Después de tres años como diputada local, me tomo un momento para reflexionar sobre los logros y retos enfrentados. Es imposible no sentir una mezcla de orgullo y gratitud hacia las personas que confiaron en mí para representar sus voces en la LXVI Legislatura de Veracruz. Este periodo no solo fue un viaje profesional, sino también personal, lleno de aprendizajes y de una constante lucha por hacer de Veracruz un lugar más justo y equitativo.
Uno de los pilares de mi trabajo fue la protección de los derechos humanos y el impulso de iniciativas que brindaran soluciones reales a problemas que afectan a nuestra sociedad. Desde el primer día, tuve claro que no se trataba solo de prometer cambios, sino de crear un impacto duradero en la vida de las personas. Presenté 15 iniciativas propias y colaboré en otras 6, en un esfuerzo por avanzar en temas críticos para la entidad.
Quizá uno de los logros más importantes fue la propuesta de creación del Registro de Agresores Sexuales, fundamental para avanzar en la lucha contra la violencia de género. Este registro, junto con las reformas al Código Penal del Estado para mejorar la tipificación de delitos como el acoso y hostigamiento sexual, fueron una respuesta directa a la urgencia que viven muchas mujeres en nuestra entidad. La inclusión del acoso callejero como delito fue un paso necesario para la protección integral de niñas, jóvenes y mujeres.
Mi primer año de trabajo estuvo marcado por una serie de iniciativas de gran relevancia social. La atención al cáncer de mama, la paridad de género y el empoderamiento de la mujer rural fueron temas prioritarios. Cada propuesta nació del diálogo con los diversos actores sociales, de escuchar a quienes más sufren la desigualdad y la injusticia. De ahí también surgió la "Ley Monse", una iniciativa para combatir el encubrimiento de feminicidios. Este fue un proyecto que me llenó de motivación, ya que no solo fue bien recibido por la sociedad, sino que también contó con el respaldo de colectivos feministas, lo que refuerza la importancia de trabajar en conjunto para erradicar la violencia de género.
En mi segundo año, junto a compañeros de la Legislatura, propusimos incentivos fiscales para quienes instalen captadores pluviales, una iniciativa que responde a la creciente necesidad de cuidar el medio ambiente. Además, trabajé en modificaciones a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para incluir nuevos patrones de violencia y asegurar que las mujeres reciban una atención más eficiente en los centros laborales.
Pero uno de los momentos más gratificantes fue la creación de los "Puntos Violeta", espacios donde se promueve la igualdad de género a través de la capacitación y el diálogo. Esta iniciativa, aunque en apariencia pequeña, representa un cambio cultural que busca erradicar la violencia de raíz. A la par, propuse la presea anual “Jesús Reyes Heroles”, un reconocimiento para historiadores y demócratas que han dejado huella en nuestro país.
El tercer año fue, sin duda, el más desafiante. La creación del Defensor Municipal de Derechos Humanos en la Ley Orgánica del Municipio Libre fue una de mis iniciativas más ambiciosas. Esta reforma busca garantizar que cada municipio cuente con un defensor que vele por los derechos de los ciudadanos, especialmente los más vulnerables. Además, seguí impulsando reformas para mejorar la accesibilidad de los espacios públicos, un tema que me toca profundamente, ya que la inclusión de las personas con discapacidad debe ser una prioridad en todas las agendas públicas.
No todo fue fácil. Hubo momentos de frustración, de sentir que las cosas no avanzaban al ritmo que hubiéramos querido. Las decisiones políticas no son simples y, a menudo, nos encontramos con obstáculos que parecen insalvables. Sin embargo, el apoyo de la gente, de las organizaciones civiles y de mis colegas legisladores fue una constante fuente de energía para seguir adelante.
Termino este ciclo con el compromiso firme de seguir trabajando por el bienestar de las y los veracruzanos. Sé que aún hay mucho por hacer, pero también sé que el camino recorrido ha dejado huellas profundas. Mi responsabilidad no acaba aquí; seguiré buscando formas de contribuir al bienestar de nuestra gente, porque estoy convencida de que juntos podemos seguir transformando a Veracruz.
@AniluIngram