/ martes 17 de julio de 2018

Reconstruir al PRI representa un gran reto para la doctora Claudia Ruiz Massieu, cuya capacidad y valor son ampliamente reconocidos.

Al término del sexenio de Miguel de la Madrid (1982–1988), se anunció como bandera de campaña política el arribo al gobierno de la tecnocracia, que vendría a constituir la “generación del cambio”, y que para ello se necesitaba encontrar un candidato carismático, académicamente preparado y con un proyecto de desarrollo tecnológico para el país. Los cercanos al presidente identificaron, como si se tratara “de un retrato hablado”, a Carlos Salinas de Gortari.

El segundo hijo de Raúl Salinas Lozano, Carlos, fue el más afortunado de los cinco, entre ellos, la única mujer Adriana Margarita, madre de Claudia Ruiz Massieu, su gran estrella lo hizo destacar desde muy joven, pues resultó ser el más inteligente de la familia. Inició sus estudios de bachillerato en el antiguo Colegio de San Ildefonso y después la licenciatura en Economía en la UNAM, en los tiempos en que la maestra (tan respetada por la izquierda) Ifigenia Martínez dirigía la Escuela Nacional de Economía.

Carlos Salinas de Gortari estudió en la Universidad de Harvard, donde obtuvo Maestría en Administración Pública y en Economía Política, hasta alcanzar el grado de doctor en Economía Política y Gobierno. A su regreso a México impartió cátedras en distintas universidades y trabajó en el gobierno federal, desde donde evidenció su interés por la solución a los problemas del campo, a tal grado que elaboró un ensayo, publicado por el Fondo de Cultura Económica bajo el título Producción y participación política en el campo.

Con la elección como presidente de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas se incorporó al gabinete como secretario de Planeación y Presupuesto y precisamente por esa razón se etiquetó su perfil como tecnócrata neoliberal, desplazando así a la clase política nacionalista y revolucionaria que había gobernado al país al amparo del desarrollo estabilizador, con resultados de una gran pobreza para un amplio sector de la sociedad.

Hoy ha llegado a la presidencia del CEN del PRI la sobrina más querida y reconocida del expresidente Carlos Salinas de Gortari, la doctora Claudia Ruiz Massieu, quien fuera la secretaria general del tricolor y, después de la debacle sufrida por el partido gobernante, asume la gran responsabilidad de reagrupar las bases militantes del PRI para prepararse a contender en las elecciones intermedias del gobierno entrante.


Al término del sexenio de Miguel de la Madrid (1982–1988), se anunció como bandera de campaña política el arribo al gobierno de la tecnocracia, que vendría a constituir la “generación del cambio”, y que para ello se necesitaba encontrar un candidato carismático, académicamente preparado y con un proyecto de desarrollo tecnológico para el país. Los cercanos al presidente identificaron, como si se tratara “de un retrato hablado”, a Carlos Salinas de Gortari.

El segundo hijo de Raúl Salinas Lozano, Carlos, fue el más afortunado de los cinco, entre ellos, la única mujer Adriana Margarita, madre de Claudia Ruiz Massieu, su gran estrella lo hizo destacar desde muy joven, pues resultó ser el más inteligente de la familia. Inició sus estudios de bachillerato en el antiguo Colegio de San Ildefonso y después la licenciatura en Economía en la UNAM, en los tiempos en que la maestra (tan respetada por la izquierda) Ifigenia Martínez dirigía la Escuela Nacional de Economía.

Carlos Salinas de Gortari estudió en la Universidad de Harvard, donde obtuvo Maestría en Administración Pública y en Economía Política, hasta alcanzar el grado de doctor en Economía Política y Gobierno. A su regreso a México impartió cátedras en distintas universidades y trabajó en el gobierno federal, desde donde evidenció su interés por la solución a los problemas del campo, a tal grado que elaboró un ensayo, publicado por el Fondo de Cultura Económica bajo el título Producción y participación política en el campo.

Con la elección como presidente de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas se incorporó al gabinete como secretario de Planeación y Presupuesto y precisamente por esa razón se etiquetó su perfil como tecnócrata neoliberal, desplazando así a la clase política nacionalista y revolucionaria que había gobernado al país al amparo del desarrollo estabilizador, con resultados de una gran pobreza para un amplio sector de la sociedad.

Hoy ha llegado a la presidencia del CEN del PRI la sobrina más querida y reconocida del expresidente Carlos Salinas de Gortari, la doctora Claudia Ruiz Massieu, quien fuera la secretaria general del tricolor y, después de la debacle sufrida por el partido gobernante, asume la gran responsabilidad de reagrupar las bases militantes del PRI para prepararse a contender en las elecciones intermedias del gobierno entrante.