El problema cuando no existen contrapesos entre poderes es que con mucha facilidad se puede caer en excesos y abusos, y cometer todo tipo de tonterías que cuestan mucho al país, sea a la ley, en libertades o a la economía, y abarca un sinfín de consecuencias. Eso ya pasó durante décadas en los tiempos del PRI, y también del PAN, y la experiencia resultó en una lamentable y lacerante corrupción e impunidad que ha ido hundiendo a una nación de grandes recursos naturales y gente trabajadora. Habría sido un poco diferente si existieran buenos servidores públicos, daños menores, pero resulta que hay muy pocos, pues la inmensa mayoría que ocupa espacios en el gobierno lo hace por tener un empleo y no precisamente por la vocación de servir a la sociedad. El asunto que se quiere comentar ahora es el agandalle en la LXIV Legislatura federal donde Morena tiene mayoría y la está haciendo valer de mala manera, introduciendo cambios a la ley reglamentaria para dejar de cumplir acuerdos con el PAN en la rotación de la presidencia de la Mesa Directiva. A los morenos ya les tocó presidir la MD en el primer periodo ordinario de sesiones, y por el acuerdo suscrito al inicio de sus funciones, el segundo año le tocaría al PAN y el tercero al PRI. ¿Qué pasó? La única lectura es que la nueva mayoría en la Cámara de Diputados olvidaron que hace tiempo fueron críticos opositores de las aplanadoras del PRI y del PAN, y ahora esa misma la aplican a sus adversarios. Eso lleva a la reflexión de que, en el fondo, lo que la nueva mayoría morena en la Cámara Baja del Congreso es no tener contrapesos de poder, y así actuar a sus anchas en lo que ellos proyectan hacer como nuevo régimen, es decir, la Cuarta Transformación. Y aunque parezca exagerado advertirlo, si Morena logra su cometido quedándose nuevamente con la Presidencia de la Mesa Directiva, pese a los pataleos y alianzas coyunturales del PAN y PRI (de hecho, el coordinador de la bancada tricolor, René Juárez, acaba de plantear que Morena se quede seis meses más presidiendo la Mesa, no por un afán conciliador, sino de pragmático puro, para que panitas y priistas presidan la Cámara nueve meses cada uno; en realidad lo que hace el priista es anticiparse a que también a ellos les hagan lo mismo que a los panistas), esa misma receta la van a aplicar en estados donde los morenos tienen mayoría en los congresos locales, de manera que deben ir poniendo sus barbas a remojar. ¿Qué debe esperarse? Vienen días muy movidos a nivel nacional, y no solamente de tipo epistolar ni tampoco únicamente los partidos políticos, irrumpirán seguramente otras fuerzas, de otros sectores e incluso desde organismos internacionales, para evitar que se rompan los equilibrios que dan estabilidad al país. En suma, no es conveniente ni inteligente pasar por encima de los vencidos en una batalla, ni subestimarlos. En realidad eso es bastante grave.
UNA PROPUESTA LIGERA Y FRÍVOLA EN JALISCO
Una diputada de Morena en Jalisco, Ana Patricia Vela Núñez, propuso cambios al Código Penal de esa entidad para que el abandono de mujeres embarazadas sea castigado con cárcel. Se oye bien, pero solamente se plantea eso, que los varones asistan a la mujer en la gestación del producto, sin ir más allá. No se definen claramente las causas, con el fin de evitar precisamente injusticias. No se sabe más, pero la propuesta evidentemente carece de una necesaria técnica legislativa, que debe ser escrupulosa. No puede ser ése un planteamiento serio, parecería ligero y frívolo, siendo un tema delicado. Ese es precisamente una consecuencia de la falta de contrapesos, que suelen llevar libremente a cometer tonterías. Esperemos que eso no ocurra.
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