

Córdoba ofreció disculpas “a quienes se hayan sentido ofendidos por mis comentarios ilegalmente obtenidos. Al teléfono me referí de manera desafortunada y poco respetuosa (pero sincera, digo yo) hacia uno de los interlocutores de aquella reunión”. El INE emitió un comunicado manifestando su “indignación” porque se intervino ilegalmente la conversación de Córdova.

Pues este personaje, pequeño burgués racista, sigue al frente de la institución encargada de organizar las elecciones, que es la expresión más democrática, no la única. Y que le tocó organizar y avalar las elecciones que dieron el triunfo de Peña Nieto, aún sabiendo todo mundo del despilfarro, el desvío de dinero público a la campaña del candidato del sistema y de la continuidad, que no mereció ninguna sanción o descalificación por parte de esa institución. Hoy sabemos todo el robo, la corrupción alimentada con dinero de la sociedad y vendra más con las nuevas detenciones.

Hoy este personaje, de los viejos funcionarios y servidores públicos que no se acaban de ir y los nuevos que no acaban de llegar, exige al presidente López Obrador que suspenda sus conferencias mañaneras, porque las considera propaganda electoral. Y que además, va contra corriente a lo constitucionalmente establecido (¿?). Así dijo. Debemos celebrar este acto democrático de una nueva relación del poder con la sociedad, rendir cuentas y escuchar críticas y propuestas, así como informar el avance de su propuesta programática.

Lo que sí abona a favor de su política y de su partido es la detención de personajes y funcionarios del foxismo, calderonismo y del peñismo… y todavía los que faltan.

Lorenzo, como dijo alguien, se “mimetizó con los poderes a los que debería vigilar y controlar”, y no ha actuado diferente a sus antecesores, legitimando y solapando al sistema neoliberal al cual sirve. Sobre el destino que le espera a Córdova, “de acabar con el psiquiatra o muy divertidos”, que no excluya la de acabar desempleado, que sería lo mejor, ya que su desempeño ha sido decepcionante. Ya por ahí se andan recogiendo firmas para hacerle un juicio político.

Hoy este personaje, de los viejos funcionarios y servidores públicos que no se acaban de ir y los nuevos que no acaban de llegar, exige a López Obrador que suspenda sus conferencias mañaneras, porque las considera propaganda electoral.