/ lunes 14 de mayo de 2018

¿Qué se rompió?

Algo muy grueso debió hacerle Luis Ángel Bravo Contreras a Miguel Ángel Yunes Linares para que éste le pusiera 5 millones de pesos a su cabeza como recompensa a quien proporcione datos que ayuden a su captura.

Lo de las desapariciones forzadas es el puro parapeto, aunque esto no quiere decir que el exfiscal sea una perita en dulce. Mucho tendrá que declarar sobre la desaparición de al menos 13 personas y otras cosas más.

Lo que llama la atención es la manera tan… llamémosle intensa, con la que el gobernador lo busca para meterlo en prisión.

¿Qué fue lo que se rompió entre ambos?

Es un secreto a voces que a cambio de su libertad el exfiscal general del estado, Luis Ángel Bravo Contreras, renunció al cargo en el que presuntamente duraría 10 años, para favorecer la llegada del actual titular Jorge Winckler Ortiz.

Empalmada con la renuncia iban las declaraciones del exfuncionario sobre lo que sabía de Arturo Bermúdez Zurita, Javier Duarte y otros peces gordos, además de la devolución de algunas propiedades.

Si en un principio se habló sobre su inminente captura, el asunto se fue desvaneciendo con otros escándalos mediáticos como las detenciones de los propios Duarte y Bermúdez Zurita, además de las de Mauricio Audirac, Juan Antonio Nemi y Gina Domínguez.

Pero los focos rojos se encendieron el pasado 3 de abril cuando la Fiscalía de Winckler aprehendió al exdirector general de Servicios Periciales, Gilberto “N”, y a la exdelegada regional de la Policía Ministerial, Carlota “N”, acusados de su probable participación en el ocultamiento y alteración del hallazgo de 13 cuerpos, localizados en un lugar conocido como La Barranca de la Aurora.

Según la denuncia, los cuerpos encontrados fueron los arriba mencionados, pero los funcionarios sólo reportaron seis. De los otros siete nada se sabe.

Y fue al parecer en las declaraciones de los detenidos (muy allegados al exfiscal) que salió a relucir el nombre de Luis Ángel Bravo Contreras.

El anuncio sobre la orden de aprehensión lo dio el propio Yunes Linares, con lo que violó la secrecía del caso y le dio oportunidad al presunto inculpado de salir en fuga. Pero esos son detalles que poco importan al gobernador.

Lo importante era dar otro golpe mediático y con ello abonarle unos cuantos votos a la campaña de su hijo el candidato, la cual anda a la baja.

Pero, mediático o no el asunto, Luis Ángel no podrá ir muy lejos. Por mucho que corra con un amparo bajo el brazo sabe, como abogado que es, que tarde o temprano tendrá que comparecer ante un juez por un delito gravísimo. Y si es encontrado culpable sus días en libertad se acabarán.

Alguien me dijo que aunque el exfiscal pruebe su inocencia, con el simple hecho de meterlo en la cárcel, Yunes Linares le habrá desgraciando la vida para siempre. No lo creo así. Pienso que el exfiscal se condenó a sí mismo, desde el momento en que aceptó trabajar para un sujeto como Javier Duarte y cerró los ojos ante las barbaridades que cometió el gordo.

PD.

Sí, sé que alguien dirá que no es Yunes Linares, sino la Fiscalía la que ofrece la recompensa. Y que apegado a la ley fue un juez el que giró la orden de aprehensión contra el exfiscal y el gobernador nada tuvo que ver en el asunto.

Ora pues. Da gusto saber que todavía hay gente que tiene pensamientos castos.

bernardogup@hotmail.com






Algo muy grueso debió hacerle Luis Ángel Bravo Contreras a Miguel Ángel Yunes Linares para que éste le pusiera 5 millones de pesos a su cabeza como recompensa a quien proporcione datos que ayuden a su captura.

Lo de las desapariciones forzadas es el puro parapeto, aunque esto no quiere decir que el exfiscal sea una perita en dulce. Mucho tendrá que declarar sobre la desaparición de al menos 13 personas y otras cosas más.

Lo que llama la atención es la manera tan… llamémosle intensa, con la que el gobernador lo busca para meterlo en prisión.

¿Qué fue lo que se rompió entre ambos?

Es un secreto a voces que a cambio de su libertad el exfiscal general del estado, Luis Ángel Bravo Contreras, renunció al cargo en el que presuntamente duraría 10 años, para favorecer la llegada del actual titular Jorge Winckler Ortiz.

Empalmada con la renuncia iban las declaraciones del exfuncionario sobre lo que sabía de Arturo Bermúdez Zurita, Javier Duarte y otros peces gordos, además de la devolución de algunas propiedades.

Si en un principio se habló sobre su inminente captura, el asunto se fue desvaneciendo con otros escándalos mediáticos como las detenciones de los propios Duarte y Bermúdez Zurita, además de las de Mauricio Audirac, Juan Antonio Nemi y Gina Domínguez.

Pero los focos rojos se encendieron el pasado 3 de abril cuando la Fiscalía de Winckler aprehendió al exdirector general de Servicios Periciales, Gilberto “N”, y a la exdelegada regional de la Policía Ministerial, Carlota “N”, acusados de su probable participación en el ocultamiento y alteración del hallazgo de 13 cuerpos, localizados en un lugar conocido como La Barranca de la Aurora.

Según la denuncia, los cuerpos encontrados fueron los arriba mencionados, pero los funcionarios sólo reportaron seis. De los otros siete nada se sabe.

Y fue al parecer en las declaraciones de los detenidos (muy allegados al exfiscal) que salió a relucir el nombre de Luis Ángel Bravo Contreras.

El anuncio sobre la orden de aprehensión lo dio el propio Yunes Linares, con lo que violó la secrecía del caso y le dio oportunidad al presunto inculpado de salir en fuga. Pero esos son detalles que poco importan al gobernador.

Lo importante era dar otro golpe mediático y con ello abonarle unos cuantos votos a la campaña de su hijo el candidato, la cual anda a la baja.

Pero, mediático o no el asunto, Luis Ángel no podrá ir muy lejos. Por mucho que corra con un amparo bajo el brazo sabe, como abogado que es, que tarde o temprano tendrá que comparecer ante un juez por un delito gravísimo. Y si es encontrado culpable sus días en libertad se acabarán.

Alguien me dijo que aunque el exfiscal pruebe su inocencia, con el simple hecho de meterlo en la cárcel, Yunes Linares le habrá desgraciando la vida para siempre. No lo creo así. Pienso que el exfiscal se condenó a sí mismo, desde el momento en que aceptó trabajar para un sujeto como Javier Duarte y cerró los ojos ante las barbaridades que cometió el gordo.

PD.

Sí, sé que alguien dirá que no es Yunes Linares, sino la Fiscalía la que ofrece la recompensa. Y que apegado a la ley fue un juez el que giró la orden de aprehensión contra el exfiscal y el gobernador nada tuvo que ver en el asunto.

Ora pues. Da gusto saber que todavía hay gente que tiene pensamientos castos.

bernardogup@hotmail.com