Los mexicanos hemos sido objeto de saturación de ofertas políticas, promocionales de candidatos y partidos previo y durante 2018, tenemos más de seis meses de estar conectados a temas de esta índole por lo amplio de esta elección.
Han sido tres debates presidenciales, cientos de debates entre aspirantes a un puesto de elección: sea gobernador, senador o diputado, presidente municipal y hasta alcalde en la Cdmx.
Con mesas de debate, análisis previos y posteriores con actores políticos, transmitidos en programas de radio y televisión todos los días de la semana; verdaderamente han saturado al ciudadano, estamos hasta el gorro de los Zepeda, Poleinsky, Delgado, Ochoa, Juárez, Dávila, Delgado, Morales y Zavala, por citar a los principales nacionales.
Pero el tema continuará con la decisión de este primero de julio, vendrán inconformidades, apelaciones, fallos en tribunales, hasta que sea irrevocable el punto.
¡El tema es!: ¿habrá cambio en nuestro país?, se acabarán los paradigmas del neoberalismo.
Las promesas que han influido en la opinión ciudadana de acuerdo con las encuestadoras serias del país han sido las de Andrés Manuel López Obrador.
Su principal slogan que menciona constantemente le llega al pueblo:
“No mentir, no robar, no traicionar al pueblo, el principal problema de México es la corrupción y yo la pararé.
Pero cuál es su oferta política:
Veamos las más importantes; empezó con diez y las ha aumentado:
1) Estado democrático y de derecho.
2) Honestidad como forma de vida.
3) Descentralización de secretarías de Estadio.
4) Rescatar al campo.
5) Atender crisis energética.
6) El estado promoverá el desarrollo económico.
7) Trabajo y escuela para jóvenes.
8) Aumentar pensión a adultos mayores.
9) Educación gratuita en todos los niveles.
10) Combate a la inseguridad.
11) Derogación de la reforma educativa.
12) Revisión de los contratos y asignaciones en energía.
13) Plebiscitos para permanencia del presidente.
14) No vivirá en Los Pinos.
15) Venderá la flota aérea del gobierno.
16) Gobierno austero.
17) Cambio de ubicación del aeropuerto de la CDMX (aunque ha moderado esta decisión).
Prioridad: Acabar con la corrupción.
Para atender escuelas abiertas a todos, energía barata (más refinerías y mejorar las actuales), becas a jóvenes, pensiones mayores, sueldos a ninis de $3,600.00 mensuales; según Pablo Hiriart cuestan más de un billón de pesos, el candidato dice que con las medidas de un gobierno austero y las de anticorrupción se tendrían 550 mil millones de pesos; 50% menos que lo señalado por el periodista.
Para el comunicador Raymundo Riva Palacio en su texto “Las matemáticas de Andrés” cita que para llevar a cabo las propuestas de López Obrador se requeriría 80% del presupuesto de egresos de la Federación, es decir, 4 billones de pesos.
Las ennumera:
Disminución de impuestos a gasolina y electricidad, cerrar al mercado la riqueza petrolera de Pemex y mantenerla estatizada, al igual que CFE, becas a alumnos de educación básica y media superior, subsidio a la tercera edad, internet gratis, etcétera.
Tomando en consideración que el presupuesto de Egresos de la Federación para 2018 fue de 5 billones 280 mil millones de pesos, de los cuales se consideran:
a) Gasto programable: 3,731.687 millones de pesos
b) Gasto no programable: 1,548.313 millones de pesos.
Entendiéndose como gasto programable aquel que permite generar los bienes y servicios que demanda la sociedad y el no programable como aquel que se compone por el costo financiero de la deuda pública, la participación a estados y municipios que prevé la ley de coordinación fiscal, razón por la cual el margen de maniobra es muy reducido.
Esta conclusión es aceptada por uno de sus principales asesores y nombrado jefe de gabinete: Alfonso Romo Garza, que mencionó que la disponibilidad del presupuesto no alcanza a satisfacer las promesas de Andrés Manuel.
Habrá que darle el beneficio de la duda y un periodo de corto plazo para hacerlo si gana, porque seguramente el pueblo le exigirá que cumpla lo que ofreció, acciones que ha promovido el INE en spots de radio: “Promesa hecha; demanda de cumplimiento”.
