La elección presidencial del 1o. de julio del año en curso tiene entre otras modalidades la aplicación por primera vez de la reforma constitucional al artículo 83, en donde se establece la entrada al ejercicio del cargo del presidente para el día primero de octubre, en lugar del tradicional primero de diciembre que hasta el turno del presidente Peña Nieto tuvo aplicación.
El diputado Manuel Añorve Baños, del grupo parlamentario del PRI, propuso la iniciativa para reformar la constitución en el artículo 83, que establece la fecha en que el presidente electo tres meses antes (1o. de julio de 2018), deberá tomar posesión de su cargo y protestar ante el Honorable Congreso de la Unión, el desempeño patriótico del cargo de presidente de la República y el respeto y compromiso de guardar y hacer guardar la Constitución.
Dos meses se acorta el periodo presidencial de Enrique Peña Nieto, quien relevó en el cargo al expresidente Felipe Calderón Hinojosa el 1o. de diciembre del 2012; y el propósito, según la exposición de motivos de la reforma presentada por el diputado Añorve, fue el de “reducir los tiempos de espera” entre el día de la elección y el día de la toma de posesión, ya que según expresión de Añorve: “El que está en funciones ya está en franca retirada”, y por su parte el electo no puede actuar con su nueva investidura, porque “aún no toma las riendas”.
En Estados Unidos de Norteamérica, el actual presidente Donald Trump resultó electo el 8 de noviembre de 2016 y el 20 de enero de 2017 protestó el desempeño del cargo de presidente y “juró con la mano sobre la Biblia” guardar y hacer guardar la Constitución de Estados Unidos.
El periodo de transición para que entre en funciones el nuevo gobierno será de 90 días, que podrán distribuirse entre el trabajo que realizan las comisiones de entrega-recepción y la preparación del nuevo titular del Poder Ejecutivo para la selección de quienes habrán de acompañarle en su gabinete legal y ampliado, así como en la implementación de las acciones a realizar con la inmediatez que las necesidades públicas le imponen.
Hasta hoy, en las etapas de precampaña y el periodo de análisis y reflexión, para iniciar los tiempos de campaña durante los próximos tres meses, no se conoce ningún plan de trabajo propuesto por los candidatos; esperamos que la improvisación no se apodere del nuevo gobierno, porque eso agudizaría la crisis que nos afecta a todos.
