/ domingo 20 de enero de 2019

Porque voté en favor de la Guardia Nacional

Esta semana en la Cámara de Diputados aprobamos la creación de la Guardia Nacional. Los integrantes del Grupo Parlamentario del PRI votamos a favor de ésta, con el fin de comenzar a la brevedad una suma de esfuerzos que nos permita preservar la seguridad de todos y cada uno de los mexicanos.

Hace apenas unos días el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) dio a conocer su Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, la cual arrojó que 9 de cada 10 mexicanos se sienten inseguros en su ciudad.

Diariamente hay asesinatos, feminicidios, secuestros, asaltos y extorsiones a lo largo y ancho del país; es una crisis de seguridad pública que hay que resolver y que nos obliga a actuar de inmediato, a dejar de lado las diferencias políticas, a trabajar sólo por el interés nacional.

Diversos estudios, como Consulta Mitofsky, revelan que una enorme mayoría de los mexicanos, de las cinco regiones del país, consideran correcta y necesaria la participación del Ejército en el combate a la delincuencia organizada y nosotros también lo creemos.

Votamos a favor de la Guardia porque propusimos y logramos que no se militarizara al país, lo cual era un reclamo social, por lo que ésta nace como una institución policial con mando civil. Estará integrada por la Policía Federal, Militar y Naval, adscrita a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, con una dirección civil y disciplina militar.

Lo más importante: eliminamos la posibilidad de que el Ejecutivo federal regule, mediante decretos, la Guardia Nacional o que dispusiera de policías auxiliares de los estados y de los cuerpos de seguridad privada, con el fin de evitar el monopolio de las fuerzas policiales. Adicionalmente logramos la incorporación a la reforma que recién aprobamos, un mecanismo que evalúe la actuación de la Guardia Nacional, a cargo del Senado de la República.

Otro de nuestros logros como bancada fue la eliminación de un artículo transitorio, lo que evitó que se disminuyeran las participaciones federales de los estados en materia de seguridad; esto permitirá a las entidades seguir fortaleciendo las capacidades de sus policías.

A propuesta de los gobernadores priistas, se eliminó la facultad exclusiva del presidente de disponer de la Guardia Nacional; es decir, ahora con las acciones impulsadas por el PRI, los gobiernos estatales podrán solicitar la colaboración de la Guardia Nacional en sus entidades, además de que el presidente tendrá la obligación de presentar un informe anual sobre el funcionamiento y los avances que se tengan. Nosotros también promovimos que la formación, capacitación y desempeño de sus integrantes se rija por una doctrina policial, con irrestricto apego a los derechos humanos y con enfoque de género.

Así también, los integrantes del grupo parlamentario del PRI solicitamos, y se aprobó, el fortalecimiento de las instituciones policiales del país, por lo que la Guardia Nacional no será la única estrategia a seguir en el combate diario a la delincuencia, además de que se destinarán recursos a los estados para la seguridad y para el funcionamiento de la Guardia. Y aunque ésta tiene facultades de investigación, logramos que éstas se sujeten a la conducción del Ministerio Público, asegurando un respeto al marco jurídico y a nuestra Constitución.

En el PRI reconocemos la necesidad de contar con instituciones sólidas y eficaces que garanticen la seguridad de los mexicanos, el combate a la violencia y al crimen. Abatir los índices delictivos es, sin duda, una prioridad y responsabilidad de todo gobierno a la que nos debemos sumar.

Tenemos claro que la Guardia en sí misma no es una solución al combate a la delincuencia, pero sí es parte importante de la misma; no hacer nada era inaceptable.

Desde el grupo parlamentario del PRI seguiremos trabajando para que el país cuente con un modelo integral de seguridad pública que incluya prevención, investigación, formación de fuerza policial, municipal y estatal. Aprobar la creación de la Guardia Nacional fue un primer paso en este nuevo intento para pacificar al país.

Aprobamos la creación de la Guardia Nacional para que el Ejecutivo federal no tenga pretextos para justificar un potencial incumplimiento de su obligación de combatir eficazmente al crimen y disminuir los índices delictivos, para garantizar la tranquilidad a las familias de México. Nosotros como legisladores ya cumplimos, ahora le corresponde al gobierno federal dar los resultados que prometieron en campaña.

@HectorYunes

Esta semana en la Cámara de Diputados aprobamos la creación de la Guardia Nacional. Los integrantes del Grupo Parlamentario del PRI votamos a favor de ésta, con el fin de comenzar a la brevedad una suma de esfuerzos que nos permita preservar la seguridad de todos y cada uno de los mexicanos.

Hace apenas unos días el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) dio a conocer su Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, la cual arrojó que 9 de cada 10 mexicanos se sienten inseguros en su ciudad.

Diariamente hay asesinatos, feminicidios, secuestros, asaltos y extorsiones a lo largo y ancho del país; es una crisis de seguridad pública que hay que resolver y que nos obliga a actuar de inmediato, a dejar de lado las diferencias políticas, a trabajar sólo por el interés nacional.

Diversos estudios, como Consulta Mitofsky, revelan que una enorme mayoría de los mexicanos, de las cinco regiones del país, consideran correcta y necesaria la participación del Ejército en el combate a la delincuencia organizada y nosotros también lo creemos.

Votamos a favor de la Guardia porque propusimos y logramos que no se militarizara al país, lo cual era un reclamo social, por lo que ésta nace como una institución policial con mando civil. Estará integrada por la Policía Federal, Militar y Naval, adscrita a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, con una dirección civil y disciplina militar.

Lo más importante: eliminamos la posibilidad de que el Ejecutivo federal regule, mediante decretos, la Guardia Nacional o que dispusiera de policías auxiliares de los estados y de los cuerpos de seguridad privada, con el fin de evitar el monopolio de las fuerzas policiales. Adicionalmente logramos la incorporación a la reforma que recién aprobamos, un mecanismo que evalúe la actuación de la Guardia Nacional, a cargo del Senado de la República.

Otro de nuestros logros como bancada fue la eliminación de un artículo transitorio, lo que evitó que se disminuyeran las participaciones federales de los estados en materia de seguridad; esto permitirá a las entidades seguir fortaleciendo las capacidades de sus policías.

A propuesta de los gobernadores priistas, se eliminó la facultad exclusiva del presidente de disponer de la Guardia Nacional; es decir, ahora con las acciones impulsadas por el PRI, los gobiernos estatales podrán solicitar la colaboración de la Guardia Nacional en sus entidades, además de que el presidente tendrá la obligación de presentar un informe anual sobre el funcionamiento y los avances que se tengan. Nosotros también promovimos que la formación, capacitación y desempeño de sus integrantes se rija por una doctrina policial, con irrestricto apego a los derechos humanos y con enfoque de género.

Así también, los integrantes del grupo parlamentario del PRI solicitamos, y se aprobó, el fortalecimiento de las instituciones policiales del país, por lo que la Guardia Nacional no será la única estrategia a seguir en el combate diario a la delincuencia, además de que se destinarán recursos a los estados para la seguridad y para el funcionamiento de la Guardia. Y aunque ésta tiene facultades de investigación, logramos que éstas se sujeten a la conducción del Ministerio Público, asegurando un respeto al marco jurídico y a nuestra Constitución.

En el PRI reconocemos la necesidad de contar con instituciones sólidas y eficaces que garanticen la seguridad de los mexicanos, el combate a la violencia y al crimen. Abatir los índices delictivos es, sin duda, una prioridad y responsabilidad de todo gobierno a la que nos debemos sumar.

Tenemos claro que la Guardia en sí misma no es una solución al combate a la delincuencia, pero sí es parte importante de la misma; no hacer nada era inaceptable.

Desde el grupo parlamentario del PRI seguiremos trabajando para que el país cuente con un modelo integral de seguridad pública que incluya prevención, investigación, formación de fuerza policial, municipal y estatal. Aprobar la creación de la Guardia Nacional fue un primer paso en este nuevo intento para pacificar al país.

Aprobamos la creación de la Guardia Nacional para que el Ejecutivo federal no tenga pretextos para justificar un potencial incumplimiento de su obligación de combatir eficazmente al crimen y disminuir los índices delictivos, para garantizar la tranquilidad a las familias de México. Nosotros como legisladores ya cumplimos, ahora le corresponde al gobierno federal dar los resultados que prometieron en campaña.

@HectorYunes