/ domingo 25 de abril de 2021

Políticos sin credibilidad

No es cuestión de enfoque, la realidad es que los partidos políticos atraviesan por una enorme crisis de credibilidad, principalmente, y hasta de representatividad.

Pocos ciudadanos creen en ellos, y en los políticos menos, a quienes ven como oportunistas, mentirosos y rateros, con honrosas excepciones. Esto último se observa en las campañas que ya iniciaron candidatos a diputados federales de todos los colores, a quienes reclaman lo que no hicieron los anteriores y los anteriores de los anteriores, quienes solo fueron a pedir el voto y jamás los volvieron a ver; y como en política los cambios suelen tardar mucho, probablemente, los que ganen el próximo seis de junio harán lo mismo que han hecho todos los demás, con promesas que se las llevará el viento, plegándose a los intereses de sus partidos para votar lo que les digan, y salvo uno que otro levantará la voz, pero sin gravitar en las grandes decisiones nacionales que se tomen. ¿Debe dárseles el beneficio de la duda? Unos no tienen por qué pagar los errores de otros, los incumplidos, pero no es lo mismo con los que ya son conocidos pillos, mentirosos o flojonazos, hombres y mujeres, que ahora pretenden ser votados para ir al Congreso federal o que saltan de un partido a otro para seguir pegados al presupuesto. Lo peor que pueden hacer los ciudadanos es votar a ojos cerrados, sin analizar quién les conviene como su representante. Hay muchas opciones. En esta elección participan diez partidos políticos, aunque uno de ellos, al menos en Veracruz parece inexistente, pues no se sabe nada de sus candidatos, al menos no públicamente, caso de Fuerza Social por México (FSM). El resto, ya se sabe son PAN, PRI y PRD, que van en coalición en las diputaciones federales y, en algunos casos del estado, para Alcaldías. También están morena, partido a vencer por tener el poder a nivel federal y estatal, que junto con PVEM y PT forman la otra coalición que compiten por retener la mayoría calificada en la Cámara federal de Diputados, y la entidad en el Congreso Local y varias Alcaldía importantes, y el resto son Movimiento Ciudadano (MC), Partido Encuentro Solidario (PES) y Redes Sociales Progresistas (RSP), estos dos últimos vinculados al morenismo. Es una competencia, se ha dicho en una anterior entrega de esta columna, entre esos dos bloques políticos, aunque podría ocurrir alguna sorpresa, por ejemplo, en Misantla donde el MC postuló “Paquita la del Barrio”, a quien difícilmente se le va a llamar por su nombre Francisca Viveros Barradas, y aunque no conoce ni su Distrito y much menos lo que eventualmente iría a hacer en San Lázaro, podría ganar por su popularidad. En cuanto a las alcaldías, en Xalapa el triunfo puede favorecer a Ricardo Ahued Bardehuil o a David Velasco Chedraui, y en Veracruz los porteños decidirán entre Ricardo Exsome Zapata, de Morena-PVEM-PT, quien ganó una encuesta a modo, y Miguel Ángel Yunes Márquez, del PAN-PRI-PRD, cuyo padre, el exgobernador Yunes Linares, podría ser detenido y enviado a la cárcel por delitos que le atribuyen haber cometido cuando fue director del ISSSTE, pero de no ocurrir tal cosa, el de someterlo a proceso, el gobierno de la 4T solamente lo victimizará y lo ayudará a que su hijo gane.

opedro2006@gmail.com

No es cuestión de enfoque, la realidad es que los partidos políticos atraviesan por una enorme crisis de credibilidad, principalmente, y hasta de representatividad.

Pocos ciudadanos creen en ellos, y en los políticos menos, a quienes ven como oportunistas, mentirosos y rateros, con honrosas excepciones. Esto último se observa en las campañas que ya iniciaron candidatos a diputados federales de todos los colores, a quienes reclaman lo que no hicieron los anteriores y los anteriores de los anteriores, quienes solo fueron a pedir el voto y jamás los volvieron a ver; y como en política los cambios suelen tardar mucho, probablemente, los que ganen el próximo seis de junio harán lo mismo que han hecho todos los demás, con promesas que se las llevará el viento, plegándose a los intereses de sus partidos para votar lo que les digan, y salvo uno que otro levantará la voz, pero sin gravitar en las grandes decisiones nacionales que se tomen. ¿Debe dárseles el beneficio de la duda? Unos no tienen por qué pagar los errores de otros, los incumplidos, pero no es lo mismo con los que ya son conocidos pillos, mentirosos o flojonazos, hombres y mujeres, que ahora pretenden ser votados para ir al Congreso federal o que saltan de un partido a otro para seguir pegados al presupuesto. Lo peor que pueden hacer los ciudadanos es votar a ojos cerrados, sin analizar quién les conviene como su representante. Hay muchas opciones. En esta elección participan diez partidos políticos, aunque uno de ellos, al menos en Veracruz parece inexistente, pues no se sabe nada de sus candidatos, al menos no públicamente, caso de Fuerza Social por México (FSM). El resto, ya se sabe son PAN, PRI y PRD, que van en coalición en las diputaciones federales y, en algunos casos del estado, para Alcaldías. También están morena, partido a vencer por tener el poder a nivel federal y estatal, que junto con PVEM y PT forman la otra coalición que compiten por retener la mayoría calificada en la Cámara federal de Diputados, y la entidad en el Congreso Local y varias Alcaldía importantes, y el resto son Movimiento Ciudadano (MC), Partido Encuentro Solidario (PES) y Redes Sociales Progresistas (RSP), estos dos últimos vinculados al morenismo. Es una competencia, se ha dicho en una anterior entrega de esta columna, entre esos dos bloques políticos, aunque podría ocurrir alguna sorpresa, por ejemplo, en Misantla donde el MC postuló “Paquita la del Barrio”, a quien difícilmente se le va a llamar por su nombre Francisca Viveros Barradas, y aunque no conoce ni su Distrito y much menos lo que eventualmente iría a hacer en San Lázaro, podría ganar por su popularidad. En cuanto a las alcaldías, en Xalapa el triunfo puede favorecer a Ricardo Ahued Bardehuil o a David Velasco Chedraui, y en Veracruz los porteños decidirán entre Ricardo Exsome Zapata, de Morena-PVEM-PT, quien ganó una encuesta a modo, y Miguel Ángel Yunes Márquez, del PAN-PRI-PRD, cuyo padre, el exgobernador Yunes Linares, podría ser detenido y enviado a la cárcel por delitos que le atribuyen haber cometido cuando fue director del ISSSTE, pero de no ocurrir tal cosa, el de someterlo a proceso, el gobierno de la 4T solamente lo victimizará y lo ayudará a que su hijo gane.

opedro2006@gmail.com