/ viernes 4 de diciembre de 2020

Pareja igualitaria

Una conquista más ha logrado la comunidad sexual en Veracruz. En Ixhuatlancillo, el Ayuntamiento otorgó a una pareja gay la constancia de concubinato igualitario.

Se podrán ya asegurar en el ISSSTE para recibir seguridad social. De hecho y derecho, es la primera demarcación en la zona centro en reconocer los derechos de las parejas gay.

En contraparte, en los últimos 2 años de la 4T, unos cuarenta y dos crímenes de odio. ¡Ah, vaya!, todos en la impunidad. Una mujer al frente de la Fiscalía General, antigua reina de belleza en su pueblo, Santiago Tuxtla.

El presidente de la ONG "Todos Somos Positivos" lo considera un logro de la comunidad. Y más en un Veracruz donde la mayoría de presidentes municipales han rechazado la posibilidad, temerosos de que las tribus eclesiásticas los excomulguen, como sucediera en el siglo pasado con el gobernador priista de Guerrero, Rubén Figueroa Alcocer, obligado a dar marcha atrás a la iniciativa de ley para despenalizar el aborto. Y en un Veracruz tan lleno de atavismos. Uno, el aborto, penalizado. Dos, Veracruz, primer lugar nacional con adolescentes embarazadas. Tres, Veracruz, primer lugar nacional en abortos clandestinos.

Cuatro, los políticos, arrodillados ante la iglesia para seguir rechazando la boda gay y la adopción de hijos. Cinco, la venta burda, ramplona y barata de una encuesta "a mano alzada" para definir si la población está de acuerdo con las parejas gays.

Poco a poco, los derechos de las mujeres son reconocidos. Poco a poco, también, los derechos de la comunidad gay. Pero, y vaya paradoja, ha de seguirse luchando. Incluso, la lucha apenas, apenitas inicia.

Bastaría referir que otras parejas de Ixhuatlancillo corrieron mala suerte cuando les negaron el legítimo derecho al concubinato igualitario.

Incluso, y más, cuando las ONG de la región advirtieron de protestas masivas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos por violentar la Constitución General de la República.

Por eso, el secretario del Ayuntamiento cedió y la semana anterior entregó la primera constancia.

A partir de la fecha, el concubino puede tener seguridad social. Y de paso, el legítimo derecho a integrar un patrimonio en su relación matrimonial.

La comunidad gay de la región de Orizaba espera que pronto, "antes de que el galito cante 3 veces", más parejas gays tramiten la constancia de concubinato.

Más, en el tiempo del desastre epidemiológico que ya lleva nueve meses y ha dejado estragos en parejas gays.

Y es que si de pronto, un miembro de una pareja fallece por el coronavirus, la otra persona queda a la deriva. Por eso mismo, la urgencia y la prontitud.

Bastaría referir que en la Gaceta Oficial de la Federación están publicado que las parejas gays tienen el legítimo derecho a solicitar la constancia.

Con todo, hay servidores públicos en los Registros Civil y en los Ayuntamientos desconocedores de la ley y niegan el derecho a las parejas gays.

Hora, entonces, de que la comunidad lésbica lance una cruzada cívica publicitaria para que en los doscientos doce municipios de Veracruz los secretarios del par de dependencias conozcan la ley y se dejen de rollos. Lo decía Benito Juárez: "Nada ni nadie por encima de la ley".

Y, bueno, si las elites eclesiásticas protestan y amenazan con excomulgar a los funcionarios, la Gaceta Oficial de la Federación constituye el instrumento infalible, la garantía social, el paso a la legalidad.

Una conquista más ha logrado la comunidad sexual en Veracruz. En Ixhuatlancillo, el Ayuntamiento otorgó a una pareja gay la constancia de concubinato igualitario.

Se podrán ya asegurar en el ISSSTE para recibir seguridad social. De hecho y derecho, es la primera demarcación en la zona centro en reconocer los derechos de las parejas gay.

En contraparte, en los últimos 2 años de la 4T, unos cuarenta y dos crímenes de odio. ¡Ah, vaya!, todos en la impunidad. Una mujer al frente de la Fiscalía General, antigua reina de belleza en su pueblo, Santiago Tuxtla.

El presidente de la ONG "Todos Somos Positivos" lo considera un logro de la comunidad. Y más en un Veracruz donde la mayoría de presidentes municipales han rechazado la posibilidad, temerosos de que las tribus eclesiásticas los excomulguen, como sucediera en el siglo pasado con el gobernador priista de Guerrero, Rubén Figueroa Alcocer, obligado a dar marcha atrás a la iniciativa de ley para despenalizar el aborto. Y en un Veracruz tan lleno de atavismos. Uno, el aborto, penalizado. Dos, Veracruz, primer lugar nacional con adolescentes embarazadas. Tres, Veracruz, primer lugar nacional en abortos clandestinos.

Cuatro, los políticos, arrodillados ante la iglesia para seguir rechazando la boda gay y la adopción de hijos. Cinco, la venta burda, ramplona y barata de una encuesta "a mano alzada" para definir si la población está de acuerdo con las parejas gays.

Poco a poco, los derechos de las mujeres son reconocidos. Poco a poco, también, los derechos de la comunidad gay. Pero, y vaya paradoja, ha de seguirse luchando. Incluso, la lucha apenas, apenitas inicia.

Bastaría referir que otras parejas de Ixhuatlancillo corrieron mala suerte cuando les negaron el legítimo derecho al concubinato igualitario.

Incluso, y más, cuando las ONG de la región advirtieron de protestas masivas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos por violentar la Constitución General de la República.

Por eso, el secretario del Ayuntamiento cedió y la semana anterior entregó la primera constancia.

A partir de la fecha, el concubino puede tener seguridad social. Y de paso, el legítimo derecho a integrar un patrimonio en su relación matrimonial.

La comunidad gay de la región de Orizaba espera que pronto, "antes de que el galito cante 3 veces", más parejas gays tramiten la constancia de concubinato.

Más, en el tiempo del desastre epidemiológico que ya lleva nueve meses y ha dejado estragos en parejas gays.

Y es que si de pronto, un miembro de una pareja fallece por el coronavirus, la otra persona queda a la deriva. Por eso mismo, la urgencia y la prontitud.

Bastaría referir que en la Gaceta Oficial de la Federación están publicado que las parejas gays tienen el legítimo derecho a solicitar la constancia.

Con todo, hay servidores públicos en los Registros Civil y en los Ayuntamientos desconocedores de la ley y niegan el derecho a las parejas gays.

Hora, entonces, de que la comunidad lésbica lance una cruzada cívica publicitaria para que en los doscientos doce municipios de Veracruz los secretarios del par de dependencias conozcan la ley y se dejen de rollos. Lo decía Benito Juárez: "Nada ni nadie por encima de la ley".

Y, bueno, si las elites eclesiásticas protestan y amenazan con excomulgar a los funcionarios, la Gaceta Oficial de la Federación constituye el instrumento infalible, la garantía social, el paso a la legalidad.

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