/ lunes 22 de julio de 2019

No me voy a dejar presionar por nadie: AMLO

Por primera vez se ve el carácter en público, del presidente Andrés Manuel López Obrador, al encarar a una multitud que le reclamaba atención inmediata y solución a sus problemas.

Primero recibieron al presidente con gritos y abucheos, al estilo del recibimiento que le han dado a distintos gobernadores del PRI y del PAN, sin medir las consecuencias de faltar al respeto al señor presidente. Y claro que no es igual, que una concentración de acarreados le falte al respeto a un gobernador, que al presidente de la República.

Por fortuna atrás quedó el Estado Mayor Presidencial que custodiaba al señor presidente y ahora con una discreta guardia, se cuida la seguridad y la imagen del hombre mas importante en la política mexicana, el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, quien después de 3 intentos llega al Palacio Nacional y por ende, tenia que sacar la casta y enfrentar a los líderes de los acarreadores, que no tuvieron otra salida que callarse y silenciar los abucheos y las exigencias que a gritos pretendieron lograr en San Luis Potosí.

Claro que AMLO sabe del juego político y no podía aceptar que le hicieran lo mismo que a otros gobernadores, a quienes tuvo necesidad de proteger y salir en su defensa, para evitar que se retirara del evento el gobernador abucheado, o que estoicamente resistiera los insultos y abucheos que en el anonimato de un mitin, cualquier persona es capaz de desahogar su furia contra los políticos en general, trátese de quien se trate, por tanto engaño e incumplimiento de promesas que sexenio tras sexenio han quedado en el olvido. Lopez Obrador dijo a los lideres que lo intentaron encarar, que Así No Es, y a las disculpas pretendidas, el presidente dijo, que no merece el trato que le dieron y suspendió el mitin, mandando a los peticionarios a gestionar la solución de sus problemas ante las dependencias respectivas.

No cabe duda que vivimos nuevos tiempos políticos y qué hay que entender que las reglas son otras. Imaginemos la actitud de los expresidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón o Vicente Fox, simplemente ni se hubieran acercado a la reunión, porque su Estado Mayor Presidencial lo habría evitado. Muy bien por el presidente López Obrador, y muy mal por los activistas y acarreados al mitin, que no pudieron cumplir su cometido.


Por primera vez se ve el carácter en público, del presidente Andrés Manuel López Obrador, al encarar a una multitud que le reclamaba atención inmediata y solución a sus problemas.

Primero recibieron al presidente con gritos y abucheos, al estilo del recibimiento que le han dado a distintos gobernadores del PRI y del PAN, sin medir las consecuencias de faltar al respeto al señor presidente. Y claro que no es igual, que una concentración de acarreados le falte al respeto a un gobernador, que al presidente de la República.

Por fortuna atrás quedó el Estado Mayor Presidencial que custodiaba al señor presidente y ahora con una discreta guardia, se cuida la seguridad y la imagen del hombre mas importante en la política mexicana, el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, quien después de 3 intentos llega al Palacio Nacional y por ende, tenia que sacar la casta y enfrentar a los líderes de los acarreadores, que no tuvieron otra salida que callarse y silenciar los abucheos y las exigencias que a gritos pretendieron lograr en San Luis Potosí.

Claro que AMLO sabe del juego político y no podía aceptar que le hicieran lo mismo que a otros gobernadores, a quienes tuvo necesidad de proteger y salir en su defensa, para evitar que se retirara del evento el gobernador abucheado, o que estoicamente resistiera los insultos y abucheos que en el anonimato de un mitin, cualquier persona es capaz de desahogar su furia contra los políticos en general, trátese de quien se trate, por tanto engaño e incumplimiento de promesas que sexenio tras sexenio han quedado en el olvido. Lopez Obrador dijo a los lideres que lo intentaron encarar, que Así No Es, y a las disculpas pretendidas, el presidente dijo, que no merece el trato que le dieron y suspendió el mitin, mandando a los peticionarios a gestionar la solución de sus problemas ante las dependencias respectivas.

No cabe duda que vivimos nuevos tiempos políticos y qué hay que entender que las reglas son otras. Imaginemos la actitud de los expresidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón o Vicente Fox, simplemente ni se hubieran acercado a la reunión, porque su Estado Mayor Presidencial lo habría evitado. Muy bien por el presidente López Obrador, y muy mal por los activistas y acarreados al mitin, que no pudieron cumplir su cometido.