/ jueves 20 de mayo de 2021

Resolver sin complicar

Cuando existe el ánimo de atender las demandas ciudadanas, se monitorea siempre el pulso social de un pueblo. El exceso de “burocratitis”, o inflamación y aletargamiento en los trámites y servicios públicos, va creando un espíritu contradictorio en las personas que usan un servicio o en aquellas que prestan algún servicio.

El que vive para servir, sirve para vivir, de lo contrario unos contra otros haríamos un avance lento y en nada predecible, así la vieja cruzada de un mandatario mexicano que arribó a la presidencia comenzaba en dos carriles a seguir. Por un lado manifestó la renovación moral; por el otro, la simplificación administrativa. Él era Miguel de la Madrid, quien gobernó de 1982 hasta fines de 1988, estructurando una base de operatividad en la política administrativa y educativa más libre, expansiva y congruente.

Sería el tiempo de la Unidad de Servicios Educativos a Descentralizar (USED) en el estado de Veracruz. Ese edificio hasta la fecha existe, alberga a la SEV. Hubo delegados y no secretarios. Conocí a dos de ellos: Dante Delgado y Guillermo Zúñiga, quienes desde ahí despegarían sus carreras en el servicio público.

El otrora edificio del IPE también albergó a la DGEP, o Educación Popular, ubicada en pleno centro de Xalapa; sería demolido para en su lugar asentar una vital rama de la seguridad pública.

Ahora la educación básica es considerada hasta el nivel de bachillerato, y en una aproximación de cantidades existen unos 55 mil empleados educativos con calidad de estatales y cerca de 70 mil en la Federación, lo cual arroja un total de 125 mil trabajadores al servicio de la educación, sin contar los que se desenvuelven en instituciones de carácter privado. Con tales cantidades se hace necesario, en el corto plazo, crear mejores portales de servicios electrónicos, léase bases de datos, accesibilidades, simplificando únicamente lo coherente y viable y no complicar a nadie bajo supuestos legaloides.

Como recordatorio, la última clínica de atención médica al derechohabiente del IMSS, aquí en Xalapa, fue inaugurada en los años ochenta por Miguel de la Madrid. El dato curioso de la clínica 10 es que en la placa no se asentó el nombre del presidente en turno, sino que dice: “El Gobierno de la República hace entrega de tal obra”. Así era la personalidad de aquel presidente que marcaría un chispazo entre lo vetusto y la modernidad, sin más trabas. Sin embargo, desde aquella fecha y hasta la actualidad no se ha levantado la nueva clínica hospital en desahogo del trabajo para la clínica 11 de especialidades y hospitalización, aquí en nuestra ciudad, ya que la población rebasó las capacidades de servicio instalado para la región o delegación Veracruz Norte.

Quiero ser optimista y que pasando las elecciones del 6 de junio habrá nuevas voces que promuevan la gestión en la edificación de dicha obra. Esto resuelve y no complica al usuario, que todo gobierno y representante popular electo debe tomar muy en cuenta tal aspecto y aprovechando las campañas electorales se promueva tal obra, al proponer y dinamizar tales servicios para el asalariado menor, de sueldo frágil y pequeño.

Más que palabrería o intimidación, el ejemplo es el que arrasa al servir a la comunidad y no sólo complicarle la vida con amenazas persecutorias de tipo tributario que no correspondan.

Cuando existe el ánimo de atender las demandas ciudadanas, se monitorea siempre el pulso social de un pueblo. El exceso de “burocratitis”, o inflamación y aletargamiento en los trámites y servicios públicos, va creando un espíritu contradictorio en las personas que usan un servicio o en aquellas que prestan algún servicio.

El que vive para servir, sirve para vivir, de lo contrario unos contra otros haríamos un avance lento y en nada predecible, así la vieja cruzada de un mandatario mexicano que arribó a la presidencia comenzaba en dos carriles a seguir. Por un lado manifestó la renovación moral; por el otro, la simplificación administrativa. Él era Miguel de la Madrid, quien gobernó de 1982 hasta fines de 1988, estructurando una base de operatividad en la política administrativa y educativa más libre, expansiva y congruente.

Sería el tiempo de la Unidad de Servicios Educativos a Descentralizar (USED) en el estado de Veracruz. Ese edificio hasta la fecha existe, alberga a la SEV. Hubo delegados y no secretarios. Conocí a dos de ellos: Dante Delgado y Guillermo Zúñiga, quienes desde ahí despegarían sus carreras en el servicio público.

El otrora edificio del IPE también albergó a la DGEP, o Educación Popular, ubicada en pleno centro de Xalapa; sería demolido para en su lugar asentar una vital rama de la seguridad pública.

Ahora la educación básica es considerada hasta el nivel de bachillerato, y en una aproximación de cantidades existen unos 55 mil empleados educativos con calidad de estatales y cerca de 70 mil en la Federación, lo cual arroja un total de 125 mil trabajadores al servicio de la educación, sin contar los que se desenvuelven en instituciones de carácter privado. Con tales cantidades se hace necesario, en el corto plazo, crear mejores portales de servicios electrónicos, léase bases de datos, accesibilidades, simplificando únicamente lo coherente y viable y no complicar a nadie bajo supuestos legaloides.

Como recordatorio, la última clínica de atención médica al derechohabiente del IMSS, aquí en Xalapa, fue inaugurada en los años ochenta por Miguel de la Madrid. El dato curioso de la clínica 10 es que en la placa no se asentó el nombre del presidente en turno, sino que dice: “El Gobierno de la República hace entrega de tal obra”. Así era la personalidad de aquel presidente que marcaría un chispazo entre lo vetusto y la modernidad, sin más trabas. Sin embargo, desde aquella fecha y hasta la actualidad no se ha levantado la nueva clínica hospital en desahogo del trabajo para la clínica 11 de especialidades y hospitalización, aquí en nuestra ciudad, ya que la población rebasó las capacidades de servicio instalado para la región o delegación Veracruz Norte.

Quiero ser optimista y que pasando las elecciones del 6 de junio habrá nuevas voces que promuevan la gestión en la edificación de dicha obra. Esto resuelve y no complica al usuario, que todo gobierno y representante popular electo debe tomar muy en cuenta tal aspecto y aprovechando las campañas electorales se promueva tal obra, al proponer y dinamizar tales servicios para el asalariado menor, de sueldo frágil y pequeño.

Más que palabrería o intimidación, el ejemplo es el que arrasa al servir a la comunidad y no sólo complicarle la vida con amenazas persecutorias de tipo tributario que no correspondan.