Recién terminaron los Juegos Olímpicos de Tokio, una excelente muestra del deporte mundial donde los mejores atletas de cada país demostraron su preparación y entrega en cada competencia. Obvio que el medallero fue para los de siempre, Estados Unidos, con muchísimas medallas, Rusia a comparación de otras justas, no obtuvo tantas como era costumbre, pero aun así demostraron gran valía en sus competidores y así otros países tuvieron grandes logros y para variar, nuestros representantes, que si bien algunos hicieron un buen papel como los arqueros y clavadistas, incluidos los futbolistas, los demás dejaron mucho que desear, así que de 164 competidores, sólo logramos 4 medallas de bronce, algunos diplomas de cuarto y quinto lugar y los demás tuvieron una presentación muy mediocre, incluso las jugadoras de softbol fueron motivo de protestas y ridículo al dejar tirados sus uniformes en la basura.
Cierto es que no toda la culpa es de los atletas, gran parte y desmérito se lo lleva la directiva del Comité Olímpico y principalmente la directora del deporte en nuestro país, que lejos de inyectarle recursos a la preparación de esos deportistas supuestamente de alto rendimiento, hicieron un recorte importantísimo a esa área por órdenes del patrón y si a eso le agregamos los recursos que se pierden en el camino, vemos los resultados que se obtuvieron y el gran gasto que implicó el llevar a tanto deportista a pasear y hacer como que daban su mejor esfuerzo. En fin, veremos que pasa y que papel jugamos en París 24.
Por otra parte, ya está la presión para que llueva, truene o relampagué, los niños regresen a las aulas en el nuevo ciclo escolar, sin importar que estamos en medio de una tercera ola muy fuerte de Covid 19 y que la vacunación aun no llega a todos los ciudadanos de 18 a 40 años, entre los que se encuentra el grueso de padres de familia de niños de kínder, primaria y algunos de secundaria, que a los maestros les pusieron la vacuna china de una dosis de mediana protección y que los niños día a día se están contagiando, algunos de manera grave y ya un número importante, muriendo por el virus.
Pfizer ha reportado en revistas científicas serias, sus buenos resultados con la aplicación dosificada de su vacuna en niños de 2 años de edad en adelante y ya está haciéndose el programa para la vacunación infantil, así que en breve no habrá pretexto para que nuestros niños no reciban la vacuna, a menos que las autoridades no quieran adquirir el biológico.
Por otro lado, tras tantos meses de inactividad, miles de aulas están en pésimas condiciones, otras vandalizadas y carentes de lo mínimo necesario para la enseñanza y están pidiendo a los maestros y padres de familia que vayan a las escuelas a hacer limpieza y tratar de habilitar las aulas, que en principio deberían tener separadores acrílicos entre los pupitres y un estricto control de limpieza y sanidad, así que eso de regresar a las aulas implica un grave riesgo al que se van a exponer los niños ya que en la mayoría de los planteles no habrá las condiciones mínimas de seguridad y protección contra la enfermedad.