No es casual la circular que recientemente emitió la directora del IPE para que titulares del Poder Ejecutivo, organismos públicos descentralizados y a todos los entes públicos incorporados al instituto le reporten si tienen algún trabajador percibiendo un pago y una pensión al mismo tiempo.
La medida dictada por Daniela Griego va más a allá del argumento oficioso de que uno de los signos distintivos de la política pública de la administración actual tiene que ver con la austeridad en la programación del gasto gubernamental.
El instituto no sólo adolece porque los sistemas de pensión han cambiado y su esquema está rebasado, sino que ha sufrido el saqueo de funcionarios que lo han administrado a lo largo de su existencia.
Aunado a lo anterior la crítica situación económica que padecen el gobierno y el Estado no se ve nada sencilla y no se vislumbra alguna posibilidad de levantar las finanzas del IPE ni de evitar que siga su desgaste.
La experiencia que vivió como director el doctor Hilario Barcelata, uno de los críticos más severos del IPE antes de llegar a la dirección del mismo, es muestra de que poco o nada se puede hacer para rescatar el instituto.
Hilario no hizo más que administrar lo que había en el IPE y, según comenta gente del instituto, no pudo resolver ninguno de los problemas que padece la institución ni cambiar el sistema de pensiones bajo el cual se rige.
Lo que sí hizo antes de llegar al cargo fue criticar a quienes administraron el instituto y como economista hizo análisis concienzudos de las cifras y expuso planteamientos para una eventual solución. Ya como director no aplicó sus fórmulas o no le funcionaron.
Griego Ceballos, quien llegó al cargo luego de que no pudo asumir la diputación federal que ganó por el distrito de Xalapa por no respetar los requisitos para ser candidata, tiene ante sí el reto de sacar adelante el instituto y de no repetir los errores de sus antecesores, a los que tanto criticó cuando fue diputada local.
Pero como el paquete no es sencillo y no se le ve cuadratura al círculo para seguir atendiendo a los actuales pensionados y a los que se van sumando con el paso de los años, pareciera que hay que empezar a instrumentar acciones que den la apariencia de que se está haciendo algo de trabajo.
La circular emitida por la directora el 4 de enero expresa que el requerimiento que hace se fundamenta en que es considerada incompatible la percepción de una pensión con el desempeño de un cargo, empleo o comisión remunerados de conformidad con la ley mencionada.
Se trata de la Ley de Pensiones del Estado de Veracruz, en cuyo artículo se lee que es incompatible la percepción de una pensión con el desempeño de cualquier cargo, empleo o comisión remunerados a cargo de los entes públicos incorporados.
En el artículo se lee: “Es incompatible la percepción de una pensión otorgada por el Instituto y la percepción de cualquier otra pensión concedida por el propio Instituto o por el patrón.
“Es igualmente incompatible la percepción de una pensión con el desempeño de cualquier cargo, empleo o comisión remunerados a cargo de los Entes Públicos incorporados”.
El caso de la tesorera de Xalapa, Clementina Guerrero, fue noticia el mes pasado porque además de cobrar su pensión en el IPE recibe un sueldo como funcionaria que es del Ayuntamiento.
Ella se defendió y recurrió al amparo para que no le quitaran su pensión, ante lo cual Daniela Griego Ceballos declaró: “No se trata tampoco de vulnerar el derecho de nadie, pero la ley es clara (...) la maestra Clementina no entró a trabajar el 1 de diciembre al Ayuntamiento, ya venía desde antes y ya era pensionada, tenemos que revisar todos los casos".
Y precisó que será el Consejo Directivo del IPE el que tome una determinación al respecto, decisión que hasta ahora no se ha dado a conocer.
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