/ miércoles 23 de diciembre de 2020

Por una CEAPP renovada

La Comisión Estatal de Atención y Protección de Periodistas (CEAPP) tiene nuevos integrantes...

Al margen de que entran con muchos ánimos, el gran reto es la renovación de la institución hasta convertirla en instancia que defienda la libertad de expresión y la integridad de quienes ejercen esta actividad. Es complejo, sobre todo porque tendrán que enfrentar presiones políticas e indolencia del gobierno, principalmente de las autoridades de prevención y procuración de justicia, y la violencia que vive Veracruz que han dejado al menos 30 asesinatos de reporteros en el estado durante los últimos 10 años, la mayoría de ellos impunes, según registros de la organización Artículo 19. Esa, precisamente, es la primera tarea de los nuevos directivos: pugnar por el esclarecimiento de los crímenes, y otra, más difícil aún, identificar riesgos para los periodistas e impulsar la creación de nuevos protocolos que permitan reducir agresiones y evitar muertes, que lo mismo vienen desde el poder público o desde crimen organizado, por venganza ante denuncias y publicaciones incómodas. Además, el mundo del periodismo se encuentra plagado de desamparo y abusos; cientos de reporteros carecen de seguridad social, vivienda y, muchas veces, hasta de lo mínimo para alimentos de ellos y sus familias, situación que ha dado pedir dádivas. Esa parte no forma parte de la responsabilidad de este órgano, pero la exigencia es que intervenga en la solución o alivio de esas necesidades. La exigencia, entonces, va más allá de suscribir compromisos con la Secretaría de Seguridad Pública, Fiscalía General del Estado y Fiscalía General de la República, a fin de dar prioridad a los casos de los periodistas que requieran de atención, pero también plantear alternativas que dignifiquen la vida de muchos comunicadores, aunque de origen la Comisión no haya sido concebida para ese fin. La necesidad obliga, por ejemplo, a que desde esa instancia, la CEAPP influya para celebrar convenios con la Secretaría de Salud del estado o el Insabi para garantizar servicios médicos a los periodistas y sus familias, e incluso con Invivienda para la que accedan a la dotación de un lugar para habitar a quienes no cotizan para el Infonavit, y no pueden obtener un crédito de este tipo. No se trata de cambiar el propósito de la Comisión, más bien dinamizarla con un necesario giro que sirva de puente de solución a muchas necesidades de los reporteros. Lograr esto por los nuevos comisionados, todos con una amplia trayectoria, sería en bien del periodismo estatal. Un dato más que podría analizar y considerar la Comisión Estatal de Atención y Protección de Periodistas son los recientes fallecimientos de los compañeros fotorreporteros xalapeños Alfredo Espinoza y Leopoldo Agustín Rivera, cuyas familias han requerido apoyo económico para sus funerales; las mismas circunstancias se repiten en muchos casos en el estado, por la misma situación de precariedad ante la falta de ingresos fijos y suficientes. La CEAPP puede hacer mucho, y eso tendría que esperarse de sus nuevos directivos y consejeros, bajo con Silverio Quevedo Elox como presidente, e Israel Hernández Sosa como secretario ejecutivo.

Enhorabuena.

mail:

opedro2006@gmail.com

opedro2006@gmail.com

La Comisión Estatal de Atención y Protección de Periodistas (CEAPP) tiene nuevos integrantes...

Al margen de que entran con muchos ánimos, el gran reto es la renovación de la institución hasta convertirla en instancia que defienda la libertad de expresión y la integridad de quienes ejercen esta actividad. Es complejo, sobre todo porque tendrán que enfrentar presiones políticas e indolencia del gobierno, principalmente de las autoridades de prevención y procuración de justicia, y la violencia que vive Veracruz que han dejado al menos 30 asesinatos de reporteros en el estado durante los últimos 10 años, la mayoría de ellos impunes, según registros de la organización Artículo 19. Esa, precisamente, es la primera tarea de los nuevos directivos: pugnar por el esclarecimiento de los crímenes, y otra, más difícil aún, identificar riesgos para los periodistas e impulsar la creación de nuevos protocolos que permitan reducir agresiones y evitar muertes, que lo mismo vienen desde el poder público o desde crimen organizado, por venganza ante denuncias y publicaciones incómodas. Además, el mundo del periodismo se encuentra plagado de desamparo y abusos; cientos de reporteros carecen de seguridad social, vivienda y, muchas veces, hasta de lo mínimo para alimentos de ellos y sus familias, situación que ha dado pedir dádivas. Esa parte no forma parte de la responsabilidad de este órgano, pero la exigencia es que intervenga en la solución o alivio de esas necesidades. La exigencia, entonces, va más allá de suscribir compromisos con la Secretaría de Seguridad Pública, Fiscalía General del Estado y Fiscalía General de la República, a fin de dar prioridad a los casos de los periodistas que requieran de atención, pero también plantear alternativas que dignifiquen la vida de muchos comunicadores, aunque de origen la Comisión no haya sido concebida para ese fin. La necesidad obliga, por ejemplo, a que desde esa instancia, la CEAPP influya para celebrar convenios con la Secretaría de Salud del estado o el Insabi para garantizar servicios médicos a los periodistas y sus familias, e incluso con Invivienda para la que accedan a la dotación de un lugar para habitar a quienes no cotizan para el Infonavit, y no pueden obtener un crédito de este tipo. No se trata de cambiar el propósito de la Comisión, más bien dinamizarla con un necesario giro que sirva de puente de solución a muchas necesidades de los reporteros. Lograr esto por los nuevos comisionados, todos con una amplia trayectoria, sería en bien del periodismo estatal. Un dato más que podría analizar y considerar la Comisión Estatal de Atención y Protección de Periodistas son los recientes fallecimientos de los compañeros fotorreporteros xalapeños Alfredo Espinoza y Leopoldo Agustín Rivera, cuyas familias han requerido apoyo económico para sus funerales; las mismas circunstancias se repiten en muchos casos en el estado, por la misma situación de precariedad ante la falta de ingresos fijos y suficientes. La CEAPP puede hacer mucho, y eso tendría que esperarse de sus nuevos directivos y consejeros, bajo con Silverio Quevedo Elox como presidente, e Israel Hernández Sosa como secretario ejecutivo.

Enhorabuena.

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opedro2006@gmail.com

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