/ jueves 15 de agosto de 2019

Pánuco: ¿hasta cuándo?

La Iglesia católica de Pánuco está indignada porque dos de sus sacerdotes de la parroquia de San Esteban han tenido que huir de la ciudad tras ser amenazados de muerte por un grupo de la delincuencia organizada presuntamente vinculado con una conocida familia política.

Según las versiones que circulan en las redes sociales, los presbíteros recibieron un ultimátum del grupo criminal en represalia porque venían convocando a marchas por la paz y haciendo razonar a la gente para que no creyeran más en los caciques que tienen secuestrado al pueblo desde el amparo del poder político.

En el mensaje que le enviaron al párroco Crispín Hernández, le advertían que ya habían hablado con el “señor Obispo por la buena”, pero que al ver que no obedeció “entonces ya eres hombre muerto juntamente con el pinche perro del Ángel Josué”, otro sacerdote.

Según se ve, en Pánuco la inseguridad sigue igual o peor que con los exgobernadores Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes, quien hace tres años, ya declarado oficialmente ganador de la elección, durante el último foro público del Plan Veracruzano de Desarrollo 2016-2018 sentenció: “Le digo a la delincuencia desde Pánuco: se van a encontrar a un gobernador que tiene los pantalones bien puestos y la mano muy firme para combatirlos, de correr todos los riesgos. ¡Ya basta de complacencias con los delincuentes, porque ya basta de desaparecidos!”.

“¡Ya basta de homicidios, ya basta de extorsión, ya basta de pago de derecho de piso y ya basta de que nuestro estado se encuentre en manos de la delincuencia organizada, permitido sin duda alguna por los altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública! ¿Nos toca acostumbrarnos a que toda la vida vivamos con miedo? ¿Nos tendremos que acostumbrar a vivir en la inseguridad? ¿Nos tenemos que acostumbrar a vivir en el terror? ¡La respuesta es no!”, afirmó tajante Yunes Linares, quien terminó aliándose con la familia García Escalante pese a que en su campaña electoral los vinculó con el crimen organizado.

Yunes arremetió contra Ricardo García Guzmán, a la sazón contralor de Javier Duarte, y contra sus hijos Ricardo y Rodrigo García Escalante, el primero exalcalde y en la actualidad diputados federal y local del PAN, respectivamente.

A mediados de julio pasado, el gobernador Cuitláhuac García, sin dar nombres ni apellidos, también aludió a esta “familia política” de Pánuco a la que vinculó con el Grupo Sombra.

El mandatario estatal de MORENA acusó entonces que parecía que “a propósito” la Fiscalía General del Estado “integra mal las carpetas” contra estos delincuentes porque el fiscal Jorge Winckler, incondicional de Yunes Linares, está ligado al mismo grupo político vinculado con la susodicha organización delictiva.

La Iglesia católica de Pánuco está indignada porque dos de sus sacerdotes de la parroquia de San Esteban han tenido que huir de la ciudad tras ser amenazados de muerte por un grupo de la delincuencia organizada presuntamente vinculado con una conocida familia política.

Según las versiones que circulan en las redes sociales, los presbíteros recibieron un ultimátum del grupo criminal en represalia porque venían convocando a marchas por la paz y haciendo razonar a la gente para que no creyeran más en los caciques que tienen secuestrado al pueblo desde el amparo del poder político.

En el mensaje que le enviaron al párroco Crispín Hernández, le advertían que ya habían hablado con el “señor Obispo por la buena”, pero que al ver que no obedeció “entonces ya eres hombre muerto juntamente con el pinche perro del Ángel Josué”, otro sacerdote.

Según se ve, en Pánuco la inseguridad sigue igual o peor que con los exgobernadores Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes, quien hace tres años, ya declarado oficialmente ganador de la elección, durante el último foro público del Plan Veracruzano de Desarrollo 2016-2018 sentenció: “Le digo a la delincuencia desde Pánuco: se van a encontrar a un gobernador que tiene los pantalones bien puestos y la mano muy firme para combatirlos, de correr todos los riesgos. ¡Ya basta de complacencias con los delincuentes, porque ya basta de desaparecidos!”.

“¡Ya basta de homicidios, ya basta de extorsión, ya basta de pago de derecho de piso y ya basta de que nuestro estado se encuentre en manos de la delincuencia organizada, permitido sin duda alguna por los altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública! ¿Nos toca acostumbrarnos a que toda la vida vivamos con miedo? ¿Nos tendremos que acostumbrar a vivir en la inseguridad? ¿Nos tenemos que acostumbrar a vivir en el terror? ¡La respuesta es no!”, afirmó tajante Yunes Linares, quien terminó aliándose con la familia García Escalante pese a que en su campaña electoral los vinculó con el crimen organizado.

Yunes arremetió contra Ricardo García Guzmán, a la sazón contralor de Javier Duarte, y contra sus hijos Ricardo y Rodrigo García Escalante, el primero exalcalde y en la actualidad diputados federal y local del PAN, respectivamente.

A mediados de julio pasado, el gobernador Cuitláhuac García, sin dar nombres ni apellidos, también aludió a esta “familia política” de Pánuco a la que vinculó con el Grupo Sombra.

El mandatario estatal de MORENA acusó entonces que parecía que “a propósito” la Fiscalía General del Estado “integra mal las carpetas” contra estos delincuentes porque el fiscal Jorge Winckler, incondicional de Yunes Linares, está ligado al mismo grupo político vinculado con la susodicha organización delictiva.

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