/ martes 13 de octubre de 2020

¿No es para indignarse?

Buen día, apreciado lector. En la mañanera del pasado lunes, Judith Sánchez Reyes, corresponsal en Palacio Nacional de un diario de Veracruz, dijo al presidente Andrés Manuel López Obrador que hace unos días la Cofepris corroboró el robo de más de 37 mil medicamentos oncológicos que supuestamente tenían que haber estado distribuidos desde hace tres meses en las instituciones de salud pública.

Judith preguntó qué información tiene y qué mensaje enviaría a los padres de niños con cáncer que durante estos meses han estado en la lucha para poder obtener ese tipo de medicamentos. El Presidente confirmó que hubo robo, que se hacen las investigaciones y aún no concluye la indagatoria, que costó trabajo conseguir estos medicamentos desde Argentina. Consideró muy raro el robo en una bodega donde estaban resguardados.

Dijo a los padres de esos niños que permanentemente se está procurando abastecer de estos medicamentos a todos los centros de salud, a todos los hospitales.

“¡No somos inhumanos!”, exclamó; “díganles que tenemos sentimientos y sabemos lo que sufren los niños y cualquier persona si no cuenta con los medicamentos!”.

López Obrador criticó que haya quienes “han aprovechado esta circunstancia para proyectar una imagen de nosotros que no corresponde a la realidad, como si fuésemos insensibles, como si no nos importara el problema, y no es así. No dudo que estén molestos los que antes distribuían estos medicamentos que, por cierto, no los distribuían bien, no había abasto y en algunos casos hasta los adulteraban, porque todo era negocio, todo era corrupción”.

En la conferencia del día siguiente, explicó que se busca solucionar en definitiva el desabasto, pero que de diez empresas abastecedoras, de esas que solo tienen por dios al dinero, a las que les daban 70 mil millones de pesos y se robaban la lana, ahora sabotean al actual gobierno de México para que no consiga las medicinas. Eso es no tener mamá, por no escribir otra cosa.

También reveló que días antes de concluir su gobierno, Felipe Calderón autorizó un contrato de 19 millones ¡de dólares!, “para dar capacitación a funcionarios en cursos de una hora”, a una empresa ligada a Genaro García Luna, a la cual todavía se le deben seis millones. ¿Eso no es para indignarse?

Por lo pronto, tenga usted paz y armonía, apreciado lector. Cuide el agua y las plantas, por favor.

gustavocadenamathey@gmail.com

Buen día, apreciado lector. En la mañanera del pasado lunes, Judith Sánchez Reyes, corresponsal en Palacio Nacional de un diario de Veracruz, dijo al presidente Andrés Manuel López Obrador que hace unos días la Cofepris corroboró el robo de más de 37 mil medicamentos oncológicos que supuestamente tenían que haber estado distribuidos desde hace tres meses en las instituciones de salud pública.

Judith preguntó qué información tiene y qué mensaje enviaría a los padres de niños con cáncer que durante estos meses han estado en la lucha para poder obtener ese tipo de medicamentos. El Presidente confirmó que hubo robo, que se hacen las investigaciones y aún no concluye la indagatoria, que costó trabajo conseguir estos medicamentos desde Argentina. Consideró muy raro el robo en una bodega donde estaban resguardados.

Dijo a los padres de esos niños que permanentemente se está procurando abastecer de estos medicamentos a todos los centros de salud, a todos los hospitales.

“¡No somos inhumanos!”, exclamó; “díganles que tenemos sentimientos y sabemos lo que sufren los niños y cualquier persona si no cuenta con los medicamentos!”.

López Obrador criticó que haya quienes “han aprovechado esta circunstancia para proyectar una imagen de nosotros que no corresponde a la realidad, como si fuésemos insensibles, como si no nos importara el problema, y no es así. No dudo que estén molestos los que antes distribuían estos medicamentos que, por cierto, no los distribuían bien, no había abasto y en algunos casos hasta los adulteraban, porque todo era negocio, todo era corrupción”.

En la conferencia del día siguiente, explicó que se busca solucionar en definitiva el desabasto, pero que de diez empresas abastecedoras, de esas que solo tienen por dios al dinero, a las que les daban 70 mil millones de pesos y se robaban la lana, ahora sabotean al actual gobierno de México para que no consiga las medicinas. Eso es no tener mamá, por no escribir otra cosa.

También reveló que días antes de concluir su gobierno, Felipe Calderón autorizó un contrato de 19 millones ¡de dólares!, “para dar capacitación a funcionarios en cursos de una hora”, a una empresa ligada a Genaro García Luna, a la cual todavía se le deben seis millones. ¿Eso no es para indignarse?

Por lo pronto, tenga usted paz y armonía, apreciado lector. Cuide el agua y las plantas, por favor.

gustavocadenamathey@gmail.com