A partir del primero de diciembre Cuitláhuac García Jiménez tendrá en sus manos la muy delicada tarea de gobernar. Poco a poco se van conociendo los nombres de quienes le acompañarán en esta encomienda. Desde el primer día de su mandato debe haber claridad sobre cuál será el rumbo a seguir en cuanto a las políticas públicas a impulsar. Un tema que preocupa es, sin duda, qué va a pasar con las graves denuncias que existen contra Javier Duarte de Ochoa y sus secuaces. Es necesario saber si la nueva administración de Cuitláhuac va a continuar o no con la recuperación de bienes y recursos mal habidos tanto de Duarte como de su pandilla de rufianes porque hasta ahora hay más dudas que certezas pues el nuevo gobernador, reiteradamente, ha dicho que él no tiene atribuciones para meter a la cárcel a nadie; y cuando le preguntan qué va a pasar con el exgobernador en prisión evade la respuesta y hasta se molesta.
El actual gobernador Miguel Ángel Yunes ha hecho su parte al poner al descubierto tanto la red de cómplices como los montos y bienes que Duarte sustrajo del erario público. Incluso, se han recuperado varios inmuebles que ahora forman parte del patrimonio de los veracruzanos como una casa en Tlacotalpan que presuntamente era propiedad del cordobés y que ahora está bajo resguardo del Instituto Veracruzano de la Cultura. No obstante, conviene señalar que a pocos meses de concluir su gestión, Yunes nunca informó sobre el Fideicomiso Público que anunció durante su toma de protesta que estaría integrado por personajes de la sociedad civil y que iba a tener la encomienda, precisamente, de administrar y transparentar los recursos y bienes recuperados.
De ese fideicomiso y de los recursos financieros poco se sabe pues, salvo las declaraciones del propio gobernador, los veracruzanos desconocemos a ciencia cierta en qué bancos están, qué rendimientos generan y cuál es el estatus jurídico que guardan las investigaciones para recuperar más inmuebles de Duarte y sus cómplices en el extranjero; y sobre todo, en qué se han utilizado los recursos rescatados. Son preguntas que en su momento tendrá que aclarar el propio Yunes y en su caso Cuitláhuac García, ya que al recibir la administración deberá dejar constancia de qué es lo que le están entregando principalmente en este hecho tan lamentable como lo es la corrupción del gobierno duartista.
Insisto: hasta ahora, en el caso del nuevo mandatario hay más dudas que certezas pues el tema “Duarte” parece incomodarle; además, no se ha pronunciado públicamente a favor de continuar con la recuperación de los bienes obtenidos producto del latrocinio del exgobernador. Ojalá que conforme se acerque la fecha de su toma de posesión veamos más claridad en su postura y los veracruzanos sepamos si habrá “borrón y cuenta nueva” o si, por el contrario, continuarán las indagatorias contra los pillos que saquearon a Veracruz durante ese sexenio. Veremos.
Posdata: Hizo bien Edel Álvarez Peña, presidente del Tribunal Superior de Justicia, en señalar que se investigará hasta las últimas consecuencias el presunto caso de espionaje dentro del Poder Judicial: “Soy el principal interesado en conocer la verdad; estoy indignado porque bajo ninguna circunstancia se debe violentar la privacidad y el trabajo de las señoras y señores magistrados y consejeros; estamos investigando y vamos a pedir la colaboración de otras instancias para deslindar responsabilidades y dar con el responsable o los responsables; vamos a llegar hasta las últimas consecuencias caiga quien caiga y sea quien sea el autor material o intelectual de estos hechos; es una situación que no podemos ni debemos permitir bajo ninguna circunstancia; vamos a investigar y se agotarán todos los medios legales para que se investigue y se llegue al fondo de los hechos”, dijo.
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