/ martes 23 de julio de 2019

ORFIS: ejemplo y línea

Las instituciones públicas desempeñan un trabajo que reportan en números por servicios brindados que al final se convierten en fría estadística. Sin embargo, no es frecuente enterarse que una aportación de nuestra latitud sea retomada por alguna instancia nacional para aplicarla en todo el país.

Por fortuna, y por tratarse de un acontecimiento atípico, corresponde hacer eco de un logro que rompe la cadena de lo ordinario al saber que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) adoptará una herramienta creada por el Órgano de Fiscalización Superior del Estado (ORFIS) que permitirá ampliar la cobertura de auditorías en todo el país.

Se trata del Sistema de Información y Gestión Municipal Armonizado de Veracruz (SIGMAVER) una herramienta tecnológica en apoyo a la gestión financiera de los entes públicos municipales, que por cierto, goza desde su creación del Registro Público del Derecho de Autor.

En su página de internet se conoce que “el SIGMAVER está desarrollado para que los municipios y las entidades paramunicipales del Estado de Veracruz cumplan con lo establecido en la Ley General de Contabilidad Gubernamental (LGCG).” De tal manera que este Sistema “registra de manera armónica, delimitada y específica las operaciones presupuestarias y contables derivadas de la gestión pública, así como otros flujos económicos.

Asimismo, genera estados financieros, confiables, oportunos, comprensibles, periódicos y comparables, los cuales son expresados en términos monetarios.” En otras palabras se trata de un sistema de información que mantiene observadas a las administraciones municipales para acotarles su margen error y de discreción en el uso de los recursos públicos.

Con esto, se combate efectivamente la corrupción, ahora que el Presidente López Obrador en su más reciente visita a la entidad atribuyó como paradoja que la pobreza de Veracruz se debía en buena parte a la corrupción imperante.

Al menos, en el ORFIS se ve que hay trabajo y sintonía desde hace tiempo por hacer que la corrupción se combata con medios prácticos, medibles y eficientes como el SIGMAVER que ha sido adoptado por la ASF para tener mayor alcance en las auditorías que realiza en municipios de Veracruz y que podrá replicarse en otros estados del país.

Hay una lectura que conviene destacar en todo este trabajo generado en materia de fiscalización: a partir de la entrada del gobierno de la 4T, la ASF y el ORFIS han exhibido una sincronía nunca antes registrada, incluso, sus titulares, David Rogelio Colmenares Páramo y Lorenzo Antonio Portilla Vásquez han hecho más frecuentes sus encuentros, acciones y discursos. Hace apenas una semanas, se hacía público que en plena coincidencia con los postulados de la 4T promovida por el presidente López Obrador, el titular del ORFIS ha destacado que la finalidad de los dos entes fiscalizadores “es reducir e inhibir la corrupción, y esa meta nos motiva a realizar nuestras tareas con oportunidad, estrictos criterios técnicos y total apego a la ley”.

Por lo tanto, es notorio que el ORFIS está en la sintonía nacional y es también, un laboratorio que prueba la efectividad de sus iniciativas anticorrupción.

Historias de impunidad

El crimen perpetrado contra el exalcalde de Yecuatla, Rogelio Ayala Palomino, se suma a otros atentados contra políticos veracruzanos.

La lista es larga e incluye a miembros de prácticamente todos los partidos.

Ayala Palomino fue secuestrado y asesinado; su cuerpo fue hallado este domingo en el camino que conduce de Yecuatla a Colipa, municipios ubicados en la sierra de Misantla.

El hecho nos remite a otro caso similar: el asesinato del exalcalde de Colipa, Víctor Molina Dorantes, ocurrido en enero de 2018.

Ojalá el caso de Rogelio Ayala no termine igual que el de Víctor Molina, que a 17 meses sigue sin resolverse.

@luisromero85

Las instituciones públicas desempeñan un trabajo que reportan en números por servicios brindados que al final se convierten en fría estadística. Sin embargo, no es frecuente enterarse que una aportación de nuestra latitud sea retomada por alguna instancia nacional para aplicarla en todo el país.

Por fortuna, y por tratarse de un acontecimiento atípico, corresponde hacer eco de un logro que rompe la cadena de lo ordinario al saber que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) adoptará una herramienta creada por el Órgano de Fiscalización Superior del Estado (ORFIS) que permitirá ampliar la cobertura de auditorías en todo el país.

Se trata del Sistema de Información y Gestión Municipal Armonizado de Veracruz (SIGMAVER) una herramienta tecnológica en apoyo a la gestión financiera de los entes públicos municipales, que por cierto, goza desde su creación del Registro Público del Derecho de Autor.

En su página de internet se conoce que “el SIGMAVER está desarrollado para que los municipios y las entidades paramunicipales del Estado de Veracruz cumplan con lo establecido en la Ley General de Contabilidad Gubernamental (LGCG).” De tal manera que este Sistema “registra de manera armónica, delimitada y específica las operaciones presupuestarias y contables derivadas de la gestión pública, así como otros flujos económicos.

Asimismo, genera estados financieros, confiables, oportunos, comprensibles, periódicos y comparables, los cuales son expresados en términos monetarios.” En otras palabras se trata de un sistema de información que mantiene observadas a las administraciones municipales para acotarles su margen error y de discreción en el uso de los recursos públicos.

Con esto, se combate efectivamente la corrupción, ahora que el Presidente López Obrador en su más reciente visita a la entidad atribuyó como paradoja que la pobreza de Veracruz se debía en buena parte a la corrupción imperante.

Al menos, en el ORFIS se ve que hay trabajo y sintonía desde hace tiempo por hacer que la corrupción se combata con medios prácticos, medibles y eficientes como el SIGMAVER que ha sido adoptado por la ASF para tener mayor alcance en las auditorías que realiza en municipios de Veracruz y que podrá replicarse en otros estados del país.

Hay una lectura que conviene destacar en todo este trabajo generado en materia de fiscalización: a partir de la entrada del gobierno de la 4T, la ASF y el ORFIS han exhibido una sincronía nunca antes registrada, incluso, sus titulares, David Rogelio Colmenares Páramo y Lorenzo Antonio Portilla Vásquez han hecho más frecuentes sus encuentros, acciones y discursos. Hace apenas una semanas, se hacía público que en plena coincidencia con los postulados de la 4T promovida por el presidente López Obrador, el titular del ORFIS ha destacado que la finalidad de los dos entes fiscalizadores “es reducir e inhibir la corrupción, y esa meta nos motiva a realizar nuestras tareas con oportunidad, estrictos criterios técnicos y total apego a la ley”.

Por lo tanto, es notorio que el ORFIS está en la sintonía nacional y es también, un laboratorio que prueba la efectividad de sus iniciativas anticorrupción.

Historias de impunidad

El crimen perpetrado contra el exalcalde de Yecuatla, Rogelio Ayala Palomino, se suma a otros atentados contra políticos veracruzanos.

La lista es larga e incluye a miembros de prácticamente todos los partidos.

Ayala Palomino fue secuestrado y asesinado; su cuerpo fue hallado este domingo en el camino que conduce de Yecuatla a Colipa, municipios ubicados en la sierra de Misantla.

El hecho nos remite a otro caso similar: el asesinato del exalcalde de Colipa, Víctor Molina Dorantes, ocurrido en enero de 2018.

Ojalá el caso de Rogelio Ayala no termine igual que el de Víctor Molina, que a 17 meses sigue sin resolverse.

@luisromero85