/ martes 29 de junio de 2021

Para el bien estar

Buen día, apreciado lector. Ora que ya pasó el proceso electoral, la Iglesia católica mexicana ha lanzado un llamado a la cordura, bueno, a la paz, “a través de la cultura del diálogo y del perdón”.

Los obispos líderes escribieron: “Hoy más que nunca, nuestras sociedades necesitan artesanos de la paz, que sean auténticos mensajeros y testigos, en la vida cotidiana, del bien ser, del bien dar y del bien estar”, y es necesario comprometerse todos para superar las divisiones, favorecer la paz, la reconciliación y la comunión.

Sin embargo, lo que no gustará a la cuatroté, pero lo tienen que decir porque nadie lo puede ocultar, es que los curitas denuncien que en todas partes siga “la creciente actividad de la delincuencia organizada, la pobreza, la desigualdad social, la corrupción, la falta de reformas en las políticas económicas, las deficiencias en el sistema de impartición de justicia, el desempleo”, realidad que “lejos de disminuir, continúa amenazando a nuestras comunidades”.

Son conservadores, fifís, guácala, dirá ya saben quién.

En su mensaje piden a autoridades gubernamentales, organismos autónomos, sociedad civil y ministros de culto, “realizar nuestra propia aportación para la construcción de la causa común, bajo el resguardo jurídico que provee el Estado de Derecho, el cual debe garantizar una sana convivencia entre la población”.

Los obispos reiteran el intento de “renovar y mantener un diálogo provechoso, abierto y trasparente con las instituciones”.

Su propuesta es “continuar construyendo a partir de los principios de solidaridad y subsidiariedad, favoreciendo que prevalezca la ayuda mutua, y caminando animados por la confianza recíproca”.

“Como constructores de paz: seamos respetuosos y comprensivos; seamos ejemplo de paz, armonía y amor en donde quiera que nos encontremos. Seamos pacientes, fomentemos la sana convivencia, estemos dispuestos a ser serviciales, a ayudar al que lo necesita”.

También insisten en todo momento por combatir la violencia; “no nos esperemos, podemos hacerlo hoy mismo y con ello contribuir de manera trascendental en la promoción de la paz: utilicemos una comunicación asertiva, seamos amables con todos”.

Pues así sea abrazos y a terminar los balazos. Mantengamos la paz en el hogar, sembremos plantas y cuidemos el agua.

gustavocadenamathey@gmail.com

Buen día, apreciado lector. Ora que ya pasó el proceso electoral, la Iglesia católica mexicana ha lanzado un llamado a la cordura, bueno, a la paz, “a través de la cultura del diálogo y del perdón”.

Los obispos líderes escribieron: “Hoy más que nunca, nuestras sociedades necesitan artesanos de la paz, que sean auténticos mensajeros y testigos, en la vida cotidiana, del bien ser, del bien dar y del bien estar”, y es necesario comprometerse todos para superar las divisiones, favorecer la paz, la reconciliación y la comunión.

Sin embargo, lo que no gustará a la cuatroté, pero lo tienen que decir porque nadie lo puede ocultar, es que los curitas denuncien que en todas partes siga “la creciente actividad de la delincuencia organizada, la pobreza, la desigualdad social, la corrupción, la falta de reformas en las políticas económicas, las deficiencias en el sistema de impartición de justicia, el desempleo”, realidad que “lejos de disminuir, continúa amenazando a nuestras comunidades”.

Son conservadores, fifís, guácala, dirá ya saben quién.

En su mensaje piden a autoridades gubernamentales, organismos autónomos, sociedad civil y ministros de culto, “realizar nuestra propia aportación para la construcción de la causa común, bajo el resguardo jurídico que provee el Estado de Derecho, el cual debe garantizar una sana convivencia entre la población”.

Los obispos reiteran el intento de “renovar y mantener un diálogo provechoso, abierto y trasparente con las instituciones”.

Su propuesta es “continuar construyendo a partir de los principios de solidaridad y subsidiariedad, favoreciendo que prevalezca la ayuda mutua, y caminando animados por la confianza recíproca”.

“Como constructores de paz: seamos respetuosos y comprensivos; seamos ejemplo de paz, armonía y amor en donde quiera que nos encontremos. Seamos pacientes, fomentemos la sana convivencia, estemos dispuestos a ser serviciales, a ayudar al que lo necesita”.

También insisten en todo momento por combatir la violencia; “no nos esperemos, podemos hacerlo hoy mismo y con ello contribuir de manera trascendental en la promoción de la paz: utilicemos una comunicación asertiva, seamos amables con todos”.

Pues así sea abrazos y a terminar los balazos. Mantengamos la paz en el hogar, sembremos plantas y cuidemos el agua.

gustavocadenamathey@gmail.com