El OPLE bendijo un nuevo partido político, entre otros. Podemos, de Gonzalo Morgado Huesca y Francisco Garrido.
Será quizá el nuevo instituto político llamado a mejores expectativas. Morgado, el expriista que conoce la ranchería más alejada de Veracruz y a sus líderes locales y regionales, y Garrido, un experto electoral.
Uno y otro haciendo la gran mancuerna. Tres partidos más fueron palomeados por el Organismo Público Local Electoral. Pero nadie como ellos.
Morgado es el experto entre los expertos. A los 15, 26 años, el gobernador Rafael Hernández Ochoa lo nombró presidente del CDE del PRI y encaminó a la diputación local.
Le tocó elección municipal. Polémicas y combatidas. Y ganó. Ganó, por ejemplo, la alcaldía de Córdoba para su entonces amigo, Juan Herrera Marín, con todo y que el adversario, Dante Delgado Rannauro, tenía los méritos.
Exdiputado local y federal, exalcalde de su pueblo, otros cargos con varios gobernadores, nunca Morgado fue seducido por la tentación de los bienes materiales.
Otros, en cambio, contemporáneos, se enriquecieron y hasta pusieron negocios florecientes.
Se fue del PRI cuando el desencanto político y social estremeció sus entrañas en el duartazgo. Los abusos y excesos del poder con Javier Duarte y amigos, socios, aliados y cómplices que lo acompañaron, entre otros, Érick Lagos, Jorge Carvallo y Alberto Silva.
Todavía en la campaña priista de Pepe Yunes Zorrilla por la gubernatura estuvo de su lado. Y luego de aquella derrota tenía ya la vida fuera del tricolor.
En poco tiempo, y dada su experiencia pulida y vuelta a pulir y multiplicada con Francisco Garrido, exdiputado local y fundador de Convergencia por la Democracia, ahora Movimiento Ciudadano, se lanzaron al mundo ideal y soñado.
El nombre emblemático de su partido, Podemos, lo significa todo.
Desde que engendraron Podemos, ellos mismos pusieron candados para mantenerse lejos de las tentaciones imperiales y faraónicas del poder.
Por ejemplo, ninguno soñará con la candidatura pluri, digamos, a una curul local ni tampoco, menos, a una presidencia municipal.
Ellos se mantendrán lejos del reparto del poder para desempeñar un cargo público y dar oportunidad a los militantes.
Tampoco miran la candidatura de Podemos a gobernador de Veracruz en el año 2024.
Se trata de un antecedente político fuera de serie. El legítimo sueño es la grandeza partidista de Podemos.
La mayoría de líderes políticos chambean para imponerse como candidatos. Por ejemplo, diputados locales o federales el año entrante.
El dueño de un nuevo partido, "Todos por Veracruz", Héctor Yunes Landa, dueño también de la organización política, Alianza Generacional, ya se destapó como candidato a gobernador en 2024. "Es mi destino", escribió en redes sociales.
Según las versiones, el presidente del CDE del PRI sueña con la curul federal… pluri.
Hay quienes afirman que el presidente del CDE del PAN, Joaquín Guzmán Avilés, disputará con el senador Julen Rementería la candidatura a gobernador en 2024.
En Podemos apuestan a la autoridad política, social y moral. Ellos fundaron el partido. Tuvieron resonancia. El OPLE lo aprobó. Y nada más indicativo que establecer en los estatutos que los dirigentes presentes y futuros tendrán prohibido brincar a un cargo público.
Y como por delante les quedan muchos años de vida, entonces, la posibilidad está garantizada si es que por ahí, algún malora o Narciso Mendoza, quisiera modificar la línea ideológica.
