/ domingo 30 de agosto de 2020

Participación de padres de familia o tutores en las escuelas

La Nueva Ley General de Educación establece en el Artículo 128 la participación de madres y padres de familia o tutores en las escuelas. Al tratar sobre las responsabilidades establecidas para ellos, se señala que tanto unos como otros deben colaborar con las autoridades escolares, al menos una vez al mes, para la superación de los educandos y en el mejoramiento de los establecimientos educativos, así como conocer los criterios y resultados de las evaluaciones de la escuela a la que asistan sus hijas, hijos o pupilos, y estar al tanto de los planes y programas de estudio proporcionados por el plantel educativo, sobre los cuales podrán emitir su opinión.

Es común escuchar a los directores y docentes que al cumplir las indicaciones de las autoridades educativas soliciten apoyo a los padres: llegaron los libros, pero hay que ir por ellos; los baños están sucios, quebrados o tapados, pónganse de acuerdo para arreglarlos; hay que cooperar para hacer la limpieza; el mantenimiento y reparación del edificio les corresponde; para que los salones estén limpios hay que traer escobas, trapeadores, detergentes.

Los padres cooperan con material didáctico, mobiliario escolar, papelería, gastos para los festivales; el gobierno no cubre todos los requerimientos que son necesarios para lograr una educación que rinda mejores frutos, sobre todo en las zonas más marginadas, donde la condición social y económica de madres y padres es dramática.

Ahora tenemos conocimiento que por la pandemia las madres, padres de familia y tutores deben colaborar con los maestros para que sus hijos realicen sus estudios, hagan sus tareas, estar al pendiente de la computadora, la televisión, el celular y que se conecten a las plataformas. Si bien es su responsabilidad como padres de familia, las obligaciones y compromisos crecieron de la noche a la mañana. Y no solo deben preocuparse por el mantenimiento de las escuelas, sino igualmente de tareas que coadyuvan al proceso de los aprendizajes que se espera obtengan los estudiantes.

Estudiar en casa forzado, de la noche a la mañana, colocó a los padres en un rol inesperado, el de únicos responsables de los estudios de sus hijos. Y esta condición la ha aprovechado el secretario de Educación, quien les ha dado nuevas tareas: diseñar un horario para que los menores de edad realicen sus estudios a lo largo del día. Es importante que las niñas y niños cuenten con un espacio acondicionado en su hogar para que puedan estudiar y repasar los contenidos vistos en clase. Las madres, padres, responsables y tutores de los infantes deben acompañar a sus hijos y, aunque no sepan de los temas vistos en clase, les den su apoyo y cariño para que puedan aprender mejor. Es importante que los padres mantengan comunicación con los maestros de sus hijos.

A estas recomendaciones, maestros, padres de familia y especialistas consideran que aspectos como opacidad, carencia de presupuesto para materiales educativos y herramientas tecnológicas, así como un retraso en la entrega de libros y materiales didácticos, generaron un ambiente de incertidumbre previo al inicio del ciclo escolar por parte de la autoridad educativa.

Los padres no son los maestros, mucho menos deben cubrir las obligaciones del gobierno. ¿Hasta dónde llega su responsabilidad? La propia Ley de Educación señala que las asociaciones de padres de familia se abstendrán de intervenir en los aspectos pedagógicos, laborales y administrativos de los establecimientos educativos.

La Nueva Ley General de Educación establece en el Artículo 128 la participación de madres y padres de familia o tutores en las escuelas. Al tratar sobre las responsabilidades establecidas para ellos, se señala que tanto unos como otros deben colaborar con las autoridades escolares, al menos una vez al mes, para la superación de los educandos y en el mejoramiento de los establecimientos educativos, así como conocer los criterios y resultados de las evaluaciones de la escuela a la que asistan sus hijas, hijos o pupilos, y estar al tanto de los planes y programas de estudio proporcionados por el plantel educativo, sobre los cuales podrán emitir su opinión.

Es común escuchar a los directores y docentes que al cumplir las indicaciones de las autoridades educativas soliciten apoyo a los padres: llegaron los libros, pero hay que ir por ellos; los baños están sucios, quebrados o tapados, pónganse de acuerdo para arreglarlos; hay que cooperar para hacer la limpieza; el mantenimiento y reparación del edificio les corresponde; para que los salones estén limpios hay que traer escobas, trapeadores, detergentes.

Los padres cooperan con material didáctico, mobiliario escolar, papelería, gastos para los festivales; el gobierno no cubre todos los requerimientos que son necesarios para lograr una educación que rinda mejores frutos, sobre todo en las zonas más marginadas, donde la condición social y económica de madres y padres es dramática.

Ahora tenemos conocimiento que por la pandemia las madres, padres de familia y tutores deben colaborar con los maestros para que sus hijos realicen sus estudios, hagan sus tareas, estar al pendiente de la computadora, la televisión, el celular y que se conecten a las plataformas. Si bien es su responsabilidad como padres de familia, las obligaciones y compromisos crecieron de la noche a la mañana. Y no solo deben preocuparse por el mantenimiento de las escuelas, sino igualmente de tareas que coadyuvan al proceso de los aprendizajes que se espera obtengan los estudiantes.

Estudiar en casa forzado, de la noche a la mañana, colocó a los padres en un rol inesperado, el de únicos responsables de los estudios de sus hijos. Y esta condición la ha aprovechado el secretario de Educación, quien les ha dado nuevas tareas: diseñar un horario para que los menores de edad realicen sus estudios a lo largo del día. Es importante que las niñas y niños cuenten con un espacio acondicionado en su hogar para que puedan estudiar y repasar los contenidos vistos en clase. Las madres, padres, responsables y tutores de los infantes deben acompañar a sus hijos y, aunque no sepan de los temas vistos en clase, les den su apoyo y cariño para que puedan aprender mejor. Es importante que los padres mantengan comunicación con los maestros de sus hijos.

A estas recomendaciones, maestros, padres de familia y especialistas consideran que aspectos como opacidad, carencia de presupuesto para materiales educativos y herramientas tecnológicas, así como un retraso en la entrega de libros y materiales didácticos, generaron un ambiente de incertidumbre previo al inicio del ciclo escolar por parte de la autoridad educativa.

Los padres no son los maestros, mucho menos deben cubrir las obligaciones del gobierno. ¿Hasta dónde llega su responsabilidad? La propia Ley de Educación señala que las asociaciones de padres de familia se abstendrán de intervenir en los aspectos pedagógicos, laborales y administrativos de los establecimientos educativos.