/ miércoles 7 de noviembre de 2018

Por las jefas de familia

Sacar adelante a una familia es una tarea titánica, que requiere las 24 horas y los 365 días del año, principalmente para las mujeres que, además de su rol de madres, desempeñan también el de trabajadoras.

Son ellas quienes velan por el bienestar de cada integrante de la familia: desde el más pequeño hasta el más grande; y contribuyen a la economía familiar. Dos tareas complejas que solo ellas saben sacar adelante.

En todos estos años he conocido a muchas veracruzanas de valía, que trabajan de sol a sol por sus hijos; por todas y cada una de ellas, presenté hace unos días en la Cámara de Diputados una iniciativa que les otorgue un apoyo económico que les permita salir adelante, que contribuya con su economía.

Se trata de que, en el Presupuesto de Egresos de la Federación de cada año, se disponga de una asignación presupuestal, mil 200 pesos, para un programa que atienda las carencias y necesidades de las mujeres que encabezan una familia.

Muchas de ellas y sus familias están inmersas en círculos viciosos, donde la pobreza, la inseguridad y la violencia no permiten que puedan alcanzar sus objetivos de una vida digna y tranquila.

Por eso, cuando garantizamos a las mujeres la igualdad de género; cuando erradicamos la pobreza; cuando impulsamos un crecimiento económico incluyente; cuando damos acceso a una mayor educación y a la salud, les ofrecemos también mejores oportunidades económicas, mayor autonomía, capacidad de decisión y modificación de sus expectativas de vida; a ellas y a sus hijas e hijos.

Estoy convencida de que como representantes populares debemos y tenemos que continuar garantizando condiciones de ingreso básico de las jefas de familia en beneficio de los suyos, de quienes dependen económicamente de ellas: los mil 200 pesos mensuales propuestos pueden hacer una diferencia en cada hogar al que llegue.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI arroja que en México hay 20 millones de amas de casa y que 27 de cada 100 madres, ejercen su maternidad sin pareja; es decir 9.2 millones de mujeres. De las madres de 15 años y más, 43.4 por ciento tienen un empleo. De ellas, 38.6 por ciento trabaja en empresas y/o negocios; y otro 31 por ciento, en el sector informal.

La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, aprobada por los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1995, destaca a las mujeres y la economía como una de las 12 principales esferas de preocupación. Los 189 gobiernos que firmaron el acuerdo –México entre estos-, se comprometieron a llevar a cabo acciones específicas para alcanzar objetivos concretos para mejorar el papel de las mujeres en la economía. Sigue siendo nuestro compromiso y nuestra tarea.

Por eso, los mil 200 pesos mensuales que buscamos otorgar como apoyo pueden ser para la comida de ese mes, para completar la renta o lo de los pasajes para ir al trabajo.

Hemos avanzado, sí, en aras de garantizar la equidad entre hombres y mujeres, sin embargo, aún persiste una brecha significativa.

Estamos por comenzar la discusión a fondo del presupuesto 2019. Revisemos cada rubro, para reasignar donde más haga falta, como es este caso. Hoy es posible entregar un seguro de vida para jefas de familia que ha permitido que muchas niñas, niños y jóvenes no se queden en el desamparo. Con inteligencia financiera y voluntad política, podemos seguir cerrando la brecha de la desigualdad, apoyando a más hogares. El apoyo de mil 200 pesos que propongo es un paso más para llegar a este fin.

@AniluIngram


Sacar adelante a una familia es una tarea titánica, que requiere las 24 horas y los 365 días del año, principalmente para las mujeres que, además de su rol de madres, desempeñan también el de trabajadoras.

Son ellas quienes velan por el bienestar de cada integrante de la familia: desde el más pequeño hasta el más grande; y contribuyen a la economía familiar. Dos tareas complejas que solo ellas saben sacar adelante.

En todos estos años he conocido a muchas veracruzanas de valía, que trabajan de sol a sol por sus hijos; por todas y cada una de ellas, presenté hace unos días en la Cámara de Diputados una iniciativa que les otorgue un apoyo económico que les permita salir adelante, que contribuya con su economía.

Se trata de que, en el Presupuesto de Egresos de la Federación de cada año, se disponga de una asignación presupuestal, mil 200 pesos, para un programa que atienda las carencias y necesidades de las mujeres que encabezan una familia.

Muchas de ellas y sus familias están inmersas en círculos viciosos, donde la pobreza, la inseguridad y la violencia no permiten que puedan alcanzar sus objetivos de una vida digna y tranquila.

Por eso, cuando garantizamos a las mujeres la igualdad de género; cuando erradicamos la pobreza; cuando impulsamos un crecimiento económico incluyente; cuando damos acceso a una mayor educación y a la salud, les ofrecemos también mejores oportunidades económicas, mayor autonomía, capacidad de decisión y modificación de sus expectativas de vida; a ellas y a sus hijas e hijos.

Estoy convencida de que como representantes populares debemos y tenemos que continuar garantizando condiciones de ingreso básico de las jefas de familia en beneficio de los suyos, de quienes dependen económicamente de ellas: los mil 200 pesos mensuales propuestos pueden hacer una diferencia en cada hogar al que llegue.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI arroja que en México hay 20 millones de amas de casa y que 27 de cada 100 madres, ejercen su maternidad sin pareja; es decir 9.2 millones de mujeres. De las madres de 15 años y más, 43.4 por ciento tienen un empleo. De ellas, 38.6 por ciento trabaja en empresas y/o negocios; y otro 31 por ciento, en el sector informal.

La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, aprobada por los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1995, destaca a las mujeres y la economía como una de las 12 principales esferas de preocupación. Los 189 gobiernos que firmaron el acuerdo –México entre estos-, se comprometieron a llevar a cabo acciones específicas para alcanzar objetivos concretos para mejorar el papel de las mujeres en la economía. Sigue siendo nuestro compromiso y nuestra tarea.

Por eso, los mil 200 pesos mensuales que buscamos otorgar como apoyo pueden ser para la comida de ese mes, para completar la renta o lo de los pasajes para ir al trabajo.

Hemos avanzado, sí, en aras de garantizar la equidad entre hombres y mujeres, sin embargo, aún persiste una brecha significativa.

Estamos por comenzar la discusión a fondo del presupuesto 2019. Revisemos cada rubro, para reasignar donde más haga falta, como es este caso. Hoy es posible entregar un seguro de vida para jefas de familia que ha permitido que muchas niñas, niños y jóvenes no se queden en el desamparo. Con inteligencia financiera y voluntad política, podemos seguir cerrando la brecha de la desigualdad, apoyando a más hogares. El apoyo de mil 200 pesos que propongo es un paso más para llegar a este fin.

@AniluIngram


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