/ viernes 5 de junio de 2020

¡Queremos trabajar!

A casi tres meses de esperar (en casa) la llegada del pico de la enfermedad y recibir con paciencia y acato las instrucciones para aislarnos y suprimir toda actividad “no esencial” por el miedo a salir y ser contagiados, nuestros acreedores siguen sin acatar la “sana distancia” y recrudecen sus acciones de cobranza.

Diariamente somos testigos de la grave crisis económica a la que nos enfrentamos sin poder hacer nada para solucionarlo, cientos de miles de fuentes de empleo se han perdido (y las que faltan), manifestaciones diarias y cierres de calles y vías de comunicación con la consigna “¡Que nos dejen trabajar!” y “¡Queremos trabajar!” son encabezadas por comerciantes, emprendedores y desempleados, quienes exigen que se les permita trabajar con reglas sanitarias, como a las grandes empresas y supermercados, para poder subsistir.

Otros más denuncian que no son merecedores del “bienestar”, pues ningún apoyo han recibido para tener liquidez y cumplir con el compromiso esencial de sostener a su familia, los apoyos económicos no han sido suficientes ni han llegado a todos los que lo necesitan; la propaganda que se ha hecho en torno a ellos ha sido mayor que los resultados, he ahí las quejas.

El costo de la vida, los servicios públicos —como la energía eléctrica— siguen en continua alza, lo mismo que productos de la canasta básica y primera necesidad, que reportan un aumento hasta de 30% .

Por todos los medios de comunicación escritos, radio, digitales, redes sociales, nos enteramos —ya hasta sin desearlo— del incesante conteo de las víctimas diarias de la enfermedad, lo que acrecienta el rencor social de los “encerrados” por quienes por necesidad han decidido salir a enfrentar con miedo, y a la vez con valor, la vida para buscar ingresos. A quienes incluso se les exhibe como los causantes del aplazamiento de nuestro regreso libre y sin prejuicios a las calles.

Ya son parte de nuestro vocabulario y del de nuestros hijos en edad de comprender, palabras como sana distancia, aislamiento, virus, Covid, pandemia, miedo, y ni qué decir de la campaña “Quédate en Casa”, la cual para muchos ya suena a saludo alvaradeño.

Paradójicamente el rayito de esperanza sí pudo salir de gira y sin cubrirse la boca; nos dicen que anda reactivando la economía, entonces ¡reactivemos todos la economía!, pero sin descuidar nuestra salud.

Precisamente ayer se dio a conocer en Xalapa la instalación -a propuesta y exigencia de la iniciativa privada- del Consejo Municipal para la creación de protocolos de sanidad y seguridad, derivado de la contingencia sanitaria, que contribuirá a dar los lineamientos para reactivar la economía local, sin poner en riesgo la salud de las personas.

Y es que es tiempo ya de ir poco a poco y sin cometer abusos, imprudencias o desacatos a las medidas sanitarias de cuidado de la salud, sobreponerse al miedo y salir a trabajar por el bien de todos.

www.elbarzonrc.org

elbarzonrc@yahoo.com.mx

@terecarbajal

A casi tres meses de esperar (en casa) la llegada del pico de la enfermedad y recibir con paciencia y acato las instrucciones para aislarnos y suprimir toda actividad “no esencial” por el miedo a salir y ser contagiados, nuestros acreedores siguen sin acatar la “sana distancia” y recrudecen sus acciones de cobranza.

Diariamente somos testigos de la grave crisis económica a la que nos enfrentamos sin poder hacer nada para solucionarlo, cientos de miles de fuentes de empleo se han perdido (y las que faltan), manifestaciones diarias y cierres de calles y vías de comunicación con la consigna “¡Que nos dejen trabajar!” y “¡Queremos trabajar!” son encabezadas por comerciantes, emprendedores y desempleados, quienes exigen que se les permita trabajar con reglas sanitarias, como a las grandes empresas y supermercados, para poder subsistir.

Otros más denuncian que no son merecedores del “bienestar”, pues ningún apoyo han recibido para tener liquidez y cumplir con el compromiso esencial de sostener a su familia, los apoyos económicos no han sido suficientes ni han llegado a todos los que lo necesitan; la propaganda que se ha hecho en torno a ellos ha sido mayor que los resultados, he ahí las quejas.

El costo de la vida, los servicios públicos —como la energía eléctrica— siguen en continua alza, lo mismo que productos de la canasta básica y primera necesidad, que reportan un aumento hasta de 30% .

Por todos los medios de comunicación escritos, radio, digitales, redes sociales, nos enteramos —ya hasta sin desearlo— del incesante conteo de las víctimas diarias de la enfermedad, lo que acrecienta el rencor social de los “encerrados” por quienes por necesidad han decidido salir a enfrentar con miedo, y a la vez con valor, la vida para buscar ingresos. A quienes incluso se les exhibe como los causantes del aplazamiento de nuestro regreso libre y sin prejuicios a las calles.

Ya son parte de nuestro vocabulario y del de nuestros hijos en edad de comprender, palabras como sana distancia, aislamiento, virus, Covid, pandemia, miedo, y ni qué decir de la campaña “Quédate en Casa”, la cual para muchos ya suena a saludo alvaradeño.

Paradójicamente el rayito de esperanza sí pudo salir de gira y sin cubrirse la boca; nos dicen que anda reactivando la economía, entonces ¡reactivemos todos la economía!, pero sin descuidar nuestra salud.

Precisamente ayer se dio a conocer en Xalapa la instalación -a propuesta y exigencia de la iniciativa privada- del Consejo Municipal para la creación de protocolos de sanidad y seguridad, derivado de la contingencia sanitaria, que contribuirá a dar los lineamientos para reactivar la economía local, sin poner en riesgo la salud de las personas.

Y es que es tiempo ya de ir poco a poco y sin cometer abusos, imprudencias o desacatos a las medidas sanitarias de cuidado de la salud, sobreponerse al miedo y salir a trabajar por el bien de todos.

www.elbarzonrc.org

elbarzonrc@yahoo.com.mx

@terecarbajal