/ jueves 2 de septiembre de 2021

Panoramas e idiosincrasia

Los informes de gobierno han sido objeto de culto, de reverencia, de relevancia político-institucional, y no sería de otra forma el discurso vertido por el señor presidente Andrés Manuel López Obrador.

Con los claroscuros que se han venido presentando en la panorámica internacional, podemos considerar que para México se avizora en muy poco tiempo el arranque anticipado del relevo del titular del Ejecutivo federal.

Hay partes esenciales del discurso del señor presidente López Obrador y expresiones tan simples (pero profundas) que mucha gente las pasará por alto, una de ellas es "mi conciencia, es lo que estimo más importante en mi vida".

Cualquier político sin conciencia sería una bestia, una abominación del orgullo pletórico del egoísmo y la pedantería del absolutismo banal y meramente temporero.

Una parte medular es cuando remata con un "tengan para que aprendan", y continúa enumerando cualidades diversas de su administración.

Debo confesar que como miembro del magisterio nacional, que pugna por la educación laica, libre y gratuita, me siento identificado con los hechos ahí expuestos.

Bien sabemos que no todo es miel sobre hojuelas, bien sabemos que la competencia democrática, política y electoral no debe ser electorera, sino aspirar a la ecuanimidad de miras, al equilibrio de poderes, a la distribución compartida de la riqueza nacional, pero además a poder escuchar y valorar los disensos como una forma enriquecedora en la mentalidad, tanto de gobernantes, gobernados y oposiciones al oficialismo, según las discrepancias.

Se presumieron varios récords, una fue la mayor inversión extranjera registrada en monto de capitales para el país, la no devaluación del peso, el no incremento de la deuda pública, un notorio aumento del índice de la Bolsa de Valores y de las reservas del Banco de México, entre otros aspectos torales.

El señor presidente hizo uso del valor de la ética en los procesos de gobierno, en la toma de decisiones, pero además dijo que en este preciso instante podría dejar el cargo e irse satisfecho, tranquilo; así lo dio a entender.

Todo ello abre y apertura la relevancia proyectada rumbo al relevo institucional del 2024, y aquí el hecho de mencionar figuras de reemplazo por el oficialismo será controvertido, aunque se pueden ver dos hombres y una mujer; uno es canciller, otro es senador y la dama es Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Obviamente, habrán de sumarse más elementos con aspiraciones a llegar a tan insigne cargo, pero la mayor catapulta se verá en lo sucesivo, hasta topar con las precampañas de los diversos protagonistas y de los partidos políticos y su militancia.

Se debe innovar, ser más audaces, propositivos y ante todo, cumplirle a México; todo lo contrario significará la pérdida no sólo de la más importante elección político-electoral en todo México, sino el achicamiento o la desaparición de varios partidos políticos, especialmente de los llamados satélites.

Entre el estilo de gobernar y los panoramas del futuro, hay datos duros también, por ello el trabajo de dirigir y gobernar a México será siempre un ejercicio público y colegiado, plural, incluyente y multiforme. Como siempre, la mejor opinión la tiene usted.

Los informes de gobierno han sido objeto de culto, de reverencia, de relevancia político-institucional, y no sería de otra forma el discurso vertido por el señor presidente Andrés Manuel López Obrador.

Con los claroscuros que se han venido presentando en la panorámica internacional, podemos considerar que para México se avizora en muy poco tiempo el arranque anticipado del relevo del titular del Ejecutivo federal.

Hay partes esenciales del discurso del señor presidente López Obrador y expresiones tan simples (pero profundas) que mucha gente las pasará por alto, una de ellas es "mi conciencia, es lo que estimo más importante en mi vida".

Cualquier político sin conciencia sería una bestia, una abominación del orgullo pletórico del egoísmo y la pedantería del absolutismo banal y meramente temporero.

Una parte medular es cuando remata con un "tengan para que aprendan", y continúa enumerando cualidades diversas de su administración.

Debo confesar que como miembro del magisterio nacional, que pugna por la educación laica, libre y gratuita, me siento identificado con los hechos ahí expuestos.

Bien sabemos que no todo es miel sobre hojuelas, bien sabemos que la competencia democrática, política y electoral no debe ser electorera, sino aspirar a la ecuanimidad de miras, al equilibrio de poderes, a la distribución compartida de la riqueza nacional, pero además a poder escuchar y valorar los disensos como una forma enriquecedora en la mentalidad, tanto de gobernantes, gobernados y oposiciones al oficialismo, según las discrepancias.

Se presumieron varios récords, una fue la mayor inversión extranjera registrada en monto de capitales para el país, la no devaluación del peso, el no incremento de la deuda pública, un notorio aumento del índice de la Bolsa de Valores y de las reservas del Banco de México, entre otros aspectos torales.

El señor presidente hizo uso del valor de la ética en los procesos de gobierno, en la toma de decisiones, pero además dijo que en este preciso instante podría dejar el cargo e irse satisfecho, tranquilo; así lo dio a entender.

Todo ello abre y apertura la relevancia proyectada rumbo al relevo institucional del 2024, y aquí el hecho de mencionar figuras de reemplazo por el oficialismo será controvertido, aunque se pueden ver dos hombres y una mujer; uno es canciller, otro es senador y la dama es Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Obviamente, habrán de sumarse más elementos con aspiraciones a llegar a tan insigne cargo, pero la mayor catapulta se verá en lo sucesivo, hasta topar con las precampañas de los diversos protagonistas y de los partidos políticos y su militancia.

Se debe innovar, ser más audaces, propositivos y ante todo, cumplirle a México; todo lo contrario significará la pérdida no sólo de la más importante elección político-electoral en todo México, sino el achicamiento o la desaparición de varios partidos políticos, especialmente de los llamados satélites.

Entre el estilo de gobernar y los panoramas del futuro, hay datos duros también, por ello el trabajo de dirigir y gobernar a México será siempre un ejercicio público y colegiado, plural, incluyente y multiforme. Como siempre, la mejor opinión la tiene usted.