Hace tiempo que no se sabe de la existencia de grupos insurgentes armados en el estado de Veracruz, como los hubo hace algunas décadas en Zongolica y la zona del Uxpanapa, pero que no llegaron a constituir un movimiento de la talla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en tiempos del subcomandante Marcos, en Chiapas, para derrocar al mal gobierno, según sus consignas de lucha. No han surgido desde entonces grupos subversivos, digamos como fue la Liga Comunista 23 de Septiembre que operaba en Oaxaca. Los que han aparecido ahora son grupos de autodefensa y otros que solamente se forman para protestar, a veces con acciones violentas, cuando no están de acuerdo en alguna acción del gobierno, caso de los campesinos de San Salvador Atenco, en el estado de México, contra la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). No los hay de tipo revolucionario, al menos visiblemente, pero comienzan a aparecer cada vez con mayor recurrencia grupos de autodefensa. Hace algunos meses, se especuló de que en Tlalixcoyan surgió una Guardia Civil de Autodefensa, que el actual gobierno desmintió de inmediato, y lo mismo pasó en el anterior gobierno en otros municipios de la zona centro del estado. En días pasados, se conoció la noticia de que en Zongolica, pobladores de más de 15 comunidades de esa zona serrana y las localidades San José Acateno, Ayotoxco y Hueytamalco, colindantes con el vecino estado de Puebla, se organizaron para implementar acciones de seguridad propias. “Hemos tomado medidas para proteger a nuestras familias de las manos de grupos de delincuentes que nos han quitado la tranquilidad en nuestros hogares”, señalaron en un manifiesto público. Y, tras hacerlo, armados con palos y machetes bloquearon la entrada a sus poblados a personas ajenas a esos lugares que viajan en vehículos, para evitar seguir siendo “víctimas de extorsiones y secuestros” ellos y sus familias. Esos pobladores se auto-denominan “Comunidad Insurgentes Socialistas del municipio de Papantla”, aunque aclaran que no son autodefensas ni son hostiles. Sin embargo, inquieta que la inseguridad lleve a este extremo a la población y, como ellos, señalan no confíen en las policías del estado ni las municipales y, en todo caso, solicitan la intervención de las fuerzas de la Secretaría de Marina. El ambiente de hostilidad es grave y, si bien proviene de un acto de legítima demanda de seguridad, puede provocar mayores problemas que los que busca resolver, y ahí están los casos de linchamientos que se presentan en otras partes y en el estado han estado a punto de ocurrir, situación que no puede enfrentarse con el desalojo de los pobladores que se declararon en pie de lucha, como ha anunciado el gobierno del estado, porque sería como rociar gasolina donde hay fuego. Debe haber diálogo, conciliación, y atenderse de manera inmediata y efectiva la problemática que los habitantes de esa región padecen. La prudencia es indispensable.
LA GRILLA CONTRA EL FUTURO SECRETARIO DE GOBIERNO
+++Ayer se difundió un video en el que el diputado local electo por el distrito de Medellín postulado por Morena, Maleno González, denuncia públicamente que el futuro secretario de Gobierno, Éric Cisneros Burgos, a través de su compañero legislador tuxtleco Javier Gómez Cazarín, busca “comprar” voluntades de quienes integrarán la próxima bancada de su partido en el Congreso local, para que todos ellos voten a favor de las propuestas que presente el entrante gobernador Cuitláhuac García Jiménez. En realidad se trata de un señalamiento que no encaja en alguien con la experiencia del que será número dos del gobierno estatal. Hacerlo con dinero vía tarjetas “Saldazo” que sólo reciben depósitos de hasta 5 mil pesos, suena ridículo, y más bien se percibe como una “grilla”. Hay políticos desempleados que quisieran ver caer al oriundo de Otatitlán, y el gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez, debe mantenerse ajeno a esos golpeteos que sólo trata de crear inestabilidad al interior del equipo en formación.
Escriba a opedro2006@gmail.com
