/ domingo 27 de septiembre de 2020

Pan: fractura cantada

La confrontación interna del PAN entre los grupos aliados al dirigente estatal Joaquín Guzmán Avilés y el del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares está por minar la hegemonía panista en la zona conurbada Veracruz-Medellín-Boca del Río, el principal bastión del blanquiazul.

En el puerto de Veracruz, por ejemplo, las diferencias entre el senador Julen Rementería y el alcalde Fernando Yunes Márquez cada vez son más públicas y estridentes por la disputa de la candidatura municipal entre el diputado local Bingen Rementería, hijo del aspirante a gobernador, y los incondicionales del yunismo, como la diputada local María Josefina Gamboa y la senadora Indira Rosales.

La semana anterior se dio un ríspido enfrentamiento verbal por una fotografía difundida en redes sociales con la que los yunistas acusaron a Julen de “traidor” porque supuestamente se había reunido con el gobernador Cuitláhuac García en la Casa Veracruz. El senador lo desmintió mostrando una imagen en la que aparece pero en un restaurante xalapeño con el mismo nombre de la residencia oficial del Ejecutivo del Estado.

En Boca del Río existe también una fuerte pugna entre el diputado local Juan Manuel Unanue Abascal, aspirante a la presidencia municipal, y el alcalde Humberto Alonso Morelli, quien pretende imponer a su director de Desarrollo Social, Cristian Blanco San Germán.

El supuesto veto de Morelli a Unanue ha generado diversos rumores. Uno de ellos, que el legislador boqueño podría renunciar al partido blanquiazul –versión que corrió a mediados de agosto luego de reunirse con el dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín, en un restaurante propiedad del concuño del líder priista–, y otro que lo señala de haber proporcionado todo el expediente con fotografías, nombres y otros datos para que el dirigente municipal del tricolor, Rodolfo Llorente Mosqueda, denunciara por presuntos delitos electorales ante la FEPADE a Morelli, al tesorero municipal y al director de Desarrollo Social.

Y, en Medellín de Bravo, el alcalde panista Hipólito Deschamps no sólo enfrenta una grave revuelta interna en su administración municipal sino que ahora le ha surgido una Asociación Civil llamada “MEMO” (Medellín en Movimiento), a la que en las últimas semanas, con el supuesto interés común de “rescatar” a dicho municipio, se han incorporado priistas, panistas y empresarios ligados coincidentemente al grupo de Yunes Linares, entre ellos el exsíndico boqueño Manuel Maza Saavedra, quien ya tiene lista una carta de renuncia a sus 35 años de militancia en el PRI; el exdirector de Tránsito del Estado, Rafael Escobar Torres, y el empresario y líder transportista de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río-Medellín, Alfonso “El Pollo” Enríquez Boussart.

Pero lo que presumiblemente también le habría quitado el sueño a Deschamps es que hace unos días se le fue sin avisar la tesorera Ana Ruth Rodríguez Zavala, quien se habría llevado documentación financiera comprometedora.

En su lugar, Deschamps designó a Manuel José del Río Ponce de León, el tercer tesorero en menos de tres años de su administración.

La confrontación interna del PAN entre los grupos aliados al dirigente estatal Joaquín Guzmán Avilés y el del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares está por minar la hegemonía panista en la zona conurbada Veracruz-Medellín-Boca del Río, el principal bastión del blanquiazul.

En el puerto de Veracruz, por ejemplo, las diferencias entre el senador Julen Rementería y el alcalde Fernando Yunes Márquez cada vez son más públicas y estridentes por la disputa de la candidatura municipal entre el diputado local Bingen Rementería, hijo del aspirante a gobernador, y los incondicionales del yunismo, como la diputada local María Josefina Gamboa y la senadora Indira Rosales.

La semana anterior se dio un ríspido enfrentamiento verbal por una fotografía difundida en redes sociales con la que los yunistas acusaron a Julen de “traidor” porque supuestamente se había reunido con el gobernador Cuitláhuac García en la Casa Veracruz. El senador lo desmintió mostrando una imagen en la que aparece pero en un restaurante xalapeño con el mismo nombre de la residencia oficial del Ejecutivo del Estado.

En Boca del Río existe también una fuerte pugna entre el diputado local Juan Manuel Unanue Abascal, aspirante a la presidencia municipal, y el alcalde Humberto Alonso Morelli, quien pretende imponer a su director de Desarrollo Social, Cristian Blanco San Germán.

El supuesto veto de Morelli a Unanue ha generado diversos rumores. Uno de ellos, que el legislador boqueño podría renunciar al partido blanquiazul –versión que corrió a mediados de agosto luego de reunirse con el dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín, en un restaurante propiedad del concuño del líder priista–, y otro que lo señala de haber proporcionado todo el expediente con fotografías, nombres y otros datos para que el dirigente municipal del tricolor, Rodolfo Llorente Mosqueda, denunciara por presuntos delitos electorales ante la FEPADE a Morelli, al tesorero municipal y al director de Desarrollo Social.

Y, en Medellín de Bravo, el alcalde panista Hipólito Deschamps no sólo enfrenta una grave revuelta interna en su administración municipal sino que ahora le ha surgido una Asociación Civil llamada “MEMO” (Medellín en Movimiento), a la que en las últimas semanas, con el supuesto interés común de “rescatar” a dicho municipio, se han incorporado priistas, panistas y empresarios ligados coincidentemente al grupo de Yunes Linares, entre ellos el exsíndico boqueño Manuel Maza Saavedra, quien ya tiene lista una carta de renuncia a sus 35 años de militancia en el PRI; el exdirector de Tránsito del Estado, Rafael Escobar Torres, y el empresario y líder transportista de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río-Medellín, Alfonso “El Pollo” Enríquez Boussart.

Pero lo que presumiblemente también le habría quitado el sueño a Deschamps es que hace unos días se le fue sin avisar la tesorera Ana Ruth Rodríguez Zavala, quien se habría llevado documentación financiera comprometedora.

En su lugar, Deschamps designó a Manuel José del Río Ponce de León, el tercer tesorero en menos de tres años de su administración.

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