/ martes 8 de mayo de 2018

Nuevo bulevar… con “aldea africana”

El regidor Marlon Ramírez Marín no es el único que observa los abusos y mala imagen turística para el puerto de Veracruz que ocasionan las 48 palapas instaladas en la legendaria playa de Villa del Mar, de la que desde hace décadas se adueñó un grupo de comerciantes, pero sí es el único que levanta la voz para exigir que se ponga orden en esa zona, especialmente por la contaminación que generan esos rústicos negocios de venta de mariscos.

A esa expresión se le acaba de unir el presidente de la Asociación de Hoteles en Veracruz-Boca del Río, Sergio Lois Heredia, y deberían hacerlo otros, entre ellos el presidente de la Canaco, José de Jesús Muñoz de Cote Sampieri, y todos los que tienen negocios a lo largo del bulevar, pues todo mundo sabe cuánto afectan y afean esa playa, pero callan y no hay valientes que defiendan a Veracruz. Hace unos días el regidor encargado de la Comisión de Áreas Naturales Protegidas del Ayuntamiento porteño solicitó conocer los permisos municipales otorgados para que esos palaperos puedan operar sus negocios, incluyendo información de si la Dirección Municipal de Obras Públicas otorgó licencia para construir un edificio frente al Acuario, atrás de lo que chuscamente los porteños han bautizado como la “aldea africana”. Dice el regidor que prácticamente Villa del Mar “es la única playa que tenemos en el municipio (…) para el servicio al turismo, y ésta se encuentra muy contaminada” por los dueños de esas palapas, y por lo tanto, al menos deben pagar una mayor contribución para iniciar un programa de saneamiento que repare esos daños que causan. Esto es importante, pero hay la impresión de que se queda corto el regidor Marlon, pues aún no teniendo ingerencia el Ayuntamiento en las concesiones otorgadas por la Secretaría del Medio Ambiente a quienes se establecieron ahí por tratarse de una zona federal, sí puede solicitarse a la Semarnat la cancelación anticipada de tales permisos por contaminar e infringir la ley ambiental. ¿Cuándo se vencen esas concesiones? No se sabe, pero estarían a punto de concluir, incluso, comerciantes de la zona aseguran que hace más de 13 años el abogado Gaudencio Rodríguez, esposo de la exsecretaria de Gobierno, Noemí Quirasco, habría tramitado un amparo para evitar el desalojo de éstos. La pregunta obligada es ¿van a permitir los gobiernos del estado y municipal que permanezcan esos adefesios en la icónica playa de Villa del Mar mientras se construye el moderno bulevar que se plantea como uno de los mejores del mundo? El sólo retiro de esas palapas sería suficiente para recuperar esa hermosa zona de recreación para el turismo y los propios ciudadanos del puerto, pero ese grupo ha mostrado una fuerza descomunal que le ha permitido alrededor de 30 años de abusivo usufructo.


MAL PLEITO POR VIDEOCÁMARAS DE VIGILANCIA EN XALAPA

Xalapa es arena política entre su alcalde, Hipólito Rodríguez Herrero, y el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que lamentablemente afecta a la población. La discrepancia es por la instalación de 307 postes en la vía pública y mil 252 cámaras de video-vigilancia. El alcalde aduce que la empresa a cargo de esos trabajos no solicitó permiso, pero ésta reviró que sí lo tramitó, pero no hubo respuesta de las dependencias municipales ni federales. El asunto es que el mandatario estatal alega que si el Ayuntamiento no cede esos equipos se reorientarán a otros municipios que lo han solicitado, como San Andrés Tuxtla y Martínez de la Torre. ¿Quién tiene la razón? Los sellos de clausura del Ayuntamiento en los postes instalados por la empresa Comtelsat, a decir del alcalde, son porque obstruyen vialidades peatonales y hay quejas de los vecinos. Lo que sea que fuere, si es necesario dar los permisos, otorgarlos; y si deben reubicarse los postes, hacerlo por parte de la empresa, el caso es que esas videocámaras son necesarias para la seguridad de los xalapeños y hay que instalarlas. Esperemos que la sensatez se imponga y se resuelva lo que mejor convenga a la ciudad capital del estado.

opedro2006@gmail.com




El regidor Marlon Ramírez Marín no es el único que observa los abusos y mala imagen turística para el puerto de Veracruz que ocasionan las 48 palapas instaladas en la legendaria playa de Villa del Mar, de la que desde hace décadas se adueñó un grupo de comerciantes, pero sí es el único que levanta la voz para exigir que se ponga orden en esa zona, especialmente por la contaminación que generan esos rústicos negocios de venta de mariscos.

A esa expresión se le acaba de unir el presidente de la Asociación de Hoteles en Veracruz-Boca del Río, Sergio Lois Heredia, y deberían hacerlo otros, entre ellos el presidente de la Canaco, José de Jesús Muñoz de Cote Sampieri, y todos los que tienen negocios a lo largo del bulevar, pues todo mundo sabe cuánto afectan y afean esa playa, pero callan y no hay valientes que defiendan a Veracruz. Hace unos días el regidor encargado de la Comisión de Áreas Naturales Protegidas del Ayuntamiento porteño solicitó conocer los permisos municipales otorgados para que esos palaperos puedan operar sus negocios, incluyendo información de si la Dirección Municipal de Obras Públicas otorgó licencia para construir un edificio frente al Acuario, atrás de lo que chuscamente los porteños han bautizado como la “aldea africana”. Dice el regidor que prácticamente Villa del Mar “es la única playa que tenemos en el municipio (…) para el servicio al turismo, y ésta se encuentra muy contaminada” por los dueños de esas palapas, y por lo tanto, al menos deben pagar una mayor contribución para iniciar un programa de saneamiento que repare esos daños que causan. Esto es importante, pero hay la impresión de que se queda corto el regidor Marlon, pues aún no teniendo ingerencia el Ayuntamiento en las concesiones otorgadas por la Secretaría del Medio Ambiente a quienes se establecieron ahí por tratarse de una zona federal, sí puede solicitarse a la Semarnat la cancelación anticipada de tales permisos por contaminar e infringir la ley ambiental. ¿Cuándo se vencen esas concesiones? No se sabe, pero estarían a punto de concluir, incluso, comerciantes de la zona aseguran que hace más de 13 años el abogado Gaudencio Rodríguez, esposo de la exsecretaria de Gobierno, Noemí Quirasco, habría tramitado un amparo para evitar el desalojo de éstos. La pregunta obligada es ¿van a permitir los gobiernos del estado y municipal que permanezcan esos adefesios en la icónica playa de Villa del Mar mientras se construye el moderno bulevar que se plantea como uno de los mejores del mundo? El sólo retiro de esas palapas sería suficiente para recuperar esa hermosa zona de recreación para el turismo y los propios ciudadanos del puerto, pero ese grupo ha mostrado una fuerza descomunal que le ha permitido alrededor de 30 años de abusivo usufructo.


MAL PLEITO POR VIDEOCÁMARAS DE VIGILANCIA EN XALAPA

Xalapa es arena política entre su alcalde, Hipólito Rodríguez Herrero, y el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que lamentablemente afecta a la población. La discrepancia es por la instalación de 307 postes en la vía pública y mil 252 cámaras de video-vigilancia. El alcalde aduce que la empresa a cargo de esos trabajos no solicitó permiso, pero ésta reviró que sí lo tramitó, pero no hubo respuesta de las dependencias municipales ni federales. El asunto es que el mandatario estatal alega que si el Ayuntamiento no cede esos equipos se reorientarán a otros municipios que lo han solicitado, como San Andrés Tuxtla y Martínez de la Torre. ¿Quién tiene la razón? Los sellos de clausura del Ayuntamiento en los postes instalados por la empresa Comtelsat, a decir del alcalde, son porque obstruyen vialidades peatonales y hay quejas de los vecinos. Lo que sea que fuere, si es necesario dar los permisos, otorgarlos; y si deben reubicarse los postes, hacerlo por parte de la empresa, el caso es que esas videocámaras son necesarias para la seguridad de los xalapeños y hay que instalarlas. Esperemos que la sensatez se imponga y se resuelva lo que mejor convenga a la ciudad capital del estado.

opedro2006@gmail.com