/ martes 11 de septiembre de 2018

Ninguno tiene calidad moral

El pasado jueves el Fiscal General del Estado, Jorge Winckler, dio a conocer el hallazgo de 166 cuerpos en una fosa clandestina (hasta ahora son 172). En conferencia de prensa el funcionario declaró que los cuerpos tenían una antigüedad de dos años enterrados, por lo que todo mundo volteo a ver a Javier Duarte.

Pero en una misiva publicada por un diario nacional Duarte reviró: “Pareciera que el actual titular de la Fiscalía tiene el único propósito de deslindarse de este hecho y no en hacer correcta y profesionalmente su trabajo… Eso es una irresponsabilidad y una falta de respeto para los familiares de las víctimas”.

Como si fuera un experto en cuestiones forenses el ex mandatario agregó: “Determinar eso depende de varios factores y análisis como lo son la orografía del lugar, el grado de humedad del terreno, la profundidad de donde se encontraban, la edad y la constitución física de las víctimas”.

En su conferencia Winckler indicó que desde el 8 de agosto se realizaron trabajos de rescate en un predio de 300 metros cuadrados, donde localizaron 166 cráneos repartidos en 32 puntos distintos, 200 prendas de vestir, 114 identificaciones y objetos personales.

Pero Duarte le corrigió la plana: “Por experiencia propia, es imposible que en Veracruz se pueda ocultar un hallazgo de esta magnitud durante todo un mes sin que la sociedad veracruzana se entere de un hecho como éste, por lo que resulta inverosímil que los trabajos por parte de la FGE hayan iniciado desde el pasado 8 de agosto”.

Este jueves, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso local, Gregorio Murillo Uscanga, dijo que Javier Duarte no tiene ninguna calidad moral para criticar el trabajo del Fiscal General. Y fue más allá al asegurar que Jorge Winckler no afirmaría que los cadáveres tienen más de dos años, si no tuviera las pruebas.

La verdad es que nadie tiene autoridad moral en esta entidad para hablar de nada. Me refiero claro está, a legisladores como Murillo Uscanga y funcionarios como Jorge Winckler.

Apenas se dio a conocer el hallazgo, hubo el enésimo enfrentamiento entre los colectivos de desaparecidos y el Fiscal General, ya que aquellos le reclamaron que primero lo diera a conocer a los medios de comunicación y luego a ellos.

Y la verdad es que tienen razón. La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, prepara una denuncia contra Winckler por violar la Ley General de Víctimas y la Ley Federal de Declaración Especial de Ausencia para Personas Desaparecidas, al incumplir con proteger los derechos de las víctimas y sus familiares.

Es decir, el Fiscal volvió a meter la pata y con su protagonismo patológico lastimó aún más a los lastimados familiares de las víctimas.

Por muchas misivas que Duarte mande desde la cárcel, lo cierto es que en su sexenio hubo mas de 2 mil desaparecidos y como gobernador que fue, debe responder por esas desapariciones.

Jorge Winckler es un caso perdido como Fiscal General. El puesto le quedó grande y no hay más que decir. Lo bueno es que ya se va.

Y en el caso del legislador Gregorio Murillo, ¿dónde ha estado cuando los familiares de los desaparecidos han suplicado y exigido que se respeten sus derechos humanos? ¿Dónde se metió el 24 de julio cuando sus compañeros del PAN y PRD violaron la ley y los derechos humanos de muchas personas al nombrar Fiscal Anticorrupción a Marcos Even Torres Zamudio?

Vaya cinismo con los baños de pureza que se quiere dar este sujeto.



El pasado jueves el Fiscal General del Estado, Jorge Winckler, dio a conocer el hallazgo de 166 cuerpos en una fosa clandestina (hasta ahora son 172). En conferencia de prensa el funcionario declaró que los cuerpos tenían una antigüedad de dos años enterrados, por lo que todo mundo volteo a ver a Javier Duarte.

Pero en una misiva publicada por un diario nacional Duarte reviró: “Pareciera que el actual titular de la Fiscalía tiene el único propósito de deslindarse de este hecho y no en hacer correcta y profesionalmente su trabajo… Eso es una irresponsabilidad y una falta de respeto para los familiares de las víctimas”.

Como si fuera un experto en cuestiones forenses el ex mandatario agregó: “Determinar eso depende de varios factores y análisis como lo son la orografía del lugar, el grado de humedad del terreno, la profundidad de donde se encontraban, la edad y la constitución física de las víctimas”.

En su conferencia Winckler indicó que desde el 8 de agosto se realizaron trabajos de rescate en un predio de 300 metros cuadrados, donde localizaron 166 cráneos repartidos en 32 puntos distintos, 200 prendas de vestir, 114 identificaciones y objetos personales.

Pero Duarte le corrigió la plana: “Por experiencia propia, es imposible que en Veracruz se pueda ocultar un hallazgo de esta magnitud durante todo un mes sin que la sociedad veracruzana se entere de un hecho como éste, por lo que resulta inverosímil que los trabajos por parte de la FGE hayan iniciado desde el pasado 8 de agosto”.

Este jueves, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso local, Gregorio Murillo Uscanga, dijo que Javier Duarte no tiene ninguna calidad moral para criticar el trabajo del Fiscal General. Y fue más allá al asegurar que Jorge Winckler no afirmaría que los cadáveres tienen más de dos años, si no tuviera las pruebas.

La verdad es que nadie tiene autoridad moral en esta entidad para hablar de nada. Me refiero claro está, a legisladores como Murillo Uscanga y funcionarios como Jorge Winckler.

Apenas se dio a conocer el hallazgo, hubo el enésimo enfrentamiento entre los colectivos de desaparecidos y el Fiscal General, ya que aquellos le reclamaron que primero lo diera a conocer a los medios de comunicación y luego a ellos.

Y la verdad es que tienen razón. La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, prepara una denuncia contra Winckler por violar la Ley General de Víctimas y la Ley Federal de Declaración Especial de Ausencia para Personas Desaparecidas, al incumplir con proteger los derechos de las víctimas y sus familiares.

Es decir, el Fiscal volvió a meter la pata y con su protagonismo patológico lastimó aún más a los lastimados familiares de las víctimas.

Por muchas misivas que Duarte mande desde la cárcel, lo cierto es que en su sexenio hubo mas de 2 mil desaparecidos y como gobernador que fue, debe responder por esas desapariciones.

Jorge Winckler es un caso perdido como Fiscal General. El puesto le quedó grande y no hay más que decir. Lo bueno es que ya se va.

Y en el caso del legislador Gregorio Murillo, ¿dónde ha estado cuando los familiares de los desaparecidos han suplicado y exigido que se respeten sus derechos humanos? ¿Dónde se metió el 24 de julio cuando sus compañeros del PAN y PRD violaron la ley y los derechos humanos de muchas personas al nombrar Fiscal Anticorrupción a Marcos Even Torres Zamudio?

Vaya cinismo con los baños de pureza que se quiere dar este sujeto.