/ jueves 16 de septiembre de 2021

Nuestro legítimo patrimonio

Muchas personas que han pasado largo tiempo fuera de México, al regresar expresan su añoranza por estar aquí, se han dado cuenta que no es lo mismo el extranjero que tener la dicha de vivir en este país.

Un patrimonio moral, inmaterial, otros de tipo tangible, pero ambos polos se unen y amalgaman la identidad patria de todos los habitantes de México, incluso de aquellos que siendo extranjeros demuestran amor y cariño por nuestra tierra. Con un millón 964 mil 375 kilómetros cuadrados, de los cuales 5 mil 127 son de superficie insular, además de la zona económica exclusiva del mar patrimonial, que abarca 3 millones, 149 mil 920 kilómetros cuadrados, México se ubica en el lugar 14 de entre los 20 países más grandes del orbe y quinto lugar en el continente americano, detrás de Canadá, EU, Brasil y Argentina.

Nuestra bandera, escudo e Himno Nacional se cuentan entre los más bellos, patrióticos y afamados símbolos a nivel mundial, y no solo eso, también somos un enorme referente turístico, cultural, histórico, lleno de tradiciones, con una gastronomía con amplia variedad de platillos típicos. Fiestas como la Guelaguetza, en Oaxaca, de origen prehispánico, o los Voladores de Papantla, aquí en el estado de Veracruz, y muchas otras más que le dan un plus de valor a nuestra historia y sus orígenes ocultos, que se comparten sin distinción a los visitantes. Así pues, a grandes rasgos podemos apreciar la grandeza de nuestra patria.

Siendo septiembre el mes en el que más festejamos nuestra mexicanidad, es necesario recordar que esta patria nos fue legada por nuestros padres y abuelos, los ancestros, gente que luchó determinadamente para consolidar lo que hoy somos, un pueblo mestizo, pluriétnico, democrático, republicano, como la propuesta de Benito Juárez, quien nos dejaría un enorme legado en su calidad de “Benemérito de las Américas”, sólo comparable a Simón Bolívar, George Washington o Abraham Lincoln.

Tenemos actas de nacimiento que nos acreditan como ciudadanos mexicanos. Tal condición jurídica nos hace copartícipes de los destinos de la Nación, y considerando que por muy poco margen y de acuerdo con el último censo del INEGI, somos cerca de 130 millones de habitantes, debemos recodificar el valor expresado de la corresponsabilidad por paliar las inconformidades ciudadanas, repensando y actuando a favor de la gran comunidad de nuestro país. Veamos que la mayor parte de los habitantes nos encontramos en zonas urbanas, que el área rural es el reflejo de nuestro mayor sostén en el sector agropecuario y no debe ser olvidado tal aspecto de nuestra composición cultural y productiva, ya que es esencial reconocer el esfuerzo de los que trabajan la tierra por muchos de nosotros.

Es tiempo de celebrar y recordar nuestro mágico y fastuoso origen, de regocijarnos por ser gente de México y retomar la fe en que todos volveremos a la normalidad, en coordinación ciudadana, patriótica, histórica y en adhesión a los principios de libertad y de justicia, que harán de nuestra patria una nación independiente, humana y generosa. Felices fiestas patrias.

Muchas personas que han pasado largo tiempo fuera de México, al regresar expresan su añoranza por estar aquí, se han dado cuenta que no es lo mismo el extranjero que tener la dicha de vivir en este país.

Un patrimonio moral, inmaterial, otros de tipo tangible, pero ambos polos se unen y amalgaman la identidad patria de todos los habitantes de México, incluso de aquellos que siendo extranjeros demuestran amor y cariño por nuestra tierra. Con un millón 964 mil 375 kilómetros cuadrados, de los cuales 5 mil 127 son de superficie insular, además de la zona económica exclusiva del mar patrimonial, que abarca 3 millones, 149 mil 920 kilómetros cuadrados, México se ubica en el lugar 14 de entre los 20 países más grandes del orbe y quinto lugar en el continente americano, detrás de Canadá, EU, Brasil y Argentina.

Nuestra bandera, escudo e Himno Nacional se cuentan entre los más bellos, patrióticos y afamados símbolos a nivel mundial, y no solo eso, también somos un enorme referente turístico, cultural, histórico, lleno de tradiciones, con una gastronomía con amplia variedad de platillos típicos. Fiestas como la Guelaguetza, en Oaxaca, de origen prehispánico, o los Voladores de Papantla, aquí en el estado de Veracruz, y muchas otras más que le dan un plus de valor a nuestra historia y sus orígenes ocultos, que se comparten sin distinción a los visitantes. Así pues, a grandes rasgos podemos apreciar la grandeza de nuestra patria.

Siendo septiembre el mes en el que más festejamos nuestra mexicanidad, es necesario recordar que esta patria nos fue legada por nuestros padres y abuelos, los ancestros, gente que luchó determinadamente para consolidar lo que hoy somos, un pueblo mestizo, pluriétnico, democrático, republicano, como la propuesta de Benito Juárez, quien nos dejaría un enorme legado en su calidad de “Benemérito de las Américas”, sólo comparable a Simón Bolívar, George Washington o Abraham Lincoln.

Tenemos actas de nacimiento que nos acreditan como ciudadanos mexicanos. Tal condición jurídica nos hace copartícipes de los destinos de la Nación, y considerando que por muy poco margen y de acuerdo con el último censo del INEGI, somos cerca de 130 millones de habitantes, debemos recodificar el valor expresado de la corresponsabilidad por paliar las inconformidades ciudadanas, repensando y actuando a favor de la gran comunidad de nuestro país. Veamos que la mayor parte de los habitantes nos encontramos en zonas urbanas, que el área rural es el reflejo de nuestro mayor sostén en el sector agropecuario y no debe ser olvidado tal aspecto de nuestra composición cultural y productiva, ya que es esencial reconocer el esfuerzo de los que trabajan la tierra por muchos de nosotros.

Es tiempo de celebrar y recordar nuestro mágico y fastuoso origen, de regocijarnos por ser gente de México y retomar la fe en que todos volveremos a la normalidad, en coordinación ciudadana, patriótica, histórica y en adhesión a los principios de libertad y de justicia, que harán de nuestra patria una nación independiente, humana y generosa. Felices fiestas patrias.