/ jueves 28 de febrero de 2019

* Presiones por magistraturas

Con la aprobación por unanimidad del Presupuesto de Egresos 2019 –cinco días después de los dos fallidos juicios políticos contra el fiscal Jorge Winckler–, en el Congreso local quedó suficientemente claro que los diputados del PAN, en contubernio con los aliados que le cooptaron a Morena, irán marcando la agenda legislativa según sus intereses facciosos.

Así, pues, aunque en las urnas perdieron la mayoría que ejercieron en la Legislatura anterior, los diputados de Acción Nacional –que pese al fracaso en la pasada sucesión gubernamental siguen alineados con el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares que impulsa para 2024 el mismo proyecto transexenal– han retomado de hecho el control del Poder Legislativo sin contar con más diputados que la bancada morenista, a la que, por cierto, este jueves se reintegraron tres que se habían separado.

Con ajustes en algunas partidas presupuestales y la garantía de pagarle al Ayuntamiento de Veracruz, que preside Fernando Yunes Márquez, los 246 millones de pesos que el ex gobernador Javier Duarte le retuvo de participaciones federales a la administración municipal del priista Ramón Poo Gil, ahora, los diputados del blanquiazul y sus aliados le dejaron pasar al gobernador Cuitláhuac García su presupuesto de egresos; sin embargo, habrá que ver si en breve le ratifican también al mandatario estatal de Morena sus propuestas para las 12 magistraturas pendientes del Tribunal Superior de Justicia del Estado.

Hace un mes, el 28 de enero pasado, ya les había enviado una primera lista con seis candidatos –Adolfo Cortés Veneroso, Esteban Martínez Vázquez, Bertha Inés Chávez Méndez, Isabel Inés Romero Cruz, María del Socorro Hernández Cadena y Sofía Martínez Huerta–, la cual le fue rechazada por los líderes de los grupos legislativos que integran la Junta de Coordinación Política.

Estas magistraturas debieron haberse designado desde agosto pasado, pero García Jiménez, a la sazón gobernador electo, le exigió a Yunes Linares que se abstuviera de proponerlos él, refiriéndole que ni siquiera tenía asegurado el voto de la mayoría calificada para conseguir que se los ratificaran. El panista cedió. Pero ahora Cuitláhuac está en la misma situación adversa que su antecesor. Yunes ya se lo hizo sentir con el abortado proceso para destituir a Winckler, su abogado incondicional que le sembró en la Fiscalía.

Y, al igual que como sucedió con el presupuesto –asegurándole 246 millones de pesos al munícipe porteño, hijo del ex mandatario–, todo parece indicar que para que le aprueben las 12 magistraturas, García Jiménez deberá ceder también algunas de ellas a las cabezas de otros grupos legislativos afines al ex gobernador.

Con la aprobación por unanimidad del Presupuesto de Egresos 2019 –cinco días después de los dos fallidos juicios políticos contra el fiscal Jorge Winckler–, en el Congreso local quedó suficientemente claro que los diputados del PAN, en contubernio con los aliados que le cooptaron a Morena, irán marcando la agenda legislativa según sus intereses facciosos.

Así, pues, aunque en las urnas perdieron la mayoría que ejercieron en la Legislatura anterior, los diputados de Acción Nacional –que pese al fracaso en la pasada sucesión gubernamental siguen alineados con el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares que impulsa para 2024 el mismo proyecto transexenal– han retomado de hecho el control del Poder Legislativo sin contar con más diputados que la bancada morenista, a la que, por cierto, este jueves se reintegraron tres que se habían separado.

Con ajustes en algunas partidas presupuestales y la garantía de pagarle al Ayuntamiento de Veracruz, que preside Fernando Yunes Márquez, los 246 millones de pesos que el ex gobernador Javier Duarte le retuvo de participaciones federales a la administración municipal del priista Ramón Poo Gil, ahora, los diputados del blanquiazul y sus aliados le dejaron pasar al gobernador Cuitláhuac García su presupuesto de egresos; sin embargo, habrá que ver si en breve le ratifican también al mandatario estatal de Morena sus propuestas para las 12 magistraturas pendientes del Tribunal Superior de Justicia del Estado.

Hace un mes, el 28 de enero pasado, ya les había enviado una primera lista con seis candidatos –Adolfo Cortés Veneroso, Esteban Martínez Vázquez, Bertha Inés Chávez Méndez, Isabel Inés Romero Cruz, María del Socorro Hernández Cadena y Sofía Martínez Huerta–, la cual le fue rechazada por los líderes de los grupos legislativos que integran la Junta de Coordinación Política.

Estas magistraturas debieron haberse designado desde agosto pasado, pero García Jiménez, a la sazón gobernador electo, le exigió a Yunes Linares que se abstuviera de proponerlos él, refiriéndole que ni siquiera tenía asegurado el voto de la mayoría calificada para conseguir que se los ratificaran. El panista cedió. Pero ahora Cuitláhuac está en la misma situación adversa que su antecesor. Yunes ya se lo hizo sentir con el abortado proceso para destituir a Winckler, su abogado incondicional que le sembró en la Fiscalía.

Y, al igual que como sucedió con el presupuesto –asegurándole 246 millones de pesos al munícipe porteño, hijo del ex mandatario–, todo parece indicar que para que le aprueben las 12 magistraturas, García Jiménez deberá ceder también algunas de ellas a las cabezas de otros grupos legislativos afines al ex gobernador.

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